Robamos secretos: la historia de WikiLeaks
Robamos secretos: la historia de WikiLeaks

Dirigida por

Alex Gibney

Año

2013

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: Estamos ante un sistema nuevo en el que abunda y aflora la información, un sistema anárquico y extremadamente complejo donde se alteran las estructuras de poder y la democratización del acceso a la información parece imponerse.

Situación: Este cambio en el orden establecido ofrece ciertamente nuevas posibilidades y herramientas para la sociedad civil pero conlleva varios retos, especialmente para los gobiernos.

Situación: Han cambiado los actores del poder y se ha hecho evidente que éste no solo está intrínsecamente vinculado con la información sino que es invisible.

Situación: En la sociedad de la información, ¿la ignorancia es una elección?

Robamos secretos, la historia de WikiLeaks: servidores débiles, accesos débiles y seguridad física débil, una tormenta perfecta

Alex Gibney es un documentalista estadounidense que en los últimos años se ha especializado en la crónica perspicaz e incisiva de los escándalos políticos mundiales. Así, en "Enron: los tipos que estafaron a América (2005)" expone cómo los altos ejecutivos de la empresa Enron, la séptima más importante de los Estados Unidos, se hicieron con más de mil millones de dólares mientras sus empleados y accionistas lo perdían todo; en "Taxi al lado oscuro (2007)", denuncia la detención arbitraria, el encierro y la tortura de un ciudadano común en Afganistán y examina la política estadounidense sobre tortura e interrogatorios, específicamente el uso de la tortura por parte de la CIA; en "Mea máxima culpa: el silencio en la casa de Dios (2012)" explora el problema de la pedofilia en la Iglesia católica, siguiendo el rastro desde la primera protesta conocida contra los abusos sexuales del clero en Estados Unidos hasta el Vaticano.

Con la luz encendida no hay ratas.

En este documental, Gibney aborda con metodología profesional y claridad expositiva el modo de trabajar de WikiLeaks, la organización liderada por el australiano Julian Assange que hizo públicos cientos de miles de documentos con información clasificada que detallaban fraudes financieros, evasiones fiscales, actos de corrupción en los gobiernos y, en especial, los daños colaterales que durante las guerras de Irak y Afganistán las tropas aliadas infligieron a la población civil, en contraste con el discurso oficial de la Casa Blanca.

En la sociedad de la información, ¿la ignorancia es una elección?

Gibney organiza el ingente material disponible partiendo de la figura de Assange, mostrando sus inicios con los 'subversivos internacionales' (un grupo de jóvenes hackers de Melbourbne) y describiendo su ascenso mediático como líder visible de WikiLeaks. En una segunda parte, más controvertida y dramática, el documental expone el caso del soldado Bradley Manning, experto en ordenadores, sexualmente confuso y personalmente inseguro, que es presentado como la fuente de la filtración para Wikileaks de miles de documentos clasificados del ejército estadounidense.

La realidad siempre acaba superando la ficción.

Imágenes de archivo sobre las revelaciones se alternan con contrastadas entrevistas con simpatizantes y críticos de Assange entre los que destacan sus denostadores oficiales en la CIA y en la prensa televisiva más conservadora. Y este mayúsculo escándalo político culmina, por reducción al absurdo, en un doble abuso sexual con sendos preservativos rotos en Suecia.

Todo el mundo tiene secretos, nosotros los robamos.

Y el momento estelar es para Michael Hayden, ex director de la CIA y de la Agencia Nacional de Seguridad, o NSA, con el comentario que sirve de semilla para el título y, por asociación con el refranero popular, de conclusión para la absurda pero aciaga situación de Assange: "Bueno, todo el mundo tiene secretos. Algunas de las acciones de los Estados nacionales para mantener la seguridad y la libertad de su pueblo tienen que ser secretas para ser exitosas. Si fueran públicas no se podrían llevar a cabo. Ahora bien, voy a ser muy franco, ¿de acuerdo? Nosotros robamos secretos. Nosotros robamos los secretos de otros países. Eso no se puede hacer a la vista de todos y al mismo tiempo tener éxito por mucho tiempo".

Ladrón que roba a ladrón...

Alex Gibney comenta que la película aborda los abusos de poder y la arrogancia tanto por parte del gobierno de Estados Unidos como por parte de Julian Assange. Según Gibney, Julian Assange, en su momento de mayor fama, termina convertido en algo muy parecido a los enemigos que buscaba sacar a la luz. El director afirma que mantuvo interminables negociaciones con Assange para que le concediera una entrevista pero finalmente le fue denegada. También declara que no pudo acceder a Manning de ninguna manera.

Vídeos

El escándalo por la filtración de expedientes confidenciales de la inteligencia estadounidense desde el sitio web WikiLeaks.org ha revelado un mundo antes invisible para la mayoría. Nos encontramos ante un sistema nuevo donde abunda la información, un sistema anárquico y extremadamente complejo donde se alteran las estructuras de poder y la democratización del acceso a la información parece imponerse. Este cambio en el orden establecido ofrece ciertamente nuevas posibilidades y herramientas para la sociedad civil pero conlleva varios retos, especialmente para los gobiernos. Han cambiado los actores del poder y ha salido a la luz que éste está intrínsecamente vinculado con la información. Las autoridades tienen ahora un nuevo enemigo que combatir y un desafío más complejo aún, ya que éste es invisible. En sus 130 minutos, el documental de Gibney refleja la complejidad de la trama en cuanto a partes implicadas, conflicto de intereses, personalidades y caracteres, pero sobretodo, la dificultad de obtener y mostrar información totalmente imparcial. Muchos consideran a Assange como un activista visionario y otros como una persona con las manos manchadas de sangre pero, con independencia de cuál sea la verdad, este documental evidencia que hemos de tener capacidad para razonar y cuestionar lo que nos digan, lo que leemos o lo que vemos, venga de alguien autorizado, que nos cae bien o porque sea nuestra fuente de información habitual.

Trailer (vose)

19-ago-2013. ¿Cómo podemos manejar la infraestructura de información para saber cuales son los puntos clave o puntos débiles? Tres claves. Primero: los DNS, la resolución de los nombres de dominio es un sistema estratégico; por tanto, hay que tenerlo bien cuidado... si los tienes en EEUU puede ocurrir que te "corten" el servicio. Segundo: el tema financiero; cómo te financias es un tema estratégico, por ejemplo, a wikileaks le 'cortaron' las donaciones por tarjeta de crédito y paypal, sin olvidar que un banco es un determinado ordenador. Tercero: el lugar donde físicamente estoy alojando la información que quiero difundir; hay que procurarse sistemas de alojamiento distribuido o servidores espejo.

Cine a Contracorriente - Robamos secretos, la historia de Wikileaks

23 de enero de 2013. Esto es Democracy Now! Estamos transmitiendo desde Park City, Utah, en el Festival de Cine Sundance. Comenzamos el programa de hoy con "We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks", un documental que analiza quiénes fueron los actores clave que participaron en la filtración de cientos de miles de comunicados diplomáticos secretos de Estados Unidos al sitio web de denuncias WikiLeaks.
AMY GOODMAN: Eso tiene mucha historia. Usted comienza la película en la década de 1980 en Australia. Explíquenos, ¿qué es "WANK"?
ALEX GIBNEY: Sí, se llama el ataque del gusano WANK. Fue una de las primeras instancias de un gusano informático, que infectó los sistemas informáticos de la NASA, justo antes de la puesta en marcha de un módulo Explorer llamado Galileo, que era alimentado por una batería de plutonio. Muchos activistas antinucleares estaban preocupados de que eso alguna vez explotara, y cayera en forma de lluvia sobre la Tierra. Entonces, de repente, justo antes del lanzamiento, un mensaje extraño apareció en las computadoras de la NASA; decía "WANK" (Gusanos contra los asesinos nucleares, según las siglas en inglés - Worms Agaisnt Nuclear Killers-) y tenía parte de la letra de lo que luego se supo era una canción del grupo australiano Midnight Oil, una de las bandas favoritas de Assange. Más tarde, hubo algunos interrogantes acerca de si Julian Assange había participado en ese primer ataque. Pero nunca pudo demostrarse si participó o no. Julian es muy reservado al respecto. Nunca dice que participó ni que no participó.
AMY GOODMAN: ¿Y cuál era la letra de esa canción?
ALEX GIBNEY: "Hablas de tiempos de paz para todos, y luego te preparas para la guerra". Pero también es interesante porque fue un poco el comienzo de Internet. Y la película "We Steal Secrets" habla mucho de Internet, habla mucho del tipo de conversaciones que hay ahí, del tipo poder que el gobierno estadounidense en términos de la vigilancia sobre Internet, y del poder compensatorio que los ciudadanos comunes, armados solo con la habilidad de utilizar computadoras, tienen para defenderse. Y también ubica a Julian Assange dentro de esa especie de comunidad hacker de Melbourne, de la cual, en última instancia, surgió.
AMY GOODMAN: De ahí, usted pasa a la Primavera árabe; pronto se cumple el segundo aniversario del levantamiento egipcio, el 25 de enero. Usted se refiere a cómo WikiLeaks contribuyó a los levantamientos en Oriente Medio.
ALEX GIBNEY: No creo que haya ninguna duda al respecto. Quiero decir, sería exagerado decir que WikiLeaks causó la Primavera árabe. Fueron levantamientos populares. Pero, aun así, la revelación de una gran cantidad de documentos secretos del Departamento de Estado [de EEUU] corrió la cortina. Y, de hecho, uno ve a representantes honestos del Departamento de Estado, que hablan de la verdadera corrupción, deshonestidad y feroz tiranía de algunos regímenes en Túnez, en Egipto, en Libia. Entonces, cuando los documentos secretos fueron difundidos, también se produjo una tremenda validación de muchos de los críticos del gobierno.

Democracy now!: We steal secrets

WikiLeaks calificó de irresponsables los errores del film y confirmó que no ha colaborado en la elaboración del documental. El comunicado incluye una copia de lo que parece ser la transcripción completa del documental con numerosas anotaciones sobre errores factuales y tergiversaciones.

The annotated transcript

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