Kon-Tiki: El documental
Kon-Tiki: El documental

Dirigida por

Thor Heyerdahl

Año

1950

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: El viaje de la balsa Kon-Tiki obtuvo un eco mediático internacional debido a las comunicaciones por radio, un equipo National NC-173, realizadas por los expedicionarios.

Kon-Tiki, el documental: No aceptes necesariamente la verdad, ve y míralo con tus propios ojos

El 28 de abril de 1947 zarpaba de Callao en Perú una balsa con seis hombres y un loro con el objetivo de llegar a la Polinesia. El patrón era Thor Heyerdahl que contaba entonces con 33 años de edad.

La expedición era el resultado de una teoría sobre la que Heyerdahl había estado reflexionado desde su estancia en Fatu Hiva, una isla del Pacífico. Su idea era que los archipiélagos del Pacífico no habían sido poblados solo por occidentales, sino también por indígenas procedentes de América del Sur. Entre otros indicios, Heyerdahl señalaba la leyenda de Kon-Tiki Viracocha, un jefe nativo indígena que había navegado en una gran embarcación de madera desde Perú hacia donde se pone el sol en el oeste.

En la primavera del año 1946, Thor Heyerdahl presentó esta teoría ante un grupo de destacados antropólogos norteamericanos, que la recibió con frialdad. Uno de ellos, el arqueólogo Herbert Spinden, llegó incluso a desafiarlo: "Sí, intenta tú mismo viajar en una balsa desde Perú a las islas del Pacífico".

Heyerdahl aceptó el reto y comenzó inmediatamente a planear la expedición.

Lo primero que debía hacer era reclutar la tripulación. Aquello no resultó complicado y pronto tuvo a cinco hombres muy bien cualificados en el equipo. Juntos partieron hacia Ecuador a buscar la madera de balsa para la embarcación y luego siguieron hacia Perú para construirla.

A través de contactos personales, Heyerdahl logró que representantes del Ejército de Estados Unidos le ofrecieran para el viaje no solo sacos de dormir, raciones de alimentos de campaña, protectores solares y alimentos enlatados, sino también instrumentos de medición y un equipo de radio.

Heyerdahl necesitaba además encontrar una secretaria para la expedición. Gerd Vold, de la embajada noruega en Washington, dijo estar dispuesta a asumir esa tarea. Ella se encargaría, entre otras funciones, de coordinar el contacto entre la embarcación y la tierra.

La tripulación de la balsa Kon-Tiki estaba compuesta por Thor Heyerdahl, Herman Watzinger, Erik Hesselberg, Knut Haugland, Torstein Raaby y Bengt Danielsson. Heyerdahl basó la elección de su tripulación en que sus hombres fuesen personas de valentía inquebrantable y que cada uno de ellos contara además con alguna cualidad única, indispensable para la expedición.

Herman Watzinger era un ingeniero especializado en técnicas de refrigeración, hidrología y termodinámica. Durante la travesía, estuvo encargado de registrar las observaciones meteorológicas e hidrográficas. Watzinger y Heyerdahl se habían conocido por casualidad en Nueva York. Watzinger fue el segundo al mando de la balsa Kon-Tiki.

Erik Hesselberg era un amigo de la infancia de Heyerdahl y marinero cualificado con cinco años de experiencia en la marina mercante. Como único miembro de la tripulación de la Kon-Tiki con experiencia marítima, Hesselberg sería el navegador del viaje. Era además graduado en arte, y fue él quien pintó la cara de Kon-Tiki Viracocha en las velas de la balsa.

Knut Haugland había participado como operador de radio en las acciones de sabotaje de la batalla noruega del agua pesada en Rjukan en 1943. A lo largo de esas dramáticas experiencias de guerra, Haugland había demostrado valor e ingenio.

Torstein Raaby era un hombre del mismo calibre que Haugland. También él había sido experto en radio y había pasado muchos meses en la meseta de Finnmark, detrás de las líneas enemigas, en condiciones extremadamente difíciles. Raaby había enviado, entre otras cosas, gran cantidad de información sobre el acorazado alemán Tirpitz, gracias a las "escuchas" que realizó de la antena de radio de un oficial alemán.

Bengt Danielsson era un antropólogo de la Universidad de Uppsala. Visitó a Heyerdahl durante los preparativos de la expedición Kon-Tiki para pedirle ser incluido. Tenía interés académico en las teorías de Heyerdahl sobre las migraciones y fue así el sexto y último miembro de la expedición, además de ser el único que hablaba español. Danielsson fue el encargado de las provisiones y el racionamiento de los alimentos.

Hesselberg tenía conocimientos sobre navegación, pero nadie más en el grupo sabía navegar. Aún menos dirigir y controlar una balsa de madera, conocimiento perdido hacia ya cientos de años. No obstante, Heyerdahl depositó su confianza en que el equipo lograría dominar la balsa a lo largo del camino y en que los vientos del este y la corriente de Humboldt llevarían finalmente la balsa Kon-Tiki hasta la Polinesia. Varios expertos en antropología y en navegación lo consideraron muy improbable que la embarcación pudiese llegar a la meta. Muchos argumentaron que se desintegraría después de dos semanas y que la expedición podría asemejarse a una acción suicida.

Los expertos estaban equivocados: a los 14 días Heyerdahl y su tripulación comprendieron que la balsa era apta para la navegación y resistiría. "La balsa es una embarcación fantástica para navegar por alta mar", escribió Heyerdahl en su cuaderno de bitácora.

Después de 101 días en el mar, la balsa Kon-Tiki encalló en un arrecife de coral en el atolón Raroia en la Polinesia. La expedición había sido un éxito rotundo y Thor Heyerdahl y su tripulación habían demostrado que los indígenas de América del Sur podrían haber llegado a las islas del océano Pacífico en balsas de madera.

En 1950 Heyerdahl hizo también un documental sobre la balsa Kon-Tiki, basado en las grabaciones realizadas por la tripulación durante el viaje. La película ganó el Oscar al mejor documental en 1951.

Thor y su equipo se comunicaban con tierra por radio y la expedición Kon-Tiki se convirtió en un fenómeno mediático internacional: gente de todo el mundo seguía el drama que sus miembros estaban viviendo en directo en el Pacífico. En cierto modo, fue el primer reality show del mundo.

El equipo de radio a bordo de la Kon-Tiki era un National NC-173.


La radio fue fundamental para el éxito de la expedición pues les mantenía unidos con el resto del mundo. Aunque esporádicamente quedaban incomunicados con la Emisora Naval de Lima, por falta de condiciones, los operadores de la Kon-Tiki conseguían comunicar con radioaficionados de otras partes del continente americano y del resto del mundo.

Los operadores de la balsa hacían servir el indicativo LI2B para identificar los informes y observaciones meteorológicas que cada noche trataban de enviar a diversos radioaficionados para que, a su vez, los hicieran llegar al Instituto Meteorológico de Washington y a otros interesados.

Durante la travesía ocurrió que un radioaficionado de Los Angeles consiguió recibir de LI2B la localización de la balsa y el estado de la tripulación, justo cuando nadie conocía el paradero de la Kon-Tiki y se temía por la suerte de los expedicionarios. El radioaficionado trasladó la información a las autoridades y, también via radio, lo comunicó a los familiares de los tripulantes.

La radio también permitió solventar un problema con los negativos fotográficos. Parte de la labor científica de la expedición consistía en la recogida de gran número de fotografías que eran reveladas en la balsa. Ocurrió que el sol tropical calentaba en exceso el agua durante el proceso de revelado y los negativos se arrugaban. Para resolver este contratiempo, contactaron con un radioaficionado de Hollywood quien tras consultarlo con un laboratorio fotográfico les dio la solución.

Justo cuando estaban a punto de llegar a tierra, los vientos y las corrientes arrastraban la balsa inexorablemente hacia los peligrosísimos arrecifes de Raroia. Los operadores consiguieron comunicar con un radioaficionado de la isla de Rarotonga, en las islas Cook del Sur, al que informaron de las medidas que estaban tomando a bordo ante el inevitable franqueo de la barrera de arrecifes y le indicaron que si en el plazo máximo de treinta y seis horas no volvía a recibir llamada de LI2B contactase con las autoridades para que enviasen un equipo de socorro. Aunque la balsa encalló en el arrecife, los expedicionarios pudieron llegar a tierra firme y, a poco de que se cumpliese el plazo, transmitir que estaban sanos y salvos.

Vídeos

El épico viaje de Thor Heyerdahl cautivó la imaginación del público, al que reveló tanto la dureza como la belleza serena del mundo natural a través de su pasión por los retos. Su documental sobre el viaje le valió un Oscar, y su libro, La expedición de la Kon-Tiki, se tradujo a 70 idiomas y alcanzó una cifra millonaria de ejemplares vendidos en todo el mundo.

Trailer

Thor Heyerdahl desarrolló la teoría de que los primeros pobladores de Polinesia habían viajado hacia el oeste desde Sudamérica, no hacia el este desde Asia, como se había creído hasta entonces. Pero nadie en la comunidad científica se tomó en serio su teoría, y mucho menos la posibilidad de publicarla. Cuando un profesor universitario estadounidense le propuso en broma que intentara navegar desde Perú hasta Polinesia en una embarcación de madera de balsa. Thor se dio cuenta de que eso era lo que tenía que hacer: decidió demostrar su teoría realizando él mismo aquel legendario viaje. A pesar de su miedo al agua y de que no sabe nadar, decide construir una embarcación de madera de balsa basándose en dibujos antiguos para navegar desde Perú hasta Polinesia. Aunque todos siguen afirmando que es imposible, Thor reúne a un intrépido equipo, fabrica una balsa atando con cuerda de cáñamo nueve troncos de madera, la bautiza con el nombre de Kon-Tiki y se echa a la mar. El único instrumento moderno con el que cuentan es una radio y la tripulación se deja guiar por las estrellas y las corrientes del Pacífico. A lo largo de tres peligrosos meses, estos intrépidos hombres experimentan una transformación física y mental: abandonan Perú vestidos de traje y al llegar a Raroia son los primeros jipis del mundo.

Kon-Tiki

Fragmento 1: Transmitiendo desde la mitad del Pacífico usando 7 vatios y una antena sostenida por un globo de hidrógeno.
Fragmento 2: (inicio 1:35) Transmitiendo desde la isla, utilizando el generador de mano.

Ham radio on Kon-Tiki raft: Receiver National NC-173

Manual de usuario de la emisora National NC-173. Fuente: www.jollinger.com

National NC-173 - www.jollinger.com

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