I pirati dello spazio (Hackers del espacio)
I pirati dello spazio (Hackers del espacio)

Dirigida por

Alessandro Bernard, Enrico Cerasuolo, Paolo Ceretto

Año

2007

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: A propósito de una época donde la radio cumplió un fuerte rol político a la par que ofrecía un componente casi mágico.

Situación: De la radioafición a la estación de seguimiento espacial, con medios propios.

Situación: Los años Sputmik y la teoría de los cosmonautas perdidos.

Situación: El fin de una era: la televisión acaba con la investigación mediante receptores de radio.

I pirati dello spazio (Hackers del espacio): más allá del espacio profundo, como los cosmonautas perdidos

El jueves 22 de enero de 2015 fallecía Achille Judica Cordiglia en Molinette, Italia, y con su muerte se cerraba una época donde la radio había cumplido un fuerte rol político a la par que ofrecía un componente casi mágico.

A finales de 1957 y principios de 1958, muchos jóvenes seguían por radio las balizas de los primeros satélites artificiales de rusos y estadounidenses en órbita alrededor de la Tierra (4 de octubre de 1957, Sputnitk I; 3 de noviembre de 1957, Sputnik II con la perra Laika a bordo; 31 de enero de 1958, Explorer 1). Unos acontecimientos que causaron mucho interés y seguimiento.

Entre 1957 y 1969, en Turín, Achille y Giovanni Battista (Gian) Judica Cordiglia, dos jóvenes hermanos radioaficionados, crearon su propia estación de seguimiento y la llamaron 'Torre Bert'. Su objetivo era captar las señales de telemetría, y otros enlaces descendentes de datos, de los primeros satélites lanzados por la URSS y la NASA.

Su afición por la radio comenzó en 1949 cuando vivían en Erba. Achille con 16 y Gian con sólo 10 años trataron, sin éxito, de engatusar a su padre para construir una estación de onda corta. Tuvieron mejor suerte con su madre y con la aportación materna compraron excedentes de equipos de radio que el ejército de los EE.UU. puso en venta.

Cuando empezaron a comunicarse con radioaficionados, la afición por las ondas comenzó a acaparar por completo los pensamientos de los dos hermanos.

En 1959 la familia se trasladó a Turín. En esas fechas los lanzamientos de satélites habían comenzado y, como este acontecimiento les fascinaba, fue el comienzo del proyecto de la Torre Bert.

Las actividades de los hermanos requerían de mayor espacio para sus antenas así que consiguieron el permiso para reciclar las instalaciones de un viejo búnker alemán a las afueras de Turín. Con la ayuda de un buen número de voluntarios trabajaron en la puesta en condiciones del sitio. Instalaron no menos de 20 antenas en el techo para distintas bandas y hasta montaron una antena de plato de unos 15 metros de diámetro y un peso de una tonelada y media.

Lograron que el interior del búnker luciera como una réplica de Cabo Cañaveral. Incluso los voluntarios caminaban con guardapolvos blancos entre los equipos del ejército norteamericano de la Segunda Guerra Mundial que habían conseguido para equipar la estación de monitoreo.

También tenían una un automóvil equipado, el TBM (Torre Bert Móvil), que se convirtió en el primer vehículo de seguimiento satelital.

Entre los voluntarios estaba María Teresa, la hermana de los chicos, quien se encargaría de traducir del ruso los mensajes de los vuelos tripulados por soviéticos.

Finalmente fueron capaces de grabar comunicaciones procedentes de las misiones Sputnik y Explorer así como conversaciones entre los astronautas y sus respectivas estaciones terrenas.

Tal vez el mensaje más conmovedor fue uno sin palabras a principios de febrero de 1961. Interceptaron unos registros del corazón de los astronautas que estaban monitoreados automáticamente, acompañados de sonidos de respiración dificultosa. Achille le pasó la grabación al dr. Achille Mario Dogliotti, famoso cirujano de corazón, que dictaminó: "Estos sonidos son de corazones de hombres moribundos".

En 1965 los hermanos quisieron organizar una cobertura radioeléctrica global y la novia de Gian, Laura Furbatto, fue la encargada de reclutar otros observadores del espacio, radioaficionados y amigos repartidos por todo el mundo. Se trataba de la red Zeus, formada por 17 estaciones conectadas entre sí por onda corta. Sin embargo, no ha quedado demostrado que la red funcionara y ninguna de las fotos que se conocen del techo de la Torre Bert muestra antena alguna para trabajar en HF con las estaciones remotas de la red.

En la noche del 20 de Julio de 1969, a 12 años del comienzo de la recepción de los beeps del Sputnik I, los hermanos Judica Cordiglia transmitieron por radio desde Torre Bert el aterrizaje en la Luna.

Según explicarían más adelante, ese evento marcaba el fin de una era. No tenía sentido seguir vigilando el espacio en busca de señales de radio provenientes de vehículos espaciales cuando la televisión llevaba imágenes en directo a todo el mundo.

En 2007, el documental de Alessandro Bernard, Enrico Cerasuolo y Paolo Ceretto rescató del olvido a los hermanos, dos radioaficionados de los albores de la era espacial siempre dispuestos a defender la veracidad de sus grabaciones a quienes quieran escucharlos.

Vídeos

Los hermanos Achille Judica Cordiglia (Paderno Dugnano, 9 de septiembre de 1933-Turín, 22 de enero de 2015) y Giovanni Battista Judica Cordiglia (Erba, 1939) son dos entusiastas de las telecomunicaciones de los años sesenta, famosos por haber podido escuchar las supuestas señales provenientes de los primeros satélites, tanto soviéticos como estadounidenses, entre los que se encuentran el Sputnik 1, el Sputnik 2 y el Explorer 1.

Hackers del espacio

Al principio usaron los receptores en su casa pero luego adaptaron un viejo búnker, bautizado Torre Bert, como base de su centro de escucha espacial. Sus hazañas despertaron mucho bombo en la prensa general de la época e incluso fueron invitados un concurso televisivo locutado por Mike Bongiorno y al ganar el premio optaron por un viaje a la sede de la NASA, realizando así su sueño de entusiastas del espacio. Entre las muchas grabaciones hay algunas muy sugerentes que los hermanos aseguran estar relacionadas con vuelos tripulados realizados por los soviéticos mucho antes del vuelo de Yuri Gagarin, vuelos no anunciados públicamente por los medios de comunicación de la antigua URSS y que terminaron de manera trágica, con la pérdida de la tripulación. Las grabaciones contienen lo que, según los hermanos, pueden ser los últimos suspiros de cosmonautas moribundos o sus llamadas desesperadas antes de morir. En particular, el primero de estos registros se remontaría a noviembre de 1960, el segundo a febrero de 1961. De estas supuestas misiones humanas previas a la de Gagarin, la Unión Soviética nunca ha confirmado su existencia; el programa italiano de Radio Moscú en ese momento se preocupaba por refutar las conclusiones de los hermanos, mientras que algún periódico del régimen llamó a los hermanos "bandidos" debido a sus insinuaciones. Otros, sin embargo, argumentan la falta de fiabilidad de esta teoría basada en el hecho de que muchos otros radioaficionados europeos que también estaban a la escucha no confirmaron las escuchas realizadas por los hermanos relacionadas con los cosmonautas perdidos.

Space hackers

Documental sobre dos hermanos italianos que escucharon antes que nadie las transmisiones de los primeros satélites y las primeras misiones espaciales. En 1957, el mundo entero quedaba impactado con la misión Sputnik I, el primer satélite artificial de la historia. Mientras, en las colinas de Turín, Italia, en una estación espacial privada llamada Torre Bert, dos jóvenes hermanos -Achille y Giovanni Battista Judica Cordiglia- se convertían en los precursores de la piratería. Con su ingenio registraron todas las señales de radio desde el espacio durante todo el período de la Guerra Fría. Este documental, basado en archivo privado de los propios hermanos, cuenta la historia de estos hechos y muestra la conocida carrera espacial entre Estados Unidos y la URSS desde una nueva perspectiva.

Hackers del Espacio

Federico Tomasczik, LW3ESH: Lo que sigue es un resumen de esta historia contada de manera más crítica, sustentada por datos que fui recogiendo haciendo arqueología en Internet de Achille y Gian. Al final encontrarán los enlaces a sitios de donde coseché buena parte de la información aquí compartida. Pasen y vean. Y comenten.

Los Judica Cordiglia y los fantasmas del espacio

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