Relación con las Telecomunicaciones

Situación: Una multiconferencia telefónica pone los puntos sobre las íes, de inventora e ingeniera, a Hedy Lamarr.

Personaje: LAMARR, Hedy.

Calling Hedy Lamarr: no ganó ningún Oscar pero nos ensanchó el espectro

Filmado en formato digital, este entretenido documental de Georg Misch ofrece el aspecto de una película de bajo presupuesto bien concebida y la sensación de una película independiente y peculiar. Es decir, no es el tipo de enfoque que uno esperaría encontrar en un documental sobre una de las estrellas de cine más bellas, glamorosas y 'artificiales' del siglo XX. Y sin embargo, Misch se sale con la suya: lo que le falta al film en términos de estilo y profundidad de análisis se ve compensado por la mirada astuta y poco convencional al culto a la celebridad en la cultura estadounidense.

En 'Calling Hedy Lamarr', varios amigos y familiares de la actriz, adicta al teléfono por cierto, se reúnen en una conferencia telefónica para hablar sobre la legendaria estrella de cine. Entre ellos se encuentran los exvecinos de Lamarr en el sur de Florida, un periodista y la hija y el hijo de la actriz.

Recuerdan la famosa belleza de Lamarr, sus rasgos de carácter inusuales, su carrera cinematográfica, sus numerosos maridos y amantes, y su mente creativa (Lamarr y George Antheil patentaron el concepto de "salto de frecuencia", actualmente utilizado en teléfonos móviles, ciertas bombas "inteligentes" y otros dispositivos). Los recuerdos van desde lo mundano a lo extraño. Un amigo, por ejemplo, menciona una de las escapadas de Lamarr a un local de comida rápida. Otro recuerda el sentido del humor de la actriz. Y otro deja ir que ella bien pudo haber sido una espía. Los hijos de Lamarr recuerdan a su madre más como una estrella de cine distante que como una madre cariñosa.

Las conversaciones telefónicas se entremezclan con fragmentos que muestran a Hedy Lamarr siendo entrevistada, sus apariciones en televisión y la actriz en casa haciendo una parodia de Sunset Blvd (1950, Billy Wilder). Misch también incluye una serie de clips de films de Lamarr, entre ellos Éxtasis (1933, Gustav Machatý), en el que tiene breves escenas de desnudo y sexo que causaron furor en su momento, y Argel (1938, John Cromwell), su primera aparición en Hollywood.

Pero sin duda, cortesía de un montaje inteligente, lo mejor es cuando vemos largas secciones con Anthony Loder, el hijo de Lamarr y el actor John Loder, en las que Loder transmite lo efímero de la fama de su madre, además de hablar sobre su propio fracaso al convertirse en una personalidad cinematográfica; pero sobre todo cuando Loder, entre los estantes de la tienda de telefonía que regenta, expone y tangibiliza a dos manos las aplicaciones del invento de su madre que nos rodean y se comercializan.