El submarino (Das Boot)
El submarino (Das Boot)

Dirigida por

El submarino (Das Boot)

Año

1981

Etiquetas

1940 | Defensa | Sonar

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: Cuando el SONAR era conocido como ASDIC.

Situación: La supervivencia del submarino dependía de la radio y, sobre todo, de la sala de escucha.

El submarino (Das Boot): Con mal tiempo se oye aquí abajo mejor de lo que se ve en la superficie

Uno de los emblemas más conocidos de los muchos que lucieron los u-boote es el "pez sierra sonriente" del U96. Posteriormente este emblema pasaría a ser el emblema de la 9ª Flotilla y lo lucirían los u-boote que la integraron. El U96 fue uno de los primeros u-boote del Tipo VIIc construidos. Fue botado el 1 de agosto de 1940 en los astilleros Germaniawerft de Kiel. Unas semanas más tarde (el 14 de septiembre) fue entregado (comisionado) a la Kriegsmarine. El U96 estuvo en servicio hasta marzo de 1945 cuando fue hundido en un bombardeo efectuado sobre Wilhelmshaven por aviones de la USAF.

Durante la séptima patrulla del U96 (entre el 27/10/41 y el 06/12/41) el corresponsal de guerra Lothar-Günther Buchheim estuvo a bordo como invitado. Durante la patrulla Buchheim tomó cantidad de fotografías del U96, algunas de ellas están incluidas en el libro 'U-Boat War' (1976). No obstante Buchheim es más conocido por su novela 'Das Boot' (1973) en la que describe detalladamente la vida a bordo de un 'lobo' en el Atlántico Norte a partir de sus experiencias a bordo del U96.

En 1981, la novela fue llevada al cine con el mismo título (Das Boot) y el guionista y director Wolfgang Petersen se preocupó muy mucho de mantener el elevado grado de detallismo de Buchheim realizando un fabuloso y meticuloso trabajo que cambió muchos estereotipos sobre los alemanes que participaron en la contienda, por lo menos en lo concerniente a la tripulación en un submarino de combate.

Wolfgang Petersen era un joven director alemán, nacido en Hamburgo, que se trasladó a Berlin para estudiar cinematografía. Tras acabar la carrera empezó a dirigir episodios de la serie ‘El lugar del crimen’ y consiguió dirigir su primera película en 1974, Einer von uns beiden, donde conoció a Jurgen Prochnow, quien se convirtió en su actor fetiche.

Mas adelante, en 1977, realizó otro capitulo de la serie ‘El lugar del crimen’, ‘Reifezeugnis’, donde descubrió a una quinceañera Nastassja Kinski, que se convirtió en el más famoso de una serie que tiene más de 1000 capítulos.

Su siguiente incursión cinematográfica fue la película ‘La consecuencia’ (1977) protagonizada por una pareja homosexual, que levantó una enorme controversia en todo el país y en especial en la conservadora Baviera que prohibió su emisión por su temática gay.

Su siguiente proyecto fue la adaptación cinematográfica del libro ‘Das Boot’, escrito en 1973 por Lothar-Günther Buchheim y que fue todo un superventas en Alemania, que tras varios intentos infructuosos por algunos directores estadounidenses acabó cayendo en las manos de Petersen.

Petersen compró los derechos e involucró a la televisión alemana WDR en la producción, lo que le obligó desde el principio a planificar dos versiones, una corta para su exhibición en cines y una larga para ser emitida como miniserie en la televisión, por lo que rodó abundante metraje durante un año para poder cumplir ambos objetivos.

Primero estrenó la versión cinematográfica en 1981 en Alemania y al año siguiente en los EE.UU., con un éxito increíble, sorprendiendo a todo el mundo al conseiguir seis nominaciones a los Oscar, incluyendo el de mejor guion adaptado y la mejor dirección para el propio Petersen.

La película fue mejor recibida en EE.UU. que en Alemania donde se le criticó duramente por el escaso posicionamiento antinazi de la película: al desarrolar la trama con un grupo de personas casi completamente apolítico sin incidir lo suficiente en los aspectos ideológicos se percibía como si fuera una especie de lavado de la historia.

Petersen decidió finalizar su montaje televisivo y tras su estreno se trasladó a vivir a Hollywood al considerar que allí era mejor tratado artísticamente,

El estreno de la miniserie en 1985 reivindicó mucho más su figura en Alemania pues el metraje adicional permitía mucho más desarrollo personal de los personajes que en la película habían quedado en un segundo plano por las escenas de acción y de esta forma poder explicar sus posiciones personales más en profundidad.

Además se han realizado versiones intermedias para las ediciones en DVD como el ‘Director’s Cut’ de 3 horas y media o una versión ininterrumpida de cinco horas de la miniserie televisiva, sin la cabecera ni los títulos de crédito finales que también se ha editado en DVD.

La capacidad de Wolfgang Petersen para generar tensión hasta límites insospechados en un espacio confinado se demuestra especialmente en todas las escenas de acción, donde nunca se ve al enemigo, para así dejar al espectador tan desamparado como la tripulación en el fondo del océano, a la espera de que ninguna carga de profundidad o bomba dañe del casco y, sobre todo, con el oído como el único sentido útil en estas circunstancias.

el submarino sonar2

De ASDIC a SONAR.

La ecolocación es la capacidad de algunos cetáceos de obtener información de su entorno por medio de la emisión de sonidos y la interpretación de su eco.

Se cree que Leonardo da Vinci ya ideó un prototipo muy rudimentario de un sistema de localización en el siglo XVI. Con todo, hubo que esperar hasta 1917 para que los principios técnicos de la escucha de sonidos en el agua se materializaran en un artefacto que pudiera ser instalado en un buque de guerra. Por entonces, varias naciones (entre ellas Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Francia) intentaban conseguir este gran avance tecnológico, pero fue un neozelandés llamado Robert William Boyle quien lo logró.

El sistema fue llamado ASDIC, un nombre que se correspondía con las siglas del proyecto antisubmarino que estaban llevando a cabo los aliados (Anti-Submarine Detection Investigation Committee).

El ASDIC era básicamente un transmisor-receptor que enviaba una onda sónica. Si la onda de sonido se encontraba con un objeto sumergido era rebotada hacia el receptor. El tiempo de rebote del eco se transformaba en un punto en una pantalla con escala y así se conocía la distancia y rumbo del objeto.

Pero el sistema distaba de ser perfecto, no permitía localizar a los submarinos en superficie, por lo que los ataques nocturnos a los convoyes se generalizaron.

Las cargas de profundidad afectaban al ASDIC, por lo que el ataque se efectuaba en una segunda pasada "a ciegas" una vez localizado el blanco, que obviamente había tenido tiempo para efectuar una maniobra evasiva. Otros problemas eran los de la inefectividad con mala mar, las falsas alarmas provocadas por ballenas, bancos de peces, corrientes, estelas de los buques o las termoclinas, o capas de agua a diferente temperatura. Los comandantes de submarino se situaban bajo estas termoclinas frecuentemente, eludiendo su localización.

Los operadores de ASDIC más avezados eran disputados por los comandantes de la marina, pues eran con mucho, el elemento más vital en su tripulación. La transferencia de tecnología entre los británicos y los estadounidenses permitió la mejora del sistema, que acabó recibiendo el nombre de SONAR (Sound Navigatión and Ranging).

Hay dos tipos de SONAR en función de cómo localiza los objetos: pasivo y activo.

  • El SONAR pasivo sólo se mantiene a la escucha. Es decir, se limita a escuchar el sonido que proviene de los objetos que se encuentran sumergidos y en movimiento.

el submarino sonar

No obstante, y a pesar de que revolucionó la forma de combatir en el océano durante la Segunda Guerra Mundial (pues permitía encontrar mediante el sonido algo que era invisible desde la superfie para los buques aliados), este instrumento presentaba dos problemas. El primero era que un capitán de submarino experimentado podía burlarlo fácilmente con detener su sumergible o navegar en silencio para pasar desapercibido. Por otro lado, no era un método del todo efectivo debido a la cantidad de ruido que hay en el fondo del mar pues, aunque no lo parezca, bajo el agua se generan muchas distorsiones debido a todo tipo de elementos como el aire, la espuma del mar, las olas, los animales, las tormentas que se suceden en la superficie o la actividad humana a varios kilómetros que pueden llegar a saturar el SONAR pasivo.

  • El SONAR activo emite una onda sonora desde la nave (ya fuera un buque o un submarino) que, al chocar contra algún elemento sólido, rebota. Al volver, es captada por el equipo que la ha emitido y el operador, dependiendo del tipo de sonido que fuera y de su experiencia y talento, puede intentar discenir la procedencia y tipo del objeto. Además, el operador de SONAR puede saber qué distancia existe entre su nave y el objetivo. El problema de este tipo de SONAR desvela su posición pues la onda que envía también es detectada por el enemigo.

el submarino asdic

Otra dificultad que planteaba el uso del SONAR era la generación de las llamadas "zonas de silencio". Éstas eran partes del mar en las que no se transmitía de forma adecuada las ondas de sonido y en las cuales podía esconderse un submarino enemigo para no ser detectado. Durante la Segunda Guerra Mundial, no se terminaba de entender por qué existían estas franjas del mar y se solía culpar al operador. Sin embargo, estas zonas de silencio son debidas a la temperatura del agua. Bajo el agua, el sonido se transmite de forma diferente dependiendo de la temperatura. Y no toda el agua está a la misma temperatura. Esto provoca que el sonido no se propague en línea recta en el mar, sino curvándose debido a las diferencias de temperatura que puede haber entre las distintas capas de líquido. Si las condiciones de propagación no son buenas, es posible que las ondas de sonido no lleguen al SONAR y se crean zonas de sombra que son imposibles de escuchar.

Vídeos

Los tripulantes del submarino son hombres atrapados en una guerra y en una temporalidad que augura su desgracia. Aquí lo que importa es sobrevivir y evitar quedar sepultado en el fondo del mar. Hay películas desgarradores sobre la guerra y sus consecuencias, unas se sustentan en la violencia, La cruz de hierro (1977, Sam Peckinpah), otras plantean las implicaciones filosóficas de matar o morir, La delgada línea roja (1998, Terrence Malick), pero ésta acaba resultando brutal pues no sólo habla de la necesidad de mantenerse vivo entre tanta barbarie, sino también del fracaso y la locura detrás del tedio.

Trailer

Lo que una imagen cargada de imaginación puede ganar en suspense y una máquina en protagonismo lo encontramos en esta película ambientada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial que, además, sirve de referencia en la interrelación de elementos cinematográficos dirigidos a aprovechar las posibilidades estético narrativas de un guion de carácter épico al elegir un submarino como transfiguración técnico moderna de la iconografía mítica occidental. Así, el espectador ve cómo toda la astucia implicada en el Caballo de Troya se va transformando en Odisea, entendida como un viaje a la deriva en el que el principal propósito es la sobrevivencia en la inmensidad del océano, mientras que la máquina va adquiriendo dimensiones semihumanas, como en la historia bíblica de Jonás o en la de Moby Dick, de Herman Melville, pues el sumergible se va transformando progresivamente en un protagonista más de la historia, si acaso en el principal, merced a ciertos elementos que van dotándolo de una especie de vida propia de modo que el submarino consigue traspasar los límites de su significación convencional como objeto útil e instalarse en el terreno de su significación dramática como símbolo. Así, pues, son sus numerosos relojes e instrumentos de medición, sus mecanismos de propulsión, inmersión y emersión o su contención y resistencia a la presión en las profundidades del océano, los que actúan como cajas de resonancia y espejos de la tensión y angustia experimentadas por su tripulación y, aquí reside la maestría, por ende el espectador.

Director's Cut Trailer

Recorrido por el submarino con el capitán como cicerone. A destacar, la importancia de que el capitán estuviera lo más cerca posible de la radio y de la sala de escucha.
0:00 La torreta o vela.
1:00 La sala de torpedos de proa.
2:02 El capitán, la radio y la sala de escucha.
3:42 La sala de control.
5:10 La cámara de los suboficiales y la cocina.
6:29 La sala de máquinas.

Das Boot Documentary - Captain's Tour Inside The Boat

2011. SOC, la Sociedad de Operadores de Cámara, ha premiado a Jost Vacano en su categoría de "Plano Histórico" por su histórica toma en "Das Boot" (El submarino) en particular y, en general, por cómo sus innovadoras técnicas crearon imágenes duraderas de claustrofobia, desesperación y esperanza que perdurarán en la historia del cine. En la entrevista, Vacano habla de la carrera por el submarino y de cómo la filmó.

SOC 2011 Historical Shot: Das Boot by Jost Vacano

Jost Vacano ASC/BVK (American Society of Cinematographers / Bundesverband Kamera - German Society of Cinematographers) fue distinguido con el Lifetime Achievement Award en el Camerimage Festival 2021. Para la serie "The Filmmaker's View" de ARRI en 2017, reflexionó sobre el rodaje de la exitosa película alemana "Das Boot" con la ARRIFLEX 35 IIIC. Vacano utilizó inicialmente una cámara ARRIFLEX 35 IIC en un equipo de mano dentro del estrecho set del submarino, pero el visor rígido hacía casi imposible el trabajo en ángulo bajo. Vivía en Múnich y tenía una buena relación con ARRI, así que preguntó a los ingenieros de la compañía si podrían construir algo que le ayudara. Esta colaboración dio lugar al nacimiento de la ARRIFLEX 35 IIIC, una cámara de montura única con visor pivotante que representó el último paso evolutivo de un diseño de cuerpo que comenzó a existir en 1937 como la ARRIFLEX 35.

The Filmmaker's View: Jost Vacano | Inside DAS BOOT

17 de marzo de 2019. En menos de 100 metros cuadrados habitables, compartiendo una ducha y dos retretes, conviven 66 personas. La mayor distancia que se puede recorrer a bordo son 50 pasos, de un extremo a otro de un pasillo de medio metro de ancho. Cada vez que te cruzas hay que ceder el paso, echarte a un lado o pasar de canto. Esquinas y salientes están forrados de gomaespuma ('chichoneras') para amortiguar los inevitables golpes. Un lugar donde cada uno conoce al otro mejor que a sí mismo. Lo bastante para confiarle tu vida, pues no cabe una segunda oportunidad si alguien falla. Bienvenidos al submarino Mistral.

La vida a bordo de un submarino | Reportaje | El País Semanal

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