Desde tiempos remotos, el ser humano ha sentido la necesidad de comunicarse con sus semejantes, empleando para ello diversas formas y utilizando las tecnologías que en cada momento tenía a su alcance. Los habitantes de la provincia de Soria no fueron ajenos a las tecnologías del momento; si bien la mayor parte de las veces fueron copiadas de otros pueblos, lo que sugiere al autor de este libro la conveniencia de resumir la descripción de estos recursos, luego utilizados por los sorianos. Para las técnicas de tiempos más cercanos, reseña en primer lugar las que se instalaban en otras partes de España antes de que llegaran a esta provincia, que, salvo alguna excepción, solían ir a remolque, intentando poner en evidencia la estrecha vinculación que la implantación de esas tecnologías por estos lares guardaba con las decisiones políticas del Gobierno central.

 

La presente obra, de dos extensos volúmenes en tamaño (31 x 22,5) con más de mil páginas, narran a lo largo de los últimos tres milenios, cronológicamente, la desconocida e ignorada historia de las telecomunicaciones en la provincia de Soria, siendo este amplio trabajo, original e inédito en todos sus aspectos, salvo las exigidas orientaciones temáticas preliminares, el primero de este género publicado en esta provincia, convirtiéndose su autor en el primer historiador de las telecomunicaciones en, y de, Soria.

 

El escritor, con gran conocimiento de esa historia general y soriana, empleando una exhaustiva precisión y rigor de investigación soportado por múltiples referencias para crear esta obra, la va describiendo minuciosamente evitando los tecnicismos y empleando un lenguaje en román paladino, a la vez que sitúa en cada momento al lector en el ambiente político, social y económico que se vivía en España y en la citada provincia, momentos fundamentales que incidían directamente en el devenir de esa historia.

 

El autor (Rafael Romero Frías, El Burgo de Osma, 1953), a través de la presente obra, pretende dos objetivos. En primer lugar, se propone que los sorianos y cuantos se sientan atraídos por el extenso universo de las telecomunicaciones y de su historia, tengan la oportunidad de conocer de primera mano los avatares de esa historia, a la vez que da algunas razones que explican el retraso tecnológico padecido por esta provincia a lo largo de los tiempos y las circunstancias que han diseñado el paisaje que actualmente pueden apreciar.

 

En segundo término, aspira a que el presente trabajo, fruto de la experiencia, por su vinculación a Telefónica a lo largo de toda su vida profesional, de muchos años de investigación en archivos y sobre el terreno y de múltiples publicaciones, sirva de reconocimiento a muchas personas, cuya dedicación y esfuerzo han contribuido a la construcción de esta historia que presenta, dejando constancia de muchos de sus nombres y otros que, por inadvertencia o por desconocimiento, ha dejado de consignar.

 

 

Nos situarnos en los orígenes de las telecomunicaciones zambulléndonos en los testimonios que nos han legado los clásicos, helenos y latinos, rastreando cuantos indicios, sonoros o visuales, se considera susceptibles de relacionarse con la comunicación a distancia, planteando la hipótesis, bien razonada, de que los habitantes de la Celtiberia soriana, arévacos, pelendones y argaelos, entre otros, también los utilizasen para comunicarse a distancia.

 

El largo período que arranca con la irrupción y asentamiento de los bárbaros del Norte, prosigue con la supremacía islámica procedente del Sur y continúa por la Edad Media, hasta llegar a finales del siglo XVIII. Período en el que se pone de manifiesto la incidencia de la herradura en el retraso que sufrieron las telecomunicaciones y la utilización de la red de ahumadas en Castilla, incluida la provincia de Soria, para el envío de mensajes a distancia. Así se llega a la aparición del telégrafo óptico en España, donde en 1841 una de sus líneas con torres de mampostería podría haber discurrido por esta provincia, pero las circunstancias del momento malograron el proyecto.

 

Del correo postal desde sus orígenes romanos da cuenta el autor, detenidamente del que se practicaba por la provincia de Soria desde el siglo XVI. Prosigue su narración con la llegada del telégrafo eléctrico a Soria en 1857 y algo más tarde a algunos de sus pueblos, poniendo de manifiesto la importancia que tuvo este medio de comunicación en esta provincia desde su aparición, en ocasiones siendo vital su uso para las autoridades locales y provinciales.

 

El final de la última guerra carlista, en 1876, coincide con la aparición del teléfono, y en este volumen se describe su llegada a la susodicha provincia, primero el particular en 1892 y luego el público en 1915, y las enormes dificultades políticas y monetarias que existían en esta tierra para su primer desarrollo.

 

 

Después la obra describe la aparición de la radio en todas sus vertientes, y las siguientes líneas van narrando las vicisitudes de todos esos medios de comunicación a distancia incorporados en esta provincia, finalizando este primer volumen cuando se constata que por estos lugares sorianos algunos vecinos escuchaban la radiodifusión sonora con asiduidad, allá por 1924.

 

 

El segundo volumen de la obra arranca en torno a la emblemática fecha del 19 de abril de 1924, en que se crea la C.T.N.E., luego Telefónica, cuyo protagonismo en la historia de las telecomunicaciones de nuestro país no se entiende sin ella.

 

 

El peregrinaje de los sorianos por conseguir la conexión telefónica directa entre Soria y Madrid, la ascendente radiomanía o la tímida ampliación de la telegrafía y la telefonía en pueblos sorianos, son algunos de los hechos que preceden la instauración de la II República, que enlazan con la Guerra Civil, de la que averiguaremos sucesos poco conocidos o silenciados, tales como la contemporización de Correos y Telégrafos y de la C.T.N.E. con ambos bandos beligerantes, la infraestructura de telecomunicaciones que soldados alemanes e italianos instalaron por esta provincia, el día a día de sus vecinos utilizando unos servicios de comunicación sujetos a la censura militar, el esfuerzo de los empleados sorianos de telecomunicaciones por gestionar bien su trabajo sometidos a la depuración política, acabando algunos de ellos ajusticiados.

 

En la década de los años 40 y comienzos de los 50, veremos el nuevo contrato entre el Estado y la C.T.N.E. y lo que representó para esta provincia, los avatares del impuesto de radioaudición, el desarrollo de la telefonía, la invención del transistor, la aparición de la informática y la entrada en escena de la televisión, acontecimientos de los que, entre otros, nos da cuenta el autor con un seguimiento continuo de las telecomunicaciones en los 542 pueblos sorianos, y para cerrar esta crónica nos refiere la concesión de la primera licencia oficial de radioaficionado a un clérigo soriano.

 

La 2ª mitad del siglo XX arranca con la creación de Radio Soria. Se pone de relieve la velocidad y la dimensión que adquieren los progresos tecnológicos en el ámbito de las telecomunicaciones, y asistimos en 1956 a la inauguración del teléfono automático en Soria, que convivirá durante treinta años con el paulatino aumento de la telefonía manual en los pueblos de la provincia hasta su automatización en 1987, coincidiendo con la entrada en vigor de la LOT, que abría nuevos horizontes a los servicios de telecomunicación españoles, a tenor de las exigencias de la UE.

 

Ocupa un lugar importante la televisión, que, llegada su primera señal a Soria, a lo largo de varios años sus autoridades librarán muchas batallas con el Gobierno por sintonizarla adecuadamente, hasta ser la primera provincia en recibir la TDT. Paralelamente, veremos la llegada a esta tierra de los teletipos y sistemas informáticos y posteriormente el acceso a Internet a través del ADSL y la fibra óptica. La radio (en diferentes vertientes) nos introduce en los grandes radioenlaces de microondas por estos lugares y desde mediados de los 90 en la instalación de la telefonía privada a través de la TRAC, además de los teléfonos celulares analógicos.

 

En los primeros dieciocho años de este siglo, se describen minuciosamente todas las infraestructuras y servicios postales y de telecomunicación, en su mayoría digitales, que instalaron en esta provincia diversos operadores, para alcanzar la situación actual. Esperando los sorianos que amplíen esos servicios, sin retrasos que marginen a la provincia para que acceda, sin ninguna dificultad, al “Internet de las cosas”.