Dirigida por
Joshua Michael SternAño
2013Jobs: Enciende tu mente
Jobs desciende las escaleras para entrar en la sala de actos a presentar el nuevo producto de Apple: "Voy a mostrarles algo que es impresionante. Algo que nadie más en el mundo ha visto aún. Un grupito, Jon y yo hemos trabajado mucho en un proyecto secreto, que es algo propio de mí de vez en cuando. El dispositivo que voy a presentarles va a revolucionar la industria entera. Es un dispositivo de reproducción de música. Muy bien. Enseguida lo explico. Porque lo que representa es tan importante como lo que es. Es una herramienta para el corazón. Y cuando le tocas el corazón a alguien eso no tiene límites. Si yo mismo lo digo, es lo máximo. Es un reproductor de música. Equivale a mil canciones en el bolsillo. Quisiera presentarles... el iPod."Acabada la presentación una elipsis temporal nos transporta a los años 70, cuando como oyente andaba descalzo por la universidad bajo el amparo del decano. Tras unas balbuceantes escenas de viajes psicodélicos e introspectivos la acción se enfoca con pulso fuerte en los acontecimientos, personas y lugares que pasando por la creación de Apple Computers en el garaje familiar acabaron alumbrando el iPod en 2001. Imposible abarcar los matices personales y los detalles profesionales de tamaño personaje pero ahí están las caracterizaciones, las localizaciones y, sobre todo, los andares del personaje y los movimientos de cámara que le sigue desde atrás o desde un lateral por los pasillos y entre las mamparas, cubículos y mobiliario de oficina para reafirmar el peculiar Parque Jurásico en el que Jobs se desenvolvía.
Para el director, el enfoque de la película tiene dos vertientes. Por un lado, al centrarse en un tramo tan poco conocido de la vida de Steve Jobs, desde que tiene veintipocos hasta mediados de sus cuarenta, la responsabilidad de la película es la de contar la historia tal y como sucedió, sin añadidos y sin adentrarse demasiado en especulaciones. Por otro lado, el personaje tiene que vivir en la película y respirar y existir, sin importar lo icónico que sea. Así que hasta cierto punto, elude la presión de tener que contar la historia de un hombre tan mítico y se centra en contar la historia de un hombre que hizo una cosa asombrosa e inspiradora. Con este planteamiento, la película es la historia de la lucha y la ambición de alguien que, contra todo pronóstico, logra tener una visión e introduce algo que nunca había existido antes, algo que se ha convertido en parte de nuestro tejido cultural, algo cuya ausencia nos resulta inconcebible ahora.
El director comenta: "la parte más memorable del rodaje fue cuando rodamos la Feria de Informática de la Cosa Oeste de 1977, que fue cuando salió el Apple II, que supuso la introducción de Steve Jobs al gran público. Creo que el diseño de producción dio tan en el clavo, especialmente cuando entra Ashton como Steve y es casi idéntico, estaba tan en el espíritu, y dio el discurso, teníamos todos estos extras clamando alrededor de Jobs y casi parecía como si estuviéramos en una cápsula de tiempo. Realmente parecía que estábamos ahí. Con frecuencia cuando estás rodando, incluso en una película de época, siempre estás un poco fuera y desapegado de la experiencia. Ese fue un día de rodaje en el que parecía que estábamos dentro de la historia y fue muy interesante y emocionante ser una parte de todo ello."
En cambio, yo me quedo con el montaje de las placas del primer Apple en el garaje: la soldadura de los componentes y los zócalos, el corte de los terminales sobrantes, la inserción de los circuitos integrados y la conexión en el banco de pruebas para el control de calidad final, con la pantalla mostrando la lista de caracteres ASCII tras haber conseguido sincronizar la señal de vídeo.
Y para terminar, un pensamiento: "Tienes que hacer algo que te apasione, porque de lo contrario no tendrás la paciencia para llevarlo a cabo" y un brindis: "Brindemos por los locos, por los inadaptados, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajan, por los que ven las cosas de una manera diferente,no les gustan las reglas y no respetan el status quo. Los puedes citar, no estar de acuerdo con ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas. Empujan la raza humana hacia adelante. Si bien algunos los consideran locos, nosotros vemos el genio. Porque los que estén tan locos como para creerse capaces de cambiar el mundo son los que lo hacen."
Así es la historia de Steve Jobs en Jobs.
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Los accionistas no ven más allá de sus narices, solo les preocupa el aquí y el ahora. La Junta lleva una venda en los ojos. si se la quitaran podrían verte tal como te veo yo...
Ellos no lo ven en perspectiva
Discurso de Steve Jobs en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford el 12 de junio de 2005 en torno a tres ejes: "Conectar los puntos", "El amor y la pérdida" y "La muerte". No pertenece a la película pero la complementa con información de primera mano.
Esto es lo más cerca que jamás he estado de una graduación universitaria