Especificaciones
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Otras denominaciones: Cerro de San Bartolomé
- Municipio: Torrejoncillo del Rey (Cuenca)
- Línea: Madrid-Barcelona
- Número : 106
- Ramal: Cuenca
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Coordenadas: UTM Huso 30, X 533205, Y 4430344GEO WGS84 Lat. 40º 1' 22" N. Long. 2º 36' 39" W
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Conservación: Ver en la sección comentarios.
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A unos 60 mts. al sur del vértice geodésico del mismo nombre.
Torrejoncillo es ya su denominación original, referida al pueblo de Torrejoncillo del Rey. Esta torre era un hito visual en el viaje hacia Madrid por la N-400, conservando su airosa silueta, perfectamente visible desde la carretera que bordeaba el cerro, hasta hace pocos años. En la fotografía aérea que aparecía en versiones anteriores del SIGPAC, realizada en agosto de 2002, todavía se aprecia con la fachada oriental casi hasta la altura de la cornisa, aunque la occidental ya está bastante destruida, según muestra la sombra. En la actualidad sólo ofrece los muñones de sus esquinas y creemos que aguantará muy pocos inviernos.
A los pies del cerro corre desde antiguo una vía pecuaria: la Cañada de los Serranos, junto a la que se disponen la línea férrea del AVE Madrid-Levante, la autovía A-40 y la N-400, que cercan el cerro por el norte.
Otra construcción antigua ocupa la zona meridional del cerro: la antigua ermita de San Bartolomé, que, en el mapa topográfico de 1936 aparece mencionada como “ruinas de convento”. Se trata de un recinto rectangular dividido en dos estancias, con muros de cal y canto enfoscados al interior y exterior. En la estancia principal quedan restos de una hornacina en el muro oriental. En la fotografía aérea se observa hacia el este restos de una parcela rectangular, seguramente asociada a la manutención del santero. Escasa, en todo caso, pues la ermita debía ser atendida por otras instituciones religiosas, dada su alejamiento del pueblo y su localización en un cerro tan empinado. Los restos constructivos son abundantes pero la prospección no aportó materiales cerámicos.
Torres Mena ignora esta torre al describir el término de Torrejoncillo del Rey, y eso que, como otras veces, sí la incluye en su relación inicial. Seguramente, el primer torrero que tuvo a su cargo esta estación fue D. Silvestre Quintana, que fue alta en el ramal el 1º de junio de 1850, proveniente de la línea de Castilla y se presentó en la Comandancia de Cuenca el día 7, siendo destinado inmediatamente a esta torre para verificar su construcción. También conocemos los dos torreros alumnos que llegaron a ella en parecidas fechas: D. Miguel Redruello y D. Eduardo Guinart. Tenemos más datos de la dotación inicial de la torre: en ella servía en diciembre del mismo año el torrero de 1ª D. Patricio López y se estaba esperando la incorporación de otro, el Sr. Sánchez Berdú; mientras esto tenía lugar fue destinado provisionalmente a esta estación D. Francisco Ávila porque “frecuentaba gente de mala traza, lo llamé haciendolo presente lo poco decoroso qe era pael cuerpo á que tenemos el honor de pertenecer y recibió esta advertencia fríamente y con indiferencia”.
Conservación:
El estado de conservación actual es muy malo.
La fachada occidental está destruida, conservándose sólo hasta la altura del zócalo y dejando todo este lateral colmatado por los derrumbes. El lado meridional está también bastante destruido: queda la esquina SE hasta unos 6 metros de altura y la aspillera derecha. Lo que queda en pie está afectado por profundas grietas. La cara oriental muestra muy alterado el zócalo inferior. Un gran derrumbe reciente en el centro del muro ha destruido los vanos y llega hasta la aspillera central. La esquina NE alcanza una altura de 7 metros pero está inclinada hacia fuera y es muy inestable. Conserva esta fachada restos de la moldura intermedia y del zócalo sobre ella, así como parte del enlucido. El lateral septentrional todavía ofrece restos del zócalo y cuerpo inferiores, mostrando aún las tres aspilleras. Sobre ellas se mantiene aún la moldura intermedia y su zócalo. La esquina NO está destruida y todo el muro presenta numerosas grietas. El interior está totalmente colmatado por los escombros, algunos de ellos muy recientes.
Referencias:
Ibercastillos.com
(Jesús López Requena, 2008)
(Jesús López Requena, 2010)