David Fincher no está de acuerdo con la sobrevaloración de 'La red social': a) no es la ‘película del año’, b) espera que las películas sean algo más que atracciones de parque temático, c) espera que las películas sean elementos culturalmente relevantes, como la literatura o la música, d) espera que las películas no se vuelvan desechables, como las canciones que se ponen en las radiofórmulas y e) está en contra el uso de los EPK (Electronic Press Kit: los archivos de video, usualmente en un dvd, que las distribuidoras entregan a la prensa para promocionar una película). 

Resumiendo: a Fincher no le gusta que se aclame 'La red social' en la prensa, no le gusta cómo fue promocionado su filme y tampoco le gustan las autoridades de la Universidad de Harvard, que no le permitieron rodar los exteriores de la película en su campus. 

Partiendo del libro "Multimillonarios por accidente", de Ben Mezrich, y apoyado en un guión de Aaron Sorkin que no sólo entretiene, sino que divierte abiertamente con su humor ácido y franco esparcido sobre unos diálogos nacidos de las naturalezas confrontadas de los protagonistas -la viperina verborrea de Zuckerberg raya la genialidad en ocasiones-, el director luce nuevamente su maestría técnica en una edición frenética y a la vez de ritmo sostenido que alberga constantes flashbacks, tan rápidos y entrelazados que asemejan una colección inagotable de montajes paralelos. 

Resumiendo: Fincher demuestra su estatus de cronista ineludible. 

Facebook nace de una herida. En el prólogo de la historia, Mark Zuckerberg interroga a su novia Erica mientras toman unas cervezas en un local de estudiantes. La escena, significativa, ya anuncia las pautas de lo que se va a ver en las dos horas siguientes: 1) la magnífica factura de los diálogos de Aaron Sorkin, 2) la sobriedad visual de David Fincher sin menoscabo de una imagen impecable y consistente. El episodio, conducido a través de un interrogatorio cruel e infestado de razonamientos afilados de Zuckerberg que llevan a su novia a la exasperación y a la precipitación de la ruptura, avanza el carácter asocial, arisco y difícil del futuro creador de Facebook. También deja al descubierto a un ser resentido que vuelve a su habitación de la residencia en Harvard para disponerse a perpetrar su venganza personal a través de su blog y, sobre todo, de una red de votaciones de chicas del campus que será la semilla de la mayor red social del planeta. 

Resumiendo: Fincher y Sorkin, director y guionista, se erigen en apasionados narradores de la expansión del fenómeno sin por ello ignorar sus connotaciones y contribuciones a un mundo donde la disolución de la identidad no está tan lejos. 

"La red social" habla de amistad, traición, desolación y alienación, el póker de los sentimientos que se exponencian de forma vertiginosa gracias a Facebook, y reflexiona sobre la vida social en Internet: a) cuantos más amigos tienes agregados en tu perfil, menos conoces; b) cuantos más tienes, más deseas que una, esa única persona, acepte tu petición de amistad. 

Resumiendo: La película actúa como un preciso memorándum de las condiciones de entrada a una futurible sociedad de la desconexión.