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Nuevamente nos llama la atención que Torres Mena no haga mención de la torre al hablar de Carrascosa del Campo aunque sí la nombre en su relación de la página 481. A esta torre fue destinado como torrero alumno, en junio de 1850, D. Carlos Rus. También conocemos una parte de la dotación de esta torre por un curioso y algo truculento asunto protagonizado por el torrero D. León Estrada. Estrada pasó en calidad de torrero alumno por la torre nº. 17, Atajollano, de la Comandancia de Motilla y después, una vez ascendido a torrero de 3ª clase, fue destinado a la estación nº. 20, La Mochuela; tuvo numerosas faltas leves cometidas en el servicio. Él mismo pidió el traslado “á una de las torres que van á construirse en el ramal de Cuenca” en junio de 1850. Efectivamente, consiguió el traslado solicitado, pero convivía con una prima en el pueblo de Carrascosa y eso levantó el escándalo en la localidad, según se desprende de las averiguaciones realizadas por el comandante del ramal, D. Pedro Santiago. La prima dio a luz una niña en el interior de la torre y D. León la recogió y la expuso “á la puerta de un labrador en el pueblo de Olmedilla” ; parece que la niña no era suya y acusaba a otro torrero del ramal. Para ocultar el asunto, Estrada se llevó el tablado de la torre, manchado con la sangre del parto. Además se le acusa de poner “en la libreta muchas arrobas de carbon, papel sin que esos articulos entrasen en la torre, por cuyo motivo su 2º. Dejó de firmar pr conforme en algunos meses” . Su comandante finaliza el informe diciendo que “Estrada es hombre qe no está nunca bien con sus compañeros, sin perjuicio de ser exacto en el servicio y buen torrero” . Estos rasgos positivos y una nueva petición del torrero incurso en el expediente, solicitando un nuevo traslado, no valieron de nada y, en una anotación al margen del escrito referido, se propone “la separacion de este individuo, cuya conducta pudiera poner en grave compromiso el lustre y decoro del ramo” , sanción que debió tener lugar en el mes de mayo de 1851. El otro torrero, en fin, que completaba la dotación de la torre y que aparece mencionado en el informe, era D. José María Méndez quien, según su comandante, pudo muy bien ser el que redactara un anónimo que llegó al mismísimo Brigadier Director Jefe de las Líneas, D. José Mª. Mathé, y que puso sobre el caso al comandante de Cuenca.
Existen varias instalaciones de Telecomunicaciones a lo largo de la cresta de la sierra, hasta la edición de 1947 de los mapas del IGN, aparecía como torre telegráfica.

Conservación:

De la torre no queda más que un triste montón de escombros cubiertos por la hierba; tanto es así que casi cuesta reconocerla e identificarla. Sólo conserva una mínima parte de los lados E y N. El zócalo, que ha perdido toda huella de remate, alcanza una altura máxima de 97 cm. en el lado oriental, único que aún muestra toda su longitud aunque los esquinales ya están también perdidos. Del lado septentrional quedan 4’5 m. del lienzo con una altura máxima de 2’21 m. Este lado conserva aún restos del revoco. De las fachadas O y S no queda prácticamente nada. El interior está totalmente colmatado conformando un pequeño montículo cubierto por las hierbas que también ocultan el derrumbe hacia el exterior.

Referencias:

(Jesús López Requena, 2008)
(Jesús López Requena, 2010)