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Supuso el fin del aislamiento gallego hacia el resto del país. La llegada del tren a Galicia nos unió a Zamora a través de carriles de hierro. En 1883 estas vías abrieron las relaciones comerciales con Castilla y con la capital. Y fue Monforte de Lemos la estación cuna del ferrocarril gallego, eso propició que se asentase aquí un gran depósito de mantenimiento de las máquinas de vapor.

Ese hecho produjo un gran desarrollo social y económico, primero para Monforte, después para la comarca y luego a todo Galicia, convirtiéndose en el medio de transporte más importante de la época. El desarrollo económico de la capital de Lemos fue notorio, impulsado por la llegada de casi 3000 trabajadores al conjunto del depósito de tracción vapor. Las máquinas de vapor son muy difíciles de preservar, necesitan una gran inversión de mantenimiento y sobretodo las instalaciones. Sin las infraestructuras sería imposible crear un museo. Monforte se lo puede permitir debido a que la villa creció hacia el otro lado de las vías.