En la década de 1980 la aparición de nuevas tecnologías como microprocesadores y circuitos con alto grado de integración (LSI) condujo a importantes cambios como incorporación de Procesadores en centrales de conmutación y mecanismos de Transmisión digital y asimismo a la necesidad de transportar voz datos e imagen lo que impactó en el diseño de las redes.

Estas tecnologías influyeron positivamente en el diseño de las redes de telefonía contribuyendo a la evolución de las mismas pudiendo ofrecer un mundo nuevo de servicios a la sociedad, como fue la digitalización y la incorporación de la RDSI, así como una puerta a facilitar su crecimiento, evolución y nuevas ventajas a los usuarios.

Uno de los pilares en los que se apoyó Telefónica para este objetivo fue el despliegue del Sistema AXE-10 de Ericsson que se detalla en este cuaderno.