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BONNET y BALLESTER, Enrique
BONNET y BALLESTER, Enrique

Descripción

Enrique Bonnet y Ballester (Murcia, 1837-Cádiz, 1905). Telegrafista, inventor y emprendedor. Sus diseños más notables fueron un telégrafo de corrientes invertidas, un sistema telegráfico óptico, y un teléfono o estación telefónica con transmisor microfónico.

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1860 | 1870 | 1880 | BONNET | Teléfono | Telégrafo
Biografía
 
Enrique Bonnet y Ballester nació en Murcia el 29 de noviembre de 1837. Realizó sus primeros estudios en la Escuela Normal de Murcia. En 1847 ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Murcia donde, cinco años después, concluyó sus estudios de filosofía. Reforzó su formación en Madrid entre 1854 y 1856 con clases de francés, dibujo natural y matemáticas.
 
El 9 de enero de 1857 Enrique Bonnet realizó una solicitud, junto a otros 104 candidatos, para ser admitido en la convocatoria de los exámenes de telegrafistas del Estado. Superó las pruebas de acceso y el 10 de marzo de ese año fue nombrado telegrafista tercero alumno, pero para completar su formación debía ingresar en la Escuela Práctica del Cuerpo, donde debía dedicarse "durante seis meses por lo menos, al aprendizaje de la manipulación y trabajo subalterno de las oficinas", presentándose a un examen antes de ser finalmente admitido. El plazo previsto por el reglamento se redujo a la mitad, seguramente por la urgencia de contar con personal, y el 4 de junio Bonnet fue nombrado telegrafista tercero, siendo destinado el día 12 de marzo de 1858 a la estación de Tarragona, donde estuvo cerca de 9 meses hasta que fue oficialmente traslado a la central de Alicante. Luego llegó el traslado a Orihuela, donde consiguió el ascenso a telegrafista segundo. En 1859 Enrique Bonnet estaba destinado en Cartagena donde permaneció dos años. A finales de 1861 solicitó por motivos familiares el traslado a Cádiz.
 
Tras contraer matrimonio a principios de 1864, pasó a ser responsable de la central telegráfica de Cádiz. Aquí comenzó a construir uno de sus primeros aparatos eléctricos, un traslator o repetidor automático de las señales telegráficas, con objeto de evitar la escala o repetición manual del servicio que se realizaba al establecer comunicación desde Sevilla hacia Sanlúcar de Barrameda o el Puerto de Santa María.
 
Tras esta primera invención Bonnet ideó un aparato telegráfico que permitía trabajar en código Morse, el cual, con un manipulador preparado al efecto, transmitía un punto enviando a línea un golpe de tensión positiva respecto a tierra y una raya enviando un golpe de tensión negativa, de igual duración que para el punto. De esta forma, puntos y rayas quedaban registrados en la cinta de papel del receptor como pequeños trazos de tinta de igual longitud y distinto color. Así se aumentaba la velocidad de transmisión un 50% sobre un aparato Morse convencional.
 
En 1865 Bonnet presentó su aparato en la Dirección de Telégrafos, el cual fue sometido a pruebas de gabinete, con resultados muy favorables, construyéndose modelos perfeccionados, que se instalaron en la línea Madrid – Valladolid en marzo de 1866. Bonnet fue nombrado instructor en los talleres del Centro de Madrid e impartió clases de funcionamiento a los empleados que los iban a utilizar.
 
En julio de ese mismo año Bonnet pidió la patente de su aparato y el 12 de noviembre se expidió la real cédula de concesión, previo pago de la respetable suma de 1.000 reales en concepto de derechos.
 
En el último gobierno de Narváez, bajo el objetivo del ahorro, se cerraron 60 estaciones telegráficas quedando sin trabajo más de 150 funcionarios. Bonnet fue declarado "supernumerario" por Real Orden de 9 de agosto y el 4 de enero de 1867 fue declarada la caducidad del privilegio de invención del aparato telegráfico de Enrique Bonnet. Sin embargo en la Feria Internacional de París de 1867, el aparato telegráfico de corrientes invertidas inventado por Bonnet recibió una mención honorífica. El 2 de diciembre de 1867 fue nombrado auxiliar de segunda categoría.
 
Bonnet no sólo destacó en el campo de la telegrafía eléctrica, sino que también lo hizo en el de la telegrafía óptica, en el de la telefonía y en el de la electricidad.
 
El 15 de agosto de 1874, Bonnet es enviado en comisión de servicio a Madrid para que ensayase el aparato óptico de señales de su invención. Las pruebas iniciales tuvieron lugar entre Madrid y El Escorial durante las noches del 18 al 24 de agosto. Posteriormente, y en presencia del presidente interino del Consejo de Ministros, se realizaron otras pruebas entre Madrid y Torrelodones con mejores resultados, recibiendo a ojo desnudo, los destellos más o menos largos, con las que se transmitían los puntos y rayas del código Morse, por medio de una pantalla con cristales de colores.
 
El ministro de la Guerra compró dos equipos para que el ejército los emplease en el curso de la guerra en las provincias del Norte.
 
En julio de 1877 Bonnet publica la descripción, acompañada de un croquis, de un "conmutador general" de su invención, que podía, por medio de tres clavijas, reemplazar a todos los conmutadores circulares.
 
En la Exposición Regional organizada en Cádiz por la Sociedad Económica Gaditana de Amigos del País, en agosto de 1879, Bonnet presentó "Estaciones microtelefónicas, compuestas de micrófono, teléfono, timbre, llamador y conmutador". El 14 de diciembre de 1880, el inspector de Telégrafos en Sevilla, escribió al Director General para comunicarle que Bonnet, recientemente nombrado subdirector de la Dirección de Telégrafos, había construido un teléfono con transmisor microfónico y solicitaba autorización para ensayarlo sobre las líneas telegráficas entre Cádiz y Sevilla, recibiendo inmediatamente la autorización.
 
Bonnet decidió convertirse en empresario y se asoció con el ingeniero de caminos Luis La Orden y Otaolarruchi, montando un taller en Cádiz, donde produjeron las estaciones microtelefónicas, un sistema de campanillas eléctricas dotado de un cuadro indicador de números, distintos timbres, una batería sistema Planté y un regulador de luz eléctrica.
 
En colaboración con el ingeniero La Orden, Bonnet desarrolló una baliza autónoma de destellos para señalizar la presencia del bajo llamado de Las Puercas, a la entrada del puerto de Cádiz. Una baliza similar se instaló en el puerto de Málaga y se proyectó instalar una tercera en Filipinas.
 
En 1881 Bonnet colaboró con las iluminaciones instaladas en Madrid que formaron parte de las celebraciones del bicentenario del fallecimiento de Calderón de la Barca.
 
En la exposición internacional de electricidad celebrada en París del 1º de agosto al 15 de noviembre de 1881, Bonnet presentó su telégrafo de corrientes invertidas: dos aparatos de transmisión rápida de doble punto, una estación telegráfica portátil, con su pila en un estuche, un par de sus teléfonos o estaciones telefónicas con transmisor microfónico, y, con La Orden, el modelo de aparato eléctrico para el alumbrado automático de una baliza en el puerto de Cádiz. El teléfono y la baliza merecieron del jurado sendas medallas de plata.
 
Durante la Exposición, Bonnet asistió a las audiciones telefónicas entre el Palacio de la Industria y el Teatro de la Ópera y la Comédie Française, que le causaron gran impacto. Y a su regreso a Cádiz decidió hacer las primeras retransmisiones desde el Teatro Principal a su domicilio al que invitaba a los próceres gaditanos a escuchar las óperas cantadas en el teatro de la ciudad. La instalación constaba de dos micrófonos, uno a cada lado de la escena, y ocho teléfonos, en un solo circuito constituido por un conductor de 300 metros de longitud y la tierra.
 
En 1882 el Gobierno de Sagasta promulgó la primera disposición regulando la telefonía. Bonnet a fin de proteger comercialmente su teléfono, solicitó la patente que le fue concedida por veinte años, con fecha 3 de junio. El 16 de agosto se publicó un real decreto que fijaba las normas para la concesión a particulares de licencias para el establecimiento y explotación de redes telefónicas urbanas destinadas al servicio público, en un radio de diez kilómetros desde el centro de las poblaciones. La subasta de la red de Madrid se celebró el 27 de octubre con siete postores. Uno de ellos era la Sociedad Española de Electricidad, que instaló aparatos Bonnet.
 
Aunque desarrolló una importante actividad privada nunca se desligó del Cuerpo de Telégrafos. El 9 de noviembre de 1883 fue ascendido a subdirector primero. El 16 de febrero de 1890 fue nombrado director de sección de tercera, el primer escalón en el estamento de jefes. En julio de 1890, llegó a la Dirección General de Telégrafos el ingeniero militar Javier Los Arcos y Miranda. Fue un hombre imprudente y autoritario durante los dieciséis meses que ocupó el cargo. Este fue un hecho clave en la huelga de 1892 en la que los miembros del Cuerpo de Telégrafos mostraron su descontento con las circunstancias que les rodeaban. Una de las principales medidas de castigo fue el traslado de todos los funcionarios. Enrique Bonnet no fue una excepción, fue trasladado a otra de las capitales andaluzas, Huelva, donde hubo de permanecer del 3 de julio al 21 de noviembre de 1891. Tras su vuelta a su casa gaditana, la salud de Enrique Bonnet empezó a flaquear. En 1892 debió permanecer varios meses de baja por enfermedad. Como consecuencia de su deterioro físico solicitó la jubilación que le fue concedida por Real Orden de 14 de junio.
 
Uno de sus últimos trabajos fue la instalación de la red telefónica de Cádiz, que contaba a finales de 1889 con 146 abonados.
 
Enrique Bonnet falleció en Cádiz en los días finales de diciembre de 1905.
 
Más información
 
- Bonnet Ballester, Enrique (1921): El telegrafista español. Revista Profesional y Técnica ilustrada, número 30.
- Fernández-Paradas, Mercedes (2015): La industria del gas en Cádiz (1845-2012), Biblioteca de historia del gas 8, Lid Editorial, Fundación Gas Natural Fenosa.
- Manuel Madrid, Rufino (2007): Vencer la noche. La Sevilla iluminada. Historia del alumbrado público de Sevilla, Universidad de Sevilla, pp. 221-238.
- Manuel Madrid, Rufino (2012): El proceso de implantación de la electricidad en Andalucía, Simposio Internacional: Globalización, innovación y construcción de redes técnicas urbanas en América y Europa, 1890-1930, Brazilian Traction, Barcelona Traction y otros conglomerados financieros y técnicos, Universitat de Barcelona, Facultad de Geografía e Historia.
- Romero Frías, Rafael; Multigner, Gilles (2011): Los primeros pasos de la teledifusión, Llul, vol.34 (Nº73), pp.161-180.
- Sánchez Miñana, Jesús (2007): El telegrafista murciano Enrique Bonnet (1837-1905): un pionero de las telecomunicaciones en España, Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Región de Murcia.
- Sánchez Miñana, Jesús; Sánchez Ruiz, Carlos (2010): The telephonic work of Spanish Pioneer Enrique Bonnet, Second IEEE Region 8 Conference on the History of Telecommunications Conference (HISTELCON).
- Sánchez Miñana, Jesús; Sánchez Ruiz, Carlos (2011): Sobre la difusión del teléfono de Bell en sus comienzos (1876-1877), Actes d'historia de la Ciencia i de la Técnica, volumen 4, pp.33-53.
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