The Computers
The Computers

Dirigida por

Kathy Kleiman, Jon Palfreman, Kate McMahon

Año

2014

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: La historia no contada de las programadoras de ENIAC, de ser consideradas modelos de exposición a ser reconocidas modelos de programación.

Personaje: ECKERT, John Presper.

Personaje: MAUCHLY, John W.

Personaje: MCNULTY MAUCHLY ANTONELLI, Kathleen.

Personaje: SPENCE, Frances V.

The Computers: The Remarkable Untold Story of the ENIAC Programmers

En 1946, seis jóvenes brillantes completaron la programación del primer ordenador electrónico. Era el ENIAC, un proyecto dirigido por el Ejército de los Estados Unidos en Filadelfia como parte de un proyecto secreto de la Segunda Guerra Mundial. Las jóvenes aprendieron a programar sin lenguajes de programación o herramientas de desarrollo y depuración (sencillamente, nada de eso existía), solo con diagramas lógicos. Cuando terminaron, ENIAC realizó el cálculo de una trayectoria de balística, una ecuación de cálculo diferencial, ¡en segundos! Sin embargo, cuando el ENIAC se dio a conocer a la prensa y al público el 15 de febrero de 1946, las mujeres nunca fueron presentadas; simplemente, se hicieron invisibles. Y así fue hasta mediados de la década de 1990.

Durante 20 años, Kathy Kleiman y el Proyecto de Programadoras de ENIAC investigaron el trabajo de esas mujeres y documentaron sus historias. En 2013, Kathy Kleiman se unió a los galardonados productores de documentales Jon Palfreman y Kate McMahon para contar esta historia, más propia de una película que de un documental. Partiendo de metraje de noticiarios de la época e intercalando entrevistas inéditas, realizadas en 1995 a cuatro de las programadoras, han producido este documental de 20 minutos.

The Computers se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Seattle SIFF-2014 y ganó el Premio al Mejor Documental del Festival de Cine de la Asociación de las Naciones Unidas UNAFF-2016.
La autora y cuatro de las programadoras de ENIAC en 1995 (en el sentido de las agujas del reloj, desde la izquierda):
Kathy Kleiman, Jean Bartik, Marlyn Meltzer, Kay Antonelli, Betty Holberton. Fotógrafo Steven M. Falk.
© 1995 Kathryn A. Kleiman


La historia tras la historia de las calculadoras.

Kathy Kleiman cuenta que cuando era estudiante universitaria, a mediados de la década de 1980, descubrió que le encantaba programar y le encantaban los proyectos de programación. Y también descubrió que conforme avanzaba en sus estudios de informática la cantidad de mujeres disminuía, y drásticamente. Y ya en las clases avanzadas, solo había una o dos mujeres en el aula, contándose ella también. Llegada a ese punto, se preguntó si la informática era para las mujeres y si había, o había habido, modelos a seguir.

Por supuesto que estaban Lady Ada Lovelace y Grace Hopper. Pero Ada Lovelace era del siglo XIX y Grace Hopper del XX: una mujer reconocida por siglo no le hacía sentir confianza en su futuro como informática.

Así que comenzó a documentarse en revistas y enciclopedias para encontrar otras mujeres informáticas, y no encontró ninguna... hasta que se topó con una fotografía de archivo de la computadora ENIAC. Era una foto de ENIAC de 1946, tomada aproximadamente seis meses después de su presentación, y en ella aparecían hombres y mujeres. Sin embargo, solo los nombres de los hombres estaban listados en la leyenda. Buscó más información sobre ENIAC y encontró más fotos de mujeres frente a la computadora. Como seguían sin aparecer con nombre, le llevó las fotos a su profesor y le preguntó que quiénes eran aquellas mujeres. El profesor no supo darle respuesta pero le sugirió que fuese a consultárselo a la cofundadora de The Computer Museum(*), sito al otro lado del río en Boston.

Kleiman no perdió tiempo, tomó las fotografías, fue al museo y se las mostró a la cofundadora: "Nunca olvidaré su respuesta. Ella puso los ojos en blanco y dijo: 'Son modelos'. Me dijo que las mujeres estaban colocadas frente a la máquina para que se viera bien".

Sin embargo, a Kleiman no le parecían modelos pues las veía confiadas y seguras de sí mismas frente a la máquina. Kleiman había trabajado con algunos ordenadores grandes y sabía lo impresionantes que resultan las primeras veces que los haces servir y aquellas mujeres de las fotos no parecían estar posando sino saber exactamente lo que estaban haciendo.

Para obtener más información, contactó con personas de la Universidad de Pensilvania, que fue donde se construyó el ENIAC durante la guerra. Una cosa llevó a la otra, y, como era 1986, Kleiman acabó asistiendo como invitada al 40 aniversario de ENIAC: "Así fue como terminé en una habitación en Filadelfia celebrando el aniversario de la primera computadora moderna del mundo. Fue muy emocionante, y había grupos de hombres hablando sobre cómo habían construido ENIAC. Deambulé por allí, y encontré un grupo de 4 mujeres. Mientras las escuchaba atentamente, hablaban de un error en el programa que habían encontrado la noche anterior a la primera gran demostración de ENIAC. De repente me di cuenta de que estaba hablando con las mujeres de las fotos. No eran modelos. ¡Eran las primeras programadoras de ENIAC!".

Para Kleiman, hablar con aquellas mujeres, además de emocionante, hizo que volviera con renovados ánimos, terminara sus estudios de informática y empezara su carrera profesional en tecnología. Pero con 1996 a la vuelta de la esquina, una campana sonó en su cabeza: se avecinaba el 50 aniversario de ENIAC y quería saber qué había sido de las programadoras de ENIAC. Kleiman llamó a la Universidad de Pensilvania y contactó con el decano, que era el responsable del evento, pero cuando le preguntó quienes de las programadoras de ENIAC asistirían, el decano no supo decirle; de hecho no sabía de qué le estaba hablando, él solo conocía los nombres de las viudas de los ingenieros.

Kleiman vio que aquellas mujeres increíbles estaban abocadas al olvido pero ella estaba decidida a no dejar que eso sucediera, así que solicitó y le fue concedida una beca para estudiar a las mujeres de ENIAC. El plan era localizarlas, volver a presentarse, preguntarles sobre la programación de ENIAC y grabar las entrevistas. Cabía la posibilidad de que no recordaran los detalles del trabajo, pues ya habían pasado 50 años. También le preocupaba hacer las preguntas equivocadas. Kleiman conocía la programación moderna y la terminología moderna, pero lo que ellas habían hecho era diferente, a pesar de que estaban realizando las mismas funciones básicas de descomponer un cálculo en pasos que una computadora pueda realizar. Kleiman concluyó que podría hacer mejores preguntas si aprendía más sobre aquella tecnología. En esas fechas, Kleiman trabajaba en una firma de abogados de telecomunicaciones así que pidió una excedencia y pasó unos meses en la Biblioteca del Congreso aprendiendo sobre ENIAC(**), BINAC(**) y UNIVAC(**), tres computadoras antiguas creadas por equipos combinados de ingenieros y programadores.

Lo que siguió, lo describe así: "Equipada con mi nuevo conocimiento, volví con las programadoras y les hice preguntas detalladas sobre ENIAC en los términos que ellas habían utilizado. Los recuerdos fluyeron, desbordados. Me contaron cómo les habían dado diagramas de cableado y diagramas lógicos de ENIAC, y se les pidió que averiguaran cómo funcionaban las docenas de paneles de ENIAC. Entonces no solo tuvieron que dividir su programa en pasos que la computadora pudiera manejar, sino que tuvieron que 'conectar' ese programa a la máquina. Tuvieron que rastrear cada dato, conectarlo a un panel, como multiplicador o raíz cuadrada, y luego mover el resultado (físicamente por cable) a otro panel para su almacenamiento. La tecnología de diagramas de flujo no existía, por lo que las mujeres crearon lo que denominaron "Guía de pedalillo": enormes hojas de papel diseñadas para realizar un seguimiento de cada paso del programa, así como también de dónde iban todos los interruptores, cables e hilos. Fue una historia increíble".

Kleiman junto con el productor y director David Roland grabaron las entrevistas en cinta. Ambos se dieron cuenta de que habían encontrado unas pioneras de la programación de las que nadie había oído hablar antes. ¿Cual sería la reacción de la gente?

Para ver qué pasaba, Kleiman contactó con algunos de los hijos de las programadoras de ENIAC y nominaron a las mujeres a diversos premios. Afortunadamente, pronto fueron reconocidas de costa a costa y en 1997 incorporadas al Women in Technology International Hall of Fame.

En 2013, junto con los productores John Palfreman y Kate McMahon, Kleiman editó las entrevistas y las intercaló en el cortometraje documental The Computers. Ahora bien, ¿a alguien le importaría esta historia de 70 años? Kathy Kleiman lo detalla: "Estrenamos nuestra película en el Festival Internacional de Cine de Seattle en 2014. Después de la proyección y el bloque de preguntas y respuestas, las mujeres se acercaron a mí con lágrimas corriendo por sus caras. Trabajaban para compañías como Microsoft, Google, Amazon, y me dijeron que la historia de las programadoras de ENIAC les había conmovido profundamente. En sus equipos y reuniones de trabajo, a menudo eran las únicas mujeres, y la idea de que las mujeres ayudaron a crear la informática y la programación había sido muy estimulante para ellas".

(*) The Computer Museum fue fundado por Ken Olsen y Gordon y Gwen Bell en 1975. La primera exhibición fue en unas dependencias de Digital Equipment Corporation. En 1979 se convirtió oficialmente en un sitio de exhibición operado por DEC en Marlboro, Massachusetts. Se abrió al público en 1984 cuando el museo fue trasladado al centro de Boston. En 1998, el museo se mudó a Silicon Valley, Mountain View, California, y adoptó el actual nombre de The Computer History Museum.

(**)Videoteca: 1946 ENIAC Electronic Numerical Integrator and Computer

(**)Videoteca: 1949 BINAC Binary Automatic Computer

(**)Videoteca: 1951 UNIVAC I Universal Automatic Computer

Vídeos

Cuando las mujeres redoblaron sus esfuerzos para apoyar durante la Segunda Guerra Mundial, un programa secreto del ejército de los EE.UU. eligió a seis matemáticas para programar las instrucciones del ENIAC, el primer ordenador completamente electrónico. Su trabajo de programación impulsó la industria del software moderno.

Trailer

Kathy Kleiman. As an undergraduate, I discovered a picture. It was ENIAC, the world’s first modern computer, with men and women, but only the men’s names in the captions. I was told the women were models, but when I tracked them down, I learned they were ENIAC’s first programmers. Why were they invisible? We recorded extensive oral histories and produced a film called "The Computers: The Remarkable Untold Story of the ENIAC Programmers." Around the world, their story has inspired girls, boys, women and men in STEM. May it inspire many more! And may computing history rapidly evolve to embrace its diverse pioneers!

The Secret History of The ENIAC Women - Kathy Kleiman - TEDxBeaconStreet

"Las respuestas están ahí, solo hay que saber buscarlas". Esta frase, pronunciada por la agente especial Dana Scully en el episodio piloto de Expediente X, una de las series más influyentes de la televisión de los años 90 del pasado siglo, define bien cuál debería ser siempre la actitud de los científicos. Una suerte de fe inquebrantable para ir siempre más allá. Esa actitud hicieron del personaje un modelo de inspiración para millones de niñas y adolescentes que crecieron viendo las aventuras paranormales de aquellos agentes del FBI. Su impronta, de hecho, quedó avalada por lo que se ha denominado "efecto Scully": un estudio realizado en 2018 por el Geena Davis Institute on Gender in Media (25 años después de que la serie comenzara a emitirse) demostró que el 63% de las mujeres encuestadas y que trabajaban en ciencia y tecnología, habían tenido a Dana Scully como modelo y el personaje les había animado a iniciar carreras dominadas mayoritariamente por hombres. Rebeca Navarro hace referencia a esa "falta de roles femeninos" en las carreras tecnológicas y alude a la necesidad de que se repita el efecto Scully, porque aunque en el mundo real "te encuentras grandes referentes como Hedy Lamar o Grace Hooper", lo cierto es que no son tan reconocidas y por lo tanto se limita su influencia para nuevas vocaciones. Despertar la curiosidad entre niñas y adolescentes -y en última instancia incentivar su decisión de dedicarse a la ciencia o tecnología- es el objetivo del programa de Vodafone #CodeLikeAGirl. Una iniciativa necesaria porque los datos son obstinados, y estos nos dicen que todavía existe una gran brecha entre hombres y mujeres en el terrenos de las ciencias e ingenierías. Según un informe de UNESCO publicado este año 2018, sólo el 35% del alumnado matriculado en carreras vinculadas con el STEM (Science, Technology, Enginnering y Mathematics) son chicas y únicamente el 28% del total de investigadores del mundo son mujeres. Remedios Orrantia habla de esta circunstancia como "una realidad que hay que corregir" y se refiere a la necesidad de que las niñas y jóvenes se manejen con seguridad en el mundo de la tecnología porque "las nuevas herramientas digitales, estés donde estés, en el ámbito social o de trabajo al que te quieras dedicar, van a ser importantes y relevantes para el futuro. Porque la digitalización es algo que es innato y va a ser un punto diferencial en cualquiera de las áreas en las que queramos desarrollarnos y en las que queramos crecer". Programas, iniciativas y modelos. Todo con un mismo objetivo: conseguir que crezca la representación de las mujeres en las ciencias y en la tecnología. Para ello, como afirmaba la astrofísica irlandesa Jocelyn Bell, descubridora del pulsar cuando todavía era una estudiante de doctorado (descubrimiento, por cierto, por el que su director de tesis recibió en solitario el premio Nobel en 1974 en una polémica e injusta decisión): "Además de referentes como Marie Curie, la sociedad necesita modelos normales, cotidianos, para generar vocaciones científicas en las niñas".

'Code like a girl', un programa para incentivar vocaciones científicas en las niñas

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