En este trabajo se van a describir las circunstancias que rodearon a la incorporación de Canarias a la “paleosociedad de la información” que propiciaron primero el telégrafo y luego el teléfono, la radiotelegrafía y la radiofonía. Un momento cuyo impacto para la sociedad de entonces es difícil de valorar desde la perspectiva del mundo interconectado de hoy, pero que desde el primer instante propició una auténtica revolución en el acceso a la información y en las múltiples facetas que conlleva: gobernanza, comercio, transporte, medios de comunicación, cultura, estrategia y relaciones internacionales o, simplemente, en la mentalidad de los habitantes de un archipiélago hasta entonces aislado. Se puede, por tanto, afirmar que esta sociedad actual, que algunos pensadores han definido como de “realidad líquida”6, se apoya en los avances de entonces, y tiene en sus avatares políticos y sociales, en su búsqueda de soluciones técnicas o comerciales o en sus modelos de regulación un espejo lejano de situaciones que se siguen viviendo hoy en día. Llegar al mundo de hoy no ha sido sino el fruto de muchos pequeños pasos tecnológicos, y este, en concreto, supuso un jalón muy significativo en el devenir histórico de Canarias.