Hace 100 años se fundó el Radio Club de España en Madrid
Dejando al margen la actividad desarrollada por los pioneros españoles de la Radioafición desde finales del Siglo XIX, destacando las comunicaciones realizadas por Matías Balsera en 1903 desde su propia estación de aficionado, la fecha 1 de octubre de 1922 es de especial importancia.
En aquél entonces, después de haberse prohibido la radioafición en España en 1908 y cuando se extendía por el mundo la T.S.H (Telegrafía Sin Hilos) a través del imperio de las ondas largas, los aficionados trataban de alcanzar mayores distancias en las cortas y comenzaba a hacer furor el “broadcasting” en los países más avanzados. Ante tan anómala situación en nuestro país, un grupo de interesados en todo ello decidió fundar el “Radio Club de España” a similitud de los existentes en EE.UU., Inglaterra y Argentina, con la finalidad de llegar a conseguir la ansiada autorización de la Radio.
Al final de la reunión, la junta organizadora acordó celebrar la asamblea del Radio Club de España el día de fin de año de 1922 “con la solemnidad que esta sociedad científica merece” y, ya en la Nochevieja, escucharon por vez primera en España las campanadas de fin de año mediante un receptor de radio.
En julio de 1923, se publicó el primer número de su órgano oficial, la revista Tele-Radio, consiguiendo también que se convocase la Conferencia Nacional de T.S.H. con la finalidad de encauzar en nuestro país las aspiraciones de los interesados en la materia.
En el mismo mes que el Radio Club de España presentó el programa presentado en el pleno de la Conferencia para tratar de coordinar las disposiciones legales dispersas relacionadas con la utilización de ondas radioeléctricas, la pionera Radio Ibérica, dirigida por los Hermanos De la Riva, aficionados y socios del Radio Club de España, retransmitió por vez primera en la historia el sorteo de lotería de Navidad. Con ello, el furor por la “radiotelefonía” comenzó a ser tan imparable en la sociedad que surgió un fenómeno al que se puso por nombre «Radiomanía».
Tiempo después, cuando la fiebre de la Radio había invadido a la sociedad española, la Gaceta de Madrid publicó el domingo día 15, la Real orden de 14 de junio de 1924 sobre régimen de estaciones radioeléctricas particulares, y con ella quedó autorizada la radiodifusión y radioafición en España, así como a las nuevas empresas que inmediatamente surgirían tras ello.