Dirigida por
Neill BlomkampAño
2015Relación con las Telecomunicaciones
Situación: La compilación de una inteligencia artificial, su implantación en un robot y la depuración por aprendizaje desembocan en una toma de conciencia cuya transferencia da acceso a la trascendencia.Chappie: CRC. Soy Consciente. Soy Real. Soy Chappie.
"Soy consciente."Chapi. En 2016, un robot policía se salva del desguace para, con su batería a punto de agotarse como seguridad pasiva, ser el conejillo de indias de un creador que ha compilado sin errores la semilla informática de una inteligencia artificial que una vez implantada le faculta tras un periodo de aprendizaje, como cualquier niño humano, para tomar conciencia propia y, como cualquier inteligencia terrena, renegociar las dudas morales para seguir vivo y trascender.
"Soy real."
Papi y Mami. Como cualquier criatura que viene a este mundo, los factores circunstanciales de tiempo y lugar no pueden obviarse. Además, el destino gusta del humor negro. Sí, los padres y allegados de esta inteligencia infantil en cuerpo de robot policía son un grupo de delincuentes que lo han robado a su creador.
"Soy Chappie."
Cuestiones de IA aparte, uno de los carteles de promoción alumbra la perspectiva de que el coleguita también trata sobre la 'infancia robada', la de todos esos niños que por factores circunstanciales de tiempo y lugar disponen de un fusil en vez de un lápiz carbón.
"¿Sabes lo que es una oveja negra?. No. Es como cuando eres distinto a todos los demás."
Chappie le sirve al director para plantear, de nuevo, qué es lo que nos hace humanos en una sociedad cada vez más deshumanizada. Neill Blomkamp debutó, al amparo de Peter Jackson, con "Distrito 9" (2009) planteando la segregación racial en una Sudáfrica del presente próximo (la acción transcurre en 2010) en donde los humanos conviven con una numerosa población extraterrestre que, obviamente, ha sido recluida en un gueto. En su siguiente película, "Elysium" (2013), incide en la desigualdad entre pobres y ricos en un futuro lejano (la acción transcurre en Los Ángeles 2154) partiendo del apunte dado el año anterior por Ridley Scott en "Prometheus" (2012), y su políticamente correcta cámara quirúrgica espacial, establecía los muy presentes recortes presupuestarios en salud pública como el eje orbital de la trama pues el objetivo de los 'inmigrantes ilegales' era llegar a la estación espacial Elysium para entrar en cualquiera de las muchas casitas residenciales todavía sin habitar y usar la cámara quirúrgica con que contaban.
"Es como un niño, tiene que aprender."
Con este coleguita de la mano, Neill Blomkamp, nacido en 1979, rinde tributo a dos tótems de su infancia: "Cortocircuito" (1986, John Badham) y "Robocop" (1987, Paul Verhoeven).
"Yo te he traído a este mundo: una máquina que puede pensar y sentir."
Y lo presenta en 2015, el año en el que la figura de Alan Turing está en cartelera, bien directamente por su tardío reconocimiento social ("The imitation game", 2014, Morten Tyldum), bien indirectamente por su trascendencia y singularidad ("Transcendence", 2014, Wally Pfister) o, indiscutible y simultáneamente, por su contribución de forma particular ("Autómata", 2014, Gabe Ibáñez) e incluso provocativa al enigma de si las máquinas pueden pensar ("Ex_Machina", 2015, Alex Garland). También, debe ser algo más que coincidencia, la declaración de Marvin Minsky recogida en la revista XLSemanal (junio de 2014): "Algún día seremos capaces de alcanzar la inmortalidad. Haremos copias de nuestros cerebros. Puede que los creemos en un laboratorio o que, simplemente, descarguemos su contenido en un ordenador".
"Eso es, ¡ven!, ven aquí coleguita."
Y ¿qué decir de la presencia de la colega Sigourney Weaver?. De entrada, cualquier cosa menos gratuita pues no solo eclosionó el año del nacimiento de Neill ("Alien, el octavo pasajero", 1979, Ridley Scott) sino que completa la tríada de tótems de los 80 habiendo demostrado ser una mujer de armas tomar ("Aliens, el regreso", 1986, James Cameron) y, sobre todo, porque va a estar ante la cámara de esta blanca oveja negra de la dirección llamada Neill Blomkamp en un próximo proyecto Alien.
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Sinopsis de la película y el vínculo con dos proyectos de DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency): Atlas y Avatar, en línea con los dos modelos que se plantean en 'Chappie'.
Tras la apariencia de una cumplidora película de entretenimiento subyace una obra metafísica de primer orden. Chappie es el nuevo orden mundial, es el anhelo de la humanidad que desea la armonía con la naturaleza y el cosmos. Chappie nos muestra cómo la inteligencia artificial nos conduce hacia ese cielo o paraíso preconizado por leyendas y religiones del mundo y triangulado por la inmortalidad, el no dolor y la omnisciencia universal. Esta evolución pinta imparable: robots cada vez más parecidos a humanos y a los que transferiremos nuestra conciencia para así ser inmortales y estar interconectados unos con otros y componer el Internet del futuro, el saber universal.
Toda moneda tiene dos caras, siempre contrapuestas. Hombre pacífico suele ser una contradicción en sus términos. Inteligencia artificial,¿también?. Luego está el ave Fénix.
Neill Blomkamp: "Mi idea para 'Chappie' era desdibujar la línea entre realidad y ficción. El cuerpo de policía al completo ha sido reemplazado por robots. En este mundo, 'Chappie' empieza a desarrollar su inteligencia artificial".
Evolución. Podría suceder que este diseño que conocemos como ser humano haya llegado a un punto en el que pueda construir con sus propias manos una máquina que además de poseer conciencia fuera cooperativa. Podría ser un nuevo paso.
Chappie puede pensar, sentir y amar, pero tiene un cuerpo mecánico. ¿Cuándo un ser que siente puede ser considerado humano? Chappíe es increíblemente impresionable. Si lo sitúas en un entorno de ciencia, le fascinarán los ordenadores y la ciencia. Si lo sitúas en un contexto de delincuencia, se convertirá en un gánster y un criminal.
Para sobrevivir, Chappie, debes luchar
Sigourney Weaver: "(Neill Blomkamp) Es uno de esos genios que se sienten muy cómodos con toda la tecnología que ha caracterizado la ciencia ficción y, además, conoce muy bien la actualidad". Simon Kimber: "Cuando desarrollamos el personaje de Bradley, uno de los primeros nombres que consideramos fue el de Sigourney Weaver". Hugh Kackman: "(Sigourney Weaver) No solo forma parte de la realeza de la ciencia ficción, también de la interpretación. Es un icono". Neill Blomkamp: (Sigourney Weaver) Es muy fácil comunicarse con ella. Tiene mucho talento. Parece no requerir esfuerzo. Y, de vez en cuando, caigo en la cuenta de que tengo a Ripley en mi rodaje. Es impresionante".
A propósito del director: Le da a la película un toque distintivo. A él siempre le ha gustado que la ciencia ficción parezca lo más real posible porque así aunque el tema que trate sea extravagante o ridículo, si está contado de forma híperrealista, le parecerá interesante. En Chappie crea una historia increíblemente futurista dentro de un entorno muy realista. Es muy visual. Cuida mucho los detalles. Es uno de esos genios que se sienten muy cómodos con toda la tecnología del género. Pero lo mejor, y lo más especial, es su capacidad de sintetizar tantas cosas diferentes en una sola historia.