Artículo de la periodista Mercè Molist para conmemorar el décimo aniversario del primer servidor español de publicación de documentos Web, registrado en la lista que mantenía Tim Berners Lee en el CERN. El registro se realizó a principios del 93 por Jordi Adell en la Universitat Jaume I de Castellon. El 1 de diciembre de 1993 había ya 13 servidores más registrados solo en España y muchisimos más en el mundo.

La Web permitió crear bibliotecas, tiendas y muchos otros servicios en Internet, provocando el enorme boom de Internet de los años noventa, en que pasa a utilizarse en todos los ámbitos de la sociedad y no solo en las universidades. Es entonces cuando Internet desplaza a las demás redes y se convierte en el pilar de la sociedad de la información al que todos se quieren conectar.

Su arquitectura es descentralizada y escalable, porque los servidores de publicación de documentos HTML conectados a Internet pueden instalarse libremente. Los usuarios consultan remotamente cualquier documento publicado con un navegador Web, que se trae del servidor con el protocolo HTTP. Como la Web identifica los documentos por un URL, los usuarios pueden navegar de forma muy sencilla, haciendo clics en los hiperenlaces que identifican otros documentos o servicios y crean esa enorme maraña de documentos interconectados que es la Web. El contenido publicado en Internet no ha parado de crecer exponencialmente desde la aparición de la Web.

La plataforma Web basada en URLs, HTML y HTTP ha creado un nivel por encima de TCP/IP, en el que se programan la nuevas aplicaciones y servicios en la nube, que se comunican con transacciones HTTP e interfaces REST que identifican las primitivas de acceso remotas como URLs.