Relación con las Telecomunicaciones

Situación: Ficción de realidad virtual de autor en horario de máxima audiencia, en un formato de miniserie que en su momento no existía como tal en la tv alemana.

Situación: Series interactivas, el nuevo reto de la televisión.

El mundo conectado: lo que ve cuando se mira en el espejo es tan solo la imagen que los demás se hacen de usted

El equipo de investigación dirigido por el profesor Vollmer ha desarrollado un mundo artificial por ordenador que predice el futuro y está formado por modelos basados en personas reales. Un día, el profesor se suicida, y Fred Stiller, un colaborador que le sucede, mientras investiga su muerte, pone el proyecto cibernético al servicio de Hartmann, director de un poderoso cártel de la siderurgia que pretende conocer las predicciones sobre la producción de acero de los próximos veinte años. Desde este momento, comienza a ser testigo de una serie de inexplicables sucesos hasta que uno de los modelos se cuela con éxito en la realidad y le revela que este mundo real y todos sus habitantes, incluido el propio Stiller, no son más que una simulación artificial, motivo por el cual se suicidó el profesor. Esta confesión lo pone en peligro: bajo la presión implacable de Hartmann, perseguido por la policía, y con Eva, la hija de Vollmer, como única aliada, decide huir, aunque todo parece conjugarse en su contra. Finalmente, mientras en la realidad alternativa muere alcanzado por unos disparos, Eva consigue atraerle al mundo real.

El mundo conectado es una miniserie de televisión de dos capítulos para la WDR que Fassbinder adaptó de la novela 'Simulacron-3' de Daniel F. Galouye. El trazado del film esta pautado por cuestiones como la la identidad (la creación artificial pero de perfecta apariencia humana que desarrolla una consciencia sobre su condición) y las perceptivas-cognitivas (la realidad como constructo, el mundo como capricho de demiurgos ociosos o calculadores).

Los dos capítulos, a modo de doble largometraje o película en dos partes, se erigen en una exhibición, algo más explícita de lo habitual, de las preocupaciones del director alemán: el paria aplastado por la realidad social, política y económica creada por la entente de poderosos y medios de comunicación y las relaciones personales y amorosas como teatro de fuerzas destructoras en las que los sentimientos suelen tener precio y donde el débil, el que más desinteresadamente se ha entregado, sale siempre malparado.

Así, 'El mundo conectado' presenta una sofisticada estructura de universos imbricados. En 1973 Fassbinder ya había rodado 'El mercader de las cuatro estaciones' (1972) y 'Las amargas lágrimas de Petra von Kant' (1972), e iba a aprovechar el género fantástico para exacerbar ese advenimiento barroco en una significativa multiplicación de espejismos: el plano recargado, rico en reflejos y proyecciones, aquejado de incesante movilidad pero siempre distante y gélido, que aprisiona a los personajes en entramados que refuerzan el propio enclaustramiento del encuadre, se pasea por una realidad que en el fondo es la proyección de un simulador. Y los moradores de este mundo recreado están tan lejos de saber la verdad que hasta han llegado ellos mismos a crear otro mundo virtual. Es así que se triplican las marionetas y en cada universo la ruptura aparece cuando una de ellas pretende ascender al que considera es el mundo real.

Los formatos de la ficción en la TV.

Serie. El formato de ficción más utilizado. Se caracteriza por estar protagonizada generalmente por parejas, grupos de personas no muy numerosos y por colectivos profesionales (médicos, policías, abogados, etc). En España se acuñó el término 'serie familiar' para producciones para todos lo públicos, que incluían en la historia a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores. Normalmente son obras audiovisuales que no tienen muchos decorados donde centrar la acción, lo que facilita las grabaciones y suponen un ahorro notable en los costes. Desde el punto de vista de la dramaturgia es una consecución episódica de relatos que contiene un número fijo de personajes relacionado por unas tramas que, o se continúan durante varios episodios o concluyen en cada entrega. Las series en España suelen tener una duración que oscila entre los 70 y 90 minutos y el número de entregas normalmente de 13 episodios, con los que se cubre la programación de un trimestre.

Miniserie. Tradicionalmente se identifica con una producción ambiciosa desde el punto de vista formal (ambientación, decorados, exteriores, muchos extras), reparto con actores y actrices famosos y una inclinación hacia la adaptación de obras literarias, aunque también recree acontecimientos históricos o plasme la biografía de personajes célebres o populares. La miniserie consta habitualmente de entre dos y cuatro episodios (60 minutos por entrega) y todos tienen una única trama principal que va resolviendo en cada emisión. Cada capítulo se cierra con un momento de clímax que genera una expectativa en el espectador que le 'condena' a ver el siguiente. Normalmente su programación es semanal, aunque también se prodiga la continuidad en dos, tres o cuatro días.

'TV movie'. La película para televisión o 'telefilme'. Desde el análisis de la geografía visual se diferencia de una película por tener pocos planos generales y sí muchos planos medios y primeros planos, con casi total ausencia de panorámicas y trávelin. Los argumentos suelen estar basados en la realidad (de ahí la célebre leyenda "basado en hechos reales"), siendo el género más frecuentado el melodrama.

Telenovela. Entre las señas de identidad de la telenovela destacan la sublimación de las grandes pulsiones humanas hasta limites insospechados (el amor, la traición, la pasión, la ambición, la lealtad... aliñado todo con raptos, fugas, duelos, envenenamientos...) o el marcado dualismo entre buenos y malos. Este género audiovisual se ha convertido por derecho propio en el heredero de los folletines literarios de finales del siglo XIX. Las telenovelas transitan preferentemente por el camino del melodrama, tienen una gran cantidad de episodios (es normal que superen los 200) y su duración oscila entre la media hora y la hora.

Serial. Este es el formato con la definición más imprecisa porque cabalga entre la serie y la telenovela y los elementos que lo diferencian tanto de uno como de otro son muy tenues. Tiene elementos estructurales de la serie y componentes discursivos de la telenovela. El serial es un formato de emisión diaria con una duración de media hora y sin número de capítulos fijado. Puede desarrollarse en el presente o en el pasado. Si la audiencia responde se va prolongando la historia y se van añadiendo nuevos personajes y tramas. No tiene muchos decorados y los exteriores brillan por su ausencia. Los argumentos responden habitualmente a historias cotidianas de la gente y a las relaciones que se establecen en espacios físicos bastante acotados (una calle, un barrio).

Series interactivas, el nuevo reto de la televisión.

Según una encuesta realizada en 2017 por Invidis y DSF Europe, la interactividad aparece como una de las actividades más relevantes en España del 'Digital Signage' (señalización digital, uso de contenidos digitales emitidos a través de pantallas en sustitución de los carteles tradicionales para mejorar la presentación y promoción de ventas de productos). Así lo dicen el 75% de las marcas entrevistadas.

Esta relevancia no es nueva ni mucho menos. Ya en 2013, en el estudio ‘Consumo e interacción con publicidad móvil en España‘ se revelaba que el 44% de los usuarios prefería la publicidad móvil interactiva. Todo ello cobra un interés distinto cuando hablamos de un formato como las ficciones de televisión. Las series interactivas abren nuevos frentes y posibilidades para las cadenas y productoras.

La interactividad supone cambiar las clásicas reglas del juego televisivo. Si bien antes había un emisor que ponía en circulación un mensaje (la serie) para que llegara al público, de una forma unidireccional y cerrada; ahora, esta herramienta permite un camino de ida y vuelta en el que el usuario es capaz de diseñar su propio recorrido, atendiendo a sus gustos y preferencias.

Esta técnica supone llevar un paso más allá la experiencia del usuario, pues sus acciones son básicas para el devenir de una serie. Para sumergirse en este nuevo formato algunas plataformas han elegido la animación y el target infantil. El hecho de apostar por productos de este tipo, con formato de dibujos animados, le permite a la empresa tener más campo de acción a la hora de diseñar espacios y situaciones. El público infantil, a priori, puede parecer un buen receptor para conectar con la interactividad pues permite crear, por ejemplo, contenidos divulgativos para ellos. Y también porque los niños son más proclives a recibir de buen grado estas iniciativas que les acercan a los nuevos lenguajes audiovisuales.

Las dificultades que plantea este nuevo reto son varias. De momento (marzo de 2017), en el caso de Netflix, sólo es compatible con Smart TV, consolas e iOS. Otras opciones como la versión web, Android o Apple TV se quedan fuera. Para Netflix es, sin duda, un nuevo campo de experimentación y hará uso del 'Big Data' para estudiar cómo es la reacción de los usuarios ante las nuevas propuestas interactivas y si merece la pena seguir en esa línea de producto.

La importancia de la RV.

La realidad virtual es otro gran fenómeno digital de nuestro tiempo. En el estudio de Oracle, en 2016, ‘¿Pueden las experiencias virtuales reemplazar la realidad?‘ sobre las herramientas que las marcas esperan emplear en sus interacciones con los consumidores en los próximos tres años, la RV es una opción mayoritaria para el 80% de los encuestados, profesionales del mundo del marketing.

El uso de la realidad virtual en televisión va unido, en muchos casos, al de las series interactivas. Ello se debe a que un espacio de 360º ofrece muchas posibilidades y estímulos para el espectador, muchos elementos que pueden llamar su atención. La elección de uno u otro puede crear una nueva historia.