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Hay un plano del primer ferrocarril Sevilla-Cádiz, en el que se indica la posición de este telégrafo. En este cruce de caminos existía un puente romano, con una torre reformada (llamada "Castillo de Diego Corrientes", por servir de vivienda a este bandolero), y una venta muy antigua, actualmente en ruinas; también se construyó un apeadero para el ferrocarril Sevilla-Cádiz.
Según cuenta Florentino Hernández Girbal, el bandolero utrerano Diego Corrientes (1757-1781) tuvo aquí un encuentro casual con su enemigo el Regente y Oídor decano de la Real Audiencia, D. Francisco de Bruna (apodado el "Señor del Gran Poder"): "Ocurre cierto día en un lugar llamado Las Alcantarillas, cerca de la venta de este nombre, que está más allá de Utrera, donde próximo a la carretera quedan en pie "sobre un paisaje lleno de palmitos que anuncian la marisma, las ruinas de una torre [conocida popularmente como Torre de Diego Corrientes], que con las del inmediato puente y los restos de la calzada, forman parte de los vestigios romanos de la provincia". Marcha don Francisco de Bruna en su coche hacia Sevilla, y Diego Corrientes vuelve de Utrera, cuando el destino tiene el capricho de ponerlos solos y frente a frente en aquel solitario camino." Diego Corrientes ha pasado a la historia de los bandoleros andaluces con el sobrenombre del "bandido generoso", como se refleja en el drama de José María Gutiérrez de Alba (1822-1897): "Aquel que en Andalucía/ Por los caminos andaba/ El que a los ricos robaba/ Y a los pobres socorría."
Referencias:
Sanchez Ruiz