Dirigida por
Oliver StoneAño
2006Relación con las Telecomunicaciones
Situación: Una recreación del 11-S que ilustra y hace tangible el tema del Día Mundial de la Radio 2016, "La radio en tiempos de desastre y emergencia", con el que se pretende celebrar la importancia de la radio en nuestras vidas y de su papel capital a la hora de coordinar la ayuda en situaciones de emergencia.World Trade Center: esto no puede estar ocurriendo
WTC, las comunicaciones de emergenciaEn respuesta a la tragedia del World Trade Center del 11 de septiembre de 2001, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) abrió una investigación de tres años para determinar las causas de los derrumbes. En los informes del NIST figuran una serie de análisis sobre el comportamiento de los sistemas de radiocomunicaciones empleados por los servicios de emergencia durante la catástrofe.
En el año 2001, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) utilizaba un sistema PMR en la banda de UHF, dividiendo la ciudad en 35 zonas. Casi todos los equipos portables tenían programados un total de 20 canales que permitían establecer enlaces en toda la ciudad. El Departamento desplazó a la zona varios helicópteros de su Unidad Aérea pero fueron incapaces de aterrizar en la azotea de las torres por el denso humo originado por los incendios. La Policía utilizó dos repetidores durante las operaciones. Las comunicaciones de la Policía no se degradaron demasiado porque solamente había 6 equipos de emergencia (ESU) trabajando en un mismo canal y sus puestos de mando instalados en el perímetro de seguridad disponían de mayor línea de visión directa con las torres. El empleo de radios de UHF facilitó además la penetración de las ondas de radio en los edificios.
La Autoridad Portuaria de Nueva York (PAPD), que tuvo a su cargo parte de las operaciones de seguridad y rescate, utilizaba sistemas radio en UHF de baja potencia. Cada uno de los 7 canales disponibles se utilizaba para un emplazamiento específico y existía otro canal para comunicaciones entre todos los emplazamientos si bien no todos los equipos portables tenían programados todos los canales disponibles. La Autoridad Portuaria disponía además de un repetidor instalado en lo alto del edificio número 5 del WTC.
El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) utilizaba un sistema PMR en VHF con 5 repetidores para cubrir distintas zonas: Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island. Todos los repetidores compartían el mismo canal (la misma pareja de frecuencias) y el acceso a uno u otro repetidor se realizaba usando un tono CTCSS distinto. También se disponía de un repetidor común para toda la ciudad y 5 canales de trabajo tácticos en simplex. Los equipos de radio emitían además tonos de identificación de cada unidad y de su estatus operativo que se visualizaban en las consolas CAD (Computer Aided Dispatch) de las centrales de operaciones. Se instalaron dos puestos de mando en los vestíbulos de las dos torres principales. Además desplazó una furgoneta de comunicaciones (indicativo "Field Comm"), dotada con un repetidor en banda cruzada UHF-VHF, que desafortunadamente casi no se utilizó y que finalmente quedó destrozada tras el derrumbe de los edificios. Por otro lado, a la llegada a las torres, el personal del WTC facilitó a los bomberos radios de la Autoridad Portuaria pues era sabido que tenían mejor cobertura dentro de los edificios. Las comunicaciones de Bomberos se degradaron en mayor medida, principalmente por el uso de la banda de VHF que tiene peores condiciones de propagación dentro de los edificios.
Muchas ambulancias (EMS) y unidades de bomberos disponían además de terminales de datos que empleaban canales independientes para comunicarse con los sistemas CAD de las centrales de operaciones.
Los informes del NIST revelan que todos los Departamentos implicados tuvieron problemas de distinta índole con sus sistemas de radiocomunicaciones causados, principalmente, por dos motivos: por un lado, la elevada atenuación que las señales de radio sufren en los edificios de hormigón y acero, así como la propagación multicamino. Y por otro lado, el incremento espectacular en el tráfico de comunicaciones radio.
Tras el primer impacto, el tráfico de radiocomunicaciones se multiplicó por 5 aproximadamente, y posteriormente por 3, respecto a una situación de normalidad. La primera consecuencia de este incremento fue la dificultad en la gestión de los mensajes. Por otro lado, del análisis de las grabaciones se desprende que entre 1/3 y 1/2 del total de mensajes radiofónicos no pudieron completarse o eran ininteligibles, bien por problemas de cobertura, bien por la incapacidad de gestionar tan elevado volumen de mensajes en los centros de control.
Otros factores que influyeron en la calidad de las radiocomunicaciones fueron los niveles de ruido de fondo existentes en el entorno del WTC, el estado de algunos de los equipos de radio empleados y las transmisiones múltiples de varios equipos en un mismo instante (provocando interferencias mutuas). De hecho, algunos pulsadores de micrófono (PTT) se quedaron accionados, provocando interferencias de forma continuada.
Estos factores llevaron a que la percepción de la situación (situational awareness), es decir, el grado de precisión con el que la percepción de una persona se corresponde con lo que está sucediendo realmente, no fuese óptima, sobre todo en lo referente al personal que estuvo trabajando dentro de las torres, algo que se complicó aún más porque el personal que estaba fuera de servicio y se desplazó a la zona de motu propio para colaborar no disponía de ningún tipo de equipo de radio.
En lo referente a las telecomunicaciones públicas, los informes indican que momentos después del impacto del primer avión se registró la saturación de los sistemas telefónicos. Tras el primer derrumbamiento algunas de las líneas terrestres y de telefonía móvil quedaron completamente destruídas.
Nota: Más detalles en el artículo Comunicaciones de emergencia en el 11-S (Blog de Ismael Pellejero Ibáñez - Ingeniero de Telecomunicación, EA4FSI-28T1)
WTC, la película
El 11 de septiembre de 2001 fue un día especialmente caluroso en Nueva York. Will Jimeno, un agente de la Autoridad Portuaria del Departamento de Policía de Nueva York (PAPD), estuvo a punto de tomarse el día libre para disfrutar de su gran afición, la caza con arco, pero al final decidió ir a trabajar. El sargento John McLoughlin, un respetado agente de la PAPD (Autoridad Portuaria) se levantó al alba, como siempre, ya que tenía un trayecto de hora y media para llegar al corazón de la gran ciudad. Los dos policías y otros compañeros suyos se dirigieron hacia el centro de Manhattan como cualquier otro día. Pero no era cualquier otro día. Un equipo de cinco agentes de la PAPD se desplazó desde el centro de Manhattan al World Trade Center. McLoughlin y Jimeno formaban parte de este primer equipo y se quedaron atrapados cuando se derrumbaron las torres. Sobrevivieron milagrosamente a pesar de quedar sepultados bajo enormes losas de hormigón y un amasijo de vigas metálicas retorcidas a unos metros por debajo de la superficie de los escombros. Durante las doce horas siguientes, McLoughlin y Jimeno no dejaron de ayudarse mutuamente, hablando de sus familias, de sus vidas en el Departamento de Policía, de sus esperanzas, de sus decepciones.
El diseñador de producción y su equipo construyeron el decorado en lo que antes eran las instalaciones de Hugues Aircraft, en Playa Vista (Los Angeles). Empezaron con espuma de poliestireno Styrofoam reforzada con un baño de uretano para mayor resistencia. A continuación, el departamento de arte añadió trozos retorcidos de metal que compraron a chatarreros. Al final, el decorado contenía 200 toneladas de chatarra y 900 piezas esculpidas una a una ocupando unos 5.000 metros cuadrados.
Oliver Stone quería iluminar el decorado desde arriba y desde abajo. Por lo tanto, no podía construirse en el suelo, había que elevarlo en una estructura. En vez de construir una base complicada, se decidió alquilar una gran cantidad de contenedores y construir el decorado encima.
La combinación de contenedores, puntales de madera y metal, y de plataformas no solo era un soporte perfecto para una grúa gigante, los raíles de un travelling y otros requerimientos de la cámara, también creaba un laberinto de túneles y calles debajo del decorado que permitía al jefe eléctrico iluminar desde abajo.
Gran parte del rodaje se hizo en la Zona Cero de noche porque fue cuando rescataron a Will. La primera noche después de que se derrumbaran las torres había muy poca luz. Casi toda la iluminación procedía de equipos de emergencia. Al iluminar el decorado se siguió el mismo concepto, iluminando desde ángulos muy bajos con una retroiluminación para obtener algunos destellos.
Vídeos
Cuando John se dio cuenta de que la torre se caía, ordenó a su equipo que corrieran hacia el ascensor de servicio porque creía que era el punto más resistente. Y no se equivocaba, permaneció intacto.
¡Corred hacia el ascensor de servicio!
En casos extremos, se sobrevive mediante comunicación en banda base, voz, simplemente. También se evidencia que siempre se puede ir a peor.
Esto no puede estar ocurriendo
Primero, una simple señal periódica de actividad, sin importar la codificación, lo que tenga a bien dar la barra de hierro con su vibrar. Después, ya vendrá la guía por voz, la constatación visual por luz y, por último, y no menos importante, la llamada por móvil, si la red lo permite.
Las buenas noticias, si breves, son dos veces buenas y, además, no sobrecargan la red. A veces, son tan buenas que si se nos pasa por alto lo más importante de ellas... hasta resulta anecdótico.
¿Nadie ha preguntado dónde se encuentran?
En casos muy extremos, se sobrevive por vínculo y se ratifica por voz, si bien hasta sobran las palabras.