Relación con las Telecomunicaciones

Situación: La electricidad, el telégrafo y otros grandes descubrimientos y logros que iluminaron la sociedad a finales del siglo XIX.

Personaje: VOLTA, Alessandro.

Excelsior: la titánica lucha que mantiene el progreso contra la involución

En 1881 La Scala de Milán organizó un magnífico espectáculo. El objetivo era presentar mediante un ballet todos los grandes descubrimientos y logros que habían visto la luz a finales del siglo XIX. El resultado fue una trama coreográfica, histórica, alegórica y fantástica en dos actos y once escenas.

Excelsior es una composición coreográfica, que loa los avances del progreso y los logros de la ciencia muy en consonancia con aquella era del optimismo supremo. Así en el escenario aparecen logros técnicos como la máquina de vapor, el puente de Brooklyn, la electricidad, el telégrafo, el canal de Suez y el túnel entre Italia y Francia.

Como contrapartida dramática, para asegurarse de que este espectáculo no se convierte en una aburrida lección de historia, hay un adversario, el Oscurantismo, un 'Orfeo negro' con el disfraz de un esqueleto, que intenta por todos sus medios evitar el progreso aunque al final es derrotado por la iluminación, por la Luz.

Excelsior refleja el optimismo de las nuevas clases que, con una confianza ilimitada en el progreso de la ciencia y la tecnología, vieron en la industria y en los nuevos descubrimientos los instrumentos para sacar a la humanidad de todos sus problemas heredados.

Si se añade la glorificación de las fraternidades y el internacionalismo, junto con la yuxtaposición de la oscuridad, la luz y la iluminación, se suscita la esperanza de una nueva ética.

En 2019 esto puede parecer anticuado y cursi, entre otras cosas porque hoy en día puede tildarse de ingenuo su optimismo en el progreso, pero en su época fue uno de los mayores éxitos en la historia de la danza italiana.

Excelsior es una obra muy característica y debe ser considerada un documento importante de la cultura italiana de finales del siglo XIX. La música de Romualdo Marenco es sobria y muy apropiada para el ballet. Se inspira en las danzas populares, como por ejemplo en la famosa Mazurca del Weser. La coreografía combina formas de danza tradicional del siglo XIX con elementos modernos y dinámicos. El ballet tuvo un enorme impacto en el público, sobre todo por su gran espectacularidad (la coreografía original tenía a más de 500 artistas, caballos, e incluso un elefante, sobre escenario). Las representaciones recientes demuestran que es difícil permanecer inmune a la fascinación de un espectáculo de este tipo.

La obra, según un libreto de Luigi Manzotti, se estrenó en La Scala de Milán el 11 de enero de 1881 y tuvo otras 103 representaciones durante ese mismo año. En 1883, 1888 y 1894 el programa de La Scala volvió a ofrecer esta obra con gran éxito y la obra se siguió representando durante el siglo XX, en 1909 y 1910. La última actuación en La Scala tuvo lugar en 1916. Otros teatros europeos también incluyeron el exitoso trabajo de Manzotti en sus programas. En París, Excelsior se escenificó en la inauguración del Eden Theatre en 1883, que era entonces el teatro más grande y moderno de París, y en Londres se representó en el Her Majesty's Theatre en 1885.

Aunque Excelsior no mantuvo su lugar en el repertorio después de la Primera Guerra Mundial, siguió siendo una gran atracción en el programa de los teatros de marionetas. A los tres años del estreno, el teatro de marionetas de la Compagnia Luciano et Rinaldo Zane del Teatro Gerolamo de Milán ya ofrecía una representación de la obra en un arreglo para el teatro de marionetas, que deleitó a sucesivas generaciones de espectadores hasta poco antes del cierre del teatro en 1956.

El legendario ballet Excelsior fue redescubierto en 1967 para el 30º 'Maggio Musicale Fiorentino'. Excelsior siguió llamando la atención también en esta nueva versión con arreglos de Fiorenzo Carpi y Bruno Nicolai, y los críticos reconocieron la pieza como un auténtico documento de la cultura italiana de finales del siglo XIX. Fue incluida de nuevo en el programa de La Scala de Milán en tres temporadas sucesivas (1975, 1976 y 1977) y fue grabada por la televisión italiana RAI. Después de que Excelsior se hubiera presentado en varios teatros italianos, entre otros en Roma, Nápoles y Verona, volvió a la Scala de Milán durante la temporada 2001/02.