Johnny Mnemonic
Johnny Mnemonic

Dirigida por

Robert Longo

Año

1995

Etiquetas

1990 | Internet | Privacidad | RV

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: La privacidad de las comunicaciones, la tecnología como instrumento de control social, la hegemonía de las grandes corporaciones, la resistencia a la tecnología a partir de sus propios instrumentos y el surgimiento de la realidad virtual.

Johnny Mnemonic: parece llegado el momento que sea la tecnología la que se adapte a nuestra vida o muera

En el año 2021, el mundo está conectado por una enorme red informática, Internet. Las grandes corporaciones gobiernan. La mitad de la población sufre de una extraña enfermedad llamada SAN, Síndrome de Atenuación Nerviosa (en inglés, NAS, Nerve Attenuation Syndrome), popularmente conocida como STN, Síndrome del Temblor Negro. Un síndrome mortal y epidémico que provoca temblores y un gran malestar a quien lo padece y cuyo origen y cura son todavía desconocidos. Las corporaciones tienen la oposición de los Lo-Teks, un movimiento de resistencia surgido de las calles, así como los Hackers, piratas de datos y guerrilleros informáticos de las infoguerras. Las corporaciones se defienden contratando a los Yakuza, la más poderosa de las organizaciones criminales. Preservan sus datos en el 'hielo negro', virus letales preparados para abrasar los cerebros de los intrusos. Pero los Lo-Teks (una tribu urbana que abandona toda tecnología avanzada, de ahí su nombre, variación del termino inglés low tech, baja tecnología) aguardan en sus fortalezas, en los viejos núcleos urbanos como ratas hacinadas en las paredes del viejo mundo. La información más valiosa debe confiarse a correos mnemónicos, agentes de élite que transportan los datos en implantes cerebrales de cable húmedo.

Sólo Johnny es un correo mnemónico capaz de transportar hasta 80 Gigabytes de información para clientes de dudosa legalidad que no desean exponer sus datos a la inseguridad de Internet (que es un vasto mundo de "realidad virtual" con grandes beneficios... y aún mayores riesgos). Sin embargo Johnny quiere retirarse del negocio y recuperar los recuerdos de su infancia que sacrificó para dar cabida al "disco duro" implantado en su cabeza. Para costearse esa difícil operación, su agente, Ralfie, sugiere a Johnny aceptar un último pero arriesgado trabajo. El primer problema es que debe almacenar más información de la que cabe en su implante, ampliado por él mismo hasta 160 Gigabytes, y el exceso de datos empieza a producir un "desbordamiento sináptico" que lo matará si en cuestión de días no descarga la información de su memoria. El segundo problema es que los clientes resultan ser varios científicos japoneses que quieren revelar el secreto mejor guardado de su empresa, el emporio farmacéutico PharmaKom. El tercer problema es que la mafia japonesa (los Yakuza) va detrás de esa información y cuando irrumpen en la sesión de transferencia abortan el envío de los tres fotogramas que han formado la clave de encriptación. El cuarto problema es que sin esa clave no es posible descargar los datos alojados en el implante, algo que los Yakuza piensan resolver cortándole la cabeza a Johnny para con calma poder extraer el implante y la información en él alojada. Nadie dijo que el trabajo de un correo mnemónico fuese un camino de rosas.

Johnny Mnemonic y William Gibson.

"Johnny Mnemonic" es uno de los cuentos más importantes de William Gibson, autor considerado como el Homero de la posmodernidad pues en su breve pero certera obra ha sabido reflejar gran parte de los temas que causan temor al hombre moderno en un intento de explicarlos, bien para enseñar a convivir con ellos, bien para expiarlos.

El cuento apareció publicado en la revista Omni en mayo de 1981 y posteriormente, en 1986, formó parte de 'Quemando cromo', una colección de relatos cortos de Gibson. El propio Gibson se encargó de la adaptación del guion para la película, una adaptación cinematográfica trufada de referencias de, en aquel momento, su última novela 'Luz virtual', editada en 1993. William Gibson quedó muy descontento del resultado de la adaptación de su propia historia. A pesar de aparecer acreditado como guionista único, durante años ha insistido que no fue su guion el que finalemte se llevó a la gran pantalla.

Datos, información y conocimiento.

En una conversación informal, los tres términos suelen utilizarse indistintamente y esto puede llevar a una interpretación libre del concepto de conocimiento. Quizás la forma más sencilla de diferenciarlos entre sí sea pensar que los datos están localizados en el mundo y el conocimiento está localizado en agentes de cualquier tipo (personas, empresas, máquinas...), mientras que la información adopta un papel mediador entre ambos.

Los datos son la mínima unidad semántica y se corresponden con elementos primarios de información. También se pueden ver como un conjunto discreto de valores, que no dicen nada sobre el por qué de las cosas y no son orientativos para la acción. Un número telefónico o un nombre de una persona, por ejemplo, son datos. Los datos pueden ser una colección de hechos almacenados en algún lugar físico como un papel, un dispositivo electrónico (CD, DVD, disco duro...), o la mente de una persona.

La información se puede definir como un conjunto de datos procesados y que tienen un significado (relevancia, propósito y contexto). Los datos se pueden transformar en información añadiéndoles valor por contextualización (se sabe en qué contexto y para qué propósito se generaron), categorización (se conocen las unidades de medida que ayudan a interpretarlos), computación (procesados matemática o estadísticamente), corrección (se han eliminado errores e inconsistencias) o condensación (se han podido resumir de forma más concisa). En definitiva, la información son datos contextualizados (añaden valor) que aportan utilidad (disminuyen la incertidumbre).

El conocimiento es una mezcla de experiencia, valores, información y habilidades que sirve como marco para la incorporación de nuevas experiencias e información, y es útil para la acción.

No obstante, las fronteras entre estos tres términos no siempre están claras pues lo que para una persona son datos para otra es información.

Internet y la realidad virtual.

Una de las metáforas más antiguas sobre el principio de funcionamiento de la realidad virtual y la telepresencia la podemos encontrar en la caverna de Platón; lugar en el que el filósofo griego sitúa a un grupo de prisioneros encadenados desde su nacimiento. Obligados a mirar hacia la misma pared durante toda su vida, los prisioneros daban la espalda a un fuego frente al que paseaban personas con distintos objetos con el fin de proyectar sus sombras sobre la pared. Según Platón, quienes estaban prisioneros en esa caverna considerarían que la realidad no eran ni las personas ni los objetos que llevaban, sino las sombras que producían. Su verdad estaría así adulterada por el prisma del fuego, que la reduciría a dos dimensiones y evitaría la percepción directa de los objetos y personas que realmente eran.

La alegoría de la caverna sirve para comprender que el conocimiento directo de la realidad que nos rodea se reduce a una porción muy pequeña del conjunto de nuestros saberes. Así, la mayoría de nuestras convicciones no son fruto de nuestra propia experiencia, sino de la transmisión de conceptos e ideas a través de un tercero (una persona, un libro, un vídeo, un dispositivo). A su vez, esa experiencia personal no es más que el resultado de un análisis subjetivo realizado por nuestro cerebro de todos los estímulos externos. Pero, una persona puede percibir una misma realidad de forma muy distinta a otra sin que por ello esa realidad cambie; ahí están la pareidolia, ese fenómeno psicológico consistente en el reconocimiento de patrones significativos (como caras) en estímulos ambiguos y aleatorios o anomalías genéticas como el daltonismo para confirmar que vivimos tras las gruesas barreras de nuestra propia interpretación del mundo.

Internet y las redes sociales son, a cuatro años de 2021, el paradigma de esta nueva forma de interaccionar con nuestro entorno. Basta pensar en la posibilidad de conocer a gente a través del ordenador para comprender que añadimos velos a una percepción de por sí difusa. La aparición de las tecnologías de realidad virtual y su posible desembarco a corto plazo en el entorno doméstico podría ser un punto de inflexión en esa tendencia al vernos transportados a un lugar virtual y encontrarnos con las otras personas tal vez nos ayude a sentirnos más cerca unos de otros. Puede que ese sea uno de los motivos que llevaron, en marzo de 2014, a Facebook a comprar Oculus VR y a sus directivos a aceptar esa oferta en vez de las de Microsoft o Google. Todos ellos saben que la tecnología de realidad virtual, especialmente la inmersiva, tiene mucho potencial dentro del mundo de las redes sociales gracias a que nuestra mente se siente perfectamente ubicada en el entorno virtual. Y es que aunque nuestro cerebro sabe perfectamente que se encuentra en un entorno virtual creado por ordenador nuestros sentidos nos indican que realmente estamos ahí.

NAS: el almacenamiento exento del temblor negro o de la atenuación nerviosa.

El almacenamiento conectado en red, Network Attached Storage (NAS), es el nombre dado a una tecnología de almacenamiento dedicada a compartir la capacidad de almacenamiento de un computador (servidor) con computadoras personales o servidores clientes a través de una red (normalmente TCP/IP), haciendo uso de un sistema operativo optimizado para dar acceso con los protocolos CIFS, NFS, FTP o TFTP.

Los sistemas NAS son dispositivos de almacenamiento a los que se accede desde los equipos a través de protocolos de red (normalmente TCP/IP). También se podría considerar un sistema NAS a un servidor (Microsoft Windows, Linux, etc.) que comparte sus unidades por red, pero la definición suele aplicarse a sistemas específicos.

Los protocolos de comunicaciones NAS están basados en archivos por lo que el cliente solicita el archivo completo al servidor y lo maneja localmente, por lo que están orientados a manipular una gran cantidad de pequeños archivos. Los protocolos usados son protocolos de compartición de archivos como Network File System (NFS) o Microsoft Common Internet File System (CIFS).

Muchos sistemas NAS cuentan con uno o más dispositivos de almacenamiento para incrementar su capacidad total. Frecuentemente, estos dispositivos están dispuestos en RAID (Redundant Arrays of Independent Disks) o contenedores de almacenamiento redundante.

Vídeos

Año 2021. Transmitir información ya no es seguro. Los teléfonos, ordenadores y satélites son vulnerables. Pero existe una solución: introducir los datos en el cerebro de un correo humano. Johnny es la representación del hombre tecnológico, no solo vive en una sociedad hipertecnológica sino que él mismo es un ser tecnológico. El trabajo de Johnny está íntimamente relacionado con la información. Johnny está en la cresta de la ola, maneja datos, la mercancía más preciada en estos tiempos pero, al igual que hombre moderno, no tiene acceso a ellos. Johnny posee la información, pero no el conocimiento. Durante siglos se creyó que información y conocimiento eran palabras sinónimas. Hoy, desbordados por la avalancha de datos, somos conscientes de que son términos relacionados pero no sinónimos.

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