The telephone gambit: Chasing Alexander Graham Bell`s secret
Resumen
Hace algo más de tres años apareció publicada la quinta obra del veterano periodista y escritor estadounidense Seth Shulman. Con una amplia trayectoria investigadora de más de 25 años, todos los artículos y obras previas a la que se presenta han girado siempre en torno a temas de ciencia, tecnología y medio ambiente. Los trabajos fueron publicados en algunos de los más prestigiosos periódicos y revistas de Estados Unidos y Gran Bretaña. El libro que presentamos en esta ocasión tiene como argumento central la histórica y tradicional controversia surgida entre Graham Bell y Elisha Gray en torno a la invención del teléfono. A pesar de que la mayor parte de la opinión pública ha considerado a Bell como el padre e inventor del teléfono todavía quedan ciertas dudas entre determinados estudiosos sobre el tema respecto al hecho del descubrimiento de un instrumento de comunicación que desde su aparición hace algo más de un siglo ha revolucionado las formas de relación humana en todos los aspectos. Bien, la obra de Shulman está compuesta por 16 breves capítulos en los que el autor expone y describe de forma detallada esta histórica controversia. El propio título de la obra es claramente significativo. El empleo por parte del autor del término “gambit” y el subtítulo de la obra indican desde el inicio la predisposición clara y sin dudas del autor por indagar en el tema. El primer capítulo de la obra presenta dos aspectos, uno de ellos continuo a lo largo de todo el texto, los recuerdos, sensaciones y alguna que otra frustración acaecida durante el período de elaboración de la obra. El otro aspecto recuerda el momento “Eureka”, es decir, el histórico instante en el que tras diversos y variados intentos Graham Bell y su ayudante Thomas Watson consiguieron escuchar con cierta nitidez por primera vez la voz humana a través de un primitivo aparato telefónico. El segundo capítulo lleva por título el expresivo y habitual “Disconnected” que suele aparecer en los equipos informáticos en muchos momentos. Con este título el autor confiesa y describe de forma detallada la profunda sorpresa y asombro que sintió en el cercano 2004 cuando por casualidad encontró unos papeles sobre la historia de Graham Bell y su ayudante. Desde ese momento el autor confiesa que se sintió profundamente intrigado y entusiasmado con la historia. Así en su ordenador comenzaron a aparecer documentos específicos sobre el tema. Como consecuencia de sus primeros trabajos llego una fuente de un gran valor histórico, el cuaderno de notas del laboratorio de Graham Bell de dos años, clave en la historia del teléfono, 1875-1876. En el tercer capítulo el autor comienza recordando el histórico día, 26 de febrero de 1876, en el que Bell y su ayudante trabajaban en la estación de la empresa “Baltimore & Potomac”. Seguidamente proporciona una curiosa descripción física de Graham Bell en ese momento, es decir, un joven cercano a los treinta años, de pelo canoso y abundante seriedad en el rostro. Es decir, el autor recurre al típico retrato utilizado por la mayor parte de los autores a la hora de describir a toda clase de inventores, científicos… En el mismo capítulo, el más largo de los tres primeros, aparece por primera vez la figura de Elisha Gray. Para dar a conocer la figura del “oponente” y “perdedor” histórico en la invención del teléfono, Shulman realiza un breve repaso a su vida. El capítulo concluye con la muestra de los bocetos originales de las patentes de Bell y el propio Gray. El cuarto capítulo es una descripción de los orígenes y primeros años de vida de Bell. Por conocido y tratado en la mayor parte de las obras de la misma temática carece de excesivo interés. En el quinto, el autor vuelve a describir sus impresiones personales en los momentos iniciales de recopilación del material. El agobio, el aturdimiento y la impresión de no ser capaz de entender nada, sentimientos comunes a la mayor parte de los investigadores, acompañaron a Shulman hasta que la suerte le proporcionó la primera y única biografía oficial escrita hasta el momento de Graham Bell, publicada en 1973 por Robert Bruce y reeditada en 1990, “Bell: Alexander Graham Bell and the Conquest of Solitude”. A partir de ese momento el indeciso autor leyó con avidez las páginas en las que se describía con minuciosidad la vida personal y profesional del considerado por muchos “padre” del teléfono. Las dudas y sospechas comenzaron a asaltar a Shulman a medida que avanzaba en al lectura de la biografía. La razón, era difícil creer determinados datos relacionados el proceso que Bell llevó a cabo hasta conseguir la aceptación social del teléfono en aquella lejana Exposición universal de Filadelfia en 1876. En los capítulos sexto, séptimo, octavo y noveno el autor continúa describiendo aquellos días anteriores al histórico momento. Así, la figura de Gardiner Hubber, el rico abogado de Cambridge, padre de la pequeña Mabel, aparece por primera vez en el sexto capítulo. Fue, sin duda, la ayuda clave en la vida de Bell ya que proporciono ayuda y apoyo a Bell en el momento en el que seguramente más lo necesitaba. Además, se convirtió en su suegro ya que su hija Mabel y Graham Bell llegaron a contraer matrimonio. “Clear Reception” es el título del séptimo capítulo. El autor recuerda como una noche cuando el desánimo era mayor un compañero de trabajo llamado David Cahan le proporciono un pequeño papel donde estaba la solución a buena parte de sus dudas. ¿Qué era?. Una página de un antiguo periódico estadounidense del 4 de octubre de 1893, el “New York Daily Tribune”. En ella se describía una visita realizada por Bell al médico y físico alemán Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz. El alemán realizó durante su carrera diversos trabajos en el campo de la trasmisión de la voz humana. Se cree que su estancia en Estados Unidos inspiró profundamente a Bell. Además, Helmholtz tomó parte en el Congreso sobre Electricidad que se organizó en Nueva York y cuyo organizador principal fue Elisha Gray. En el capítulo ocho el autor vuelve a citar a Hubbard y su hija Mabel, la pequeña niña sorda que fue al mismo colegio en el que trabajaba Graham Bell y que con el paso de los años acabo siendo la señora Bell. En el libro aparecen varios extractos de las cartas que se intercalaron los Hubber con Graham Bell, una buena fuente, sin duda para poder conocer un poco el lado más personal de todos ellos. Los capítulos nueve y diez recuerdan prácticamente todos los modelos de teléfonos anteriores al de Bell. Por supuesto, el autor también menciona a los hombres clave de estos primeros modelos que no llegaron a ser aceptados socialmente, caso de Johann Philipp Reis. Paralelamente, las descripciones de varios viajes a la Oficina de Patentes y la comparación entre las patentes de Bell y Gray completan estos capítulos. Los últimos seis capítulos siguen la misma línea de los anteriores. Es decir, constantes referencias a los hechos históricos conocidos intercaladas con las impresiones y las indecisiones del autor. Es necesario mencionar que el autor incluye en todos ellos una gran muestra de fuentes de gran valor como cartas enviadas entre los protagonistas mencionados, algunos de los cuadernos de notas de Graham Bell, periódicos... En conclusión, el libro presentado no es una historia del teléfono clásica, es otra cosa, una profunda reflexión de un veterano escritor sobre una cuestión siempre candente, ¿Quién inventó el teléfono?. Seth Shulman señala en las últimas líneas de la obra no ser capaz de señalar claramente si fue Graham Bell o Elisha Gray, sin embargo si indica que ante la imposibilidad de encontrar una solución la certeza de saber que los trabajos de Gray tuvieron una profunda influencia en los de Graham Bell. Sea como fuere, el autor es consciente que son necesarios muchas más investigaciones y trabajos para poder aclarar algunas de las cuestiones clásicas de esta especialidad, la historia de las telecomunicaciones.
Especificaciones
- Autor/es: Seth SHULMAN
- Año: 2008
- Idioma: Inglés