La Guerra de las Galaxias
La Guerra de las Galaxias

Dirigida por

George Lucas

Año

1977

Etiquetas

1970 | 2010 | GABOR | Holograma

Relación con las Telecomunicaciones

Situación: En la década de 1970, el láser junto con la técnica de la holografía fuera de eje no solo abrió el mundo de la holografía al mundo real de los objetos tridimensionales, sino que dio lugar a un gran número de aplicaciones científicas y tecnológicas en áreas muy diversas.

Situación: El holograma como medio de comunicación. En este episodio IV (1977), R2-D2 reproduce el mensaje que ha grabado la princesa Leia. En los episodios II (2002) y III (2005), los maestros Jedi ausentes participan holográficamente en las reuniones del consejo. En el mundo real, en concreto Madrid, las conferencias de prensa holográficas son factibles desde febrero de 2015.

Personaje: GABOR, Dennis

La Guerra de las Galaxias: ayúdame Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana....

La Guerra de las Galaxias

Episodio IV: Una nueva esperanza

Nos encontramos en un
periodo de guerra civil. Las
naves espaciales rebeldes
atacando, desde una base
oculta, han logrado su
primera victoria contra
el malvado Imperio
Galáctico.

Durante la batalla, los
espías rebeldes han
conseguido apoderarse de
los planos secretos del
arma total y definitiva del
Imperio, la Estrella
de la Muerte, una estación
espacial acorazada,
llevando en sí potencia
suficiente para destruir
a un planeta entero.

Perseguida por los
siniestros agentes del
Imperio, la Princesa Leia
vuela hacia su patria, a
bordo de su nave espacial,
llevando consigo los
planos robados, que
pueden salvar a su pueblo y
devolver la libertad a la
galaxia....

George Lucas: El rebelde Luke Skywalker contra el Imperio en VI episodios.

En mayo de 1973, un joven George Lucas terminaba el borrador de 'La Guerra de las Galaxias'. Tres años después comenzaba el rodaje de la película que revolucionaría el cine de ciencia ficción. Los ocho millones de dólares del presupuesto inicial se acabaron convirtiendo en once. Completada la producción, en un pase privado previo al estreno, Steven Spielberg se mostró encantado con la película mientras que Brian de Palma vaticinó que sería un estrepitoso fracaso. Dos opiniones, dos caras de la moneda que ha ido ingresando los millones por miles. La cinta recaudó más de 700 millones de dólares y no ha terminado. Es la magia multiplicadora del cine.

En los años 70, la rebelión de Luke, Han Solo, Leia y compañía contra el Imperio era la metáfora de la contienda que por entonces Lucas, Coppola, Altman y Scorsese libraban contra el Hollywood establecido en busca de un cine que diera libertad a la figura del director. No en vano el título de esta simbólica película ha resultado ser 'Star Wars. Episodio IV: Una nueva esperanza' (1977, George Lucas).

Lucas era un joven director de cine pero también era conocedor del negocio de la industria del cine, así que aparentó una estratégica retirada y cedió ante el estudio amparado en un plan sencillo: para vosotros la taquilla y para mí el resto. Los dos siguientes episodios de la segunda trilogía vieron la luz con los derechos de distribución de las películas en manos del Imperio pero con los derechos de comercialización del llamado 'merchandising' en las suyas.

En el mundo artístico no es fácil formar equipo, esto lo saben los estrategas empresariales del Imperio, y 'los rebeldes' acabaron como pudieron, unos con más suerte que otros ante lo que se vino a llamar 'Star Wars. Episodio V: El Imperio contraataca' (1980, Irvin Kershner).

'Star Wars. Episodio VI: El retorno del Jedi' (1983, Richard Marquand) cierra una trilogía que demuestra que el resto puede llegar a ser mayor que el todo pues Lucas ganó mucho más por los ingresos indirectos de la comercialización de productos relacionados con la saga Star Wars que la distribuidora por los directos en taquilla.

Lucas se reagrupa en la producción: productora propia, LucasFilm Ltd; sistema de sonido propio, sistema THX; y la compañía de efectos digitales 'Industrial Light & Magic', el buque insignia del último Jedi. En términos de producción, industrial o cinematográfica, es sabido que los cuellos de botella se van trasladando conforme se van resolviendo. Mientras el Imperio se sigue extendiendo por la galaxia cinematográfica propiciando la proliferación de multisalas en centros comerciales, Lucas, enrocado en sus proyectos de producción, detecta el siguiente cuello de botella del Imperio: la producción en los tiempos modernos. Dispuesto a golpear nuevamente, desempolva la historia de Star Wars y acomete la primera trilogía, pero esta vez está a los mandos del crucero: guión, producción y dirección.

En 'Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma' (1999, George Lucas) demuestra que es posible intercalar planos digitales a plena luz del día y deja claro que la limitación en la creación cinematográfica está en el director no en los medios. Al año siguiente, cómo no, Ridley Scott le tomaría la palabra en 'Gladiator'(2000), si bien los planos digitales son oscuros el buen hacer del director suple el no poder utilizar la tecnología de 'Light & Magic' (sólo un Jedi puede usar una espada láser). La amenaza fantasma -en concreto la parte inicial de la batalla de las Llanuras Verdes, con el despligue de los transportes de droides- incidió en otras pantallas, en concreto en la imagen de escritorio que mostraban de fábrica.
Izq: El Ejército Droide de la Federación de Comercio se dirige a Theed (Episodio I, 1999).
Der: Fondo de escritorio de Windows XP (2001).


'Star Wars. Episodio II: El ataque de los clones' (2002, George Lucas) sube la apuesta en esta millonaria partida de póker y presenta un circo romano a plena luz de día con personajes humanos, humanoides y animados. Los episodios I y II pueden interpretarse como el catálogo de la moda en producción digital para la venidera temporada de estrenos. En estos episodios, la confederación de comercio se ha ido encargando de realizar el trabajo sucio de atacar las bases de la posible resistencia al futuro emperador. Por su parte, la confedaración de críticos ha ido durante estos años minando con sus comentarios la credibilidad de Lucas, tanto como director como guionista.

'Star Wars. Episodio III: La venganza de los Sith' (2005, George Lucas). Al igual que el maestro Obi-Wan, Lucas ha llegado al final de la etapa prevista y ha procedido a desactivar la espada láser y esperar el golpe de gracia del lado oscuro; al fin y al cabo ¿qué es el cuerpo cuando se tiene el espíritu? En el Episodio III la acción es pausada pero constante porque el objetivo es atracar la nave rebelde en puerto. Se acabaron los viajes interestelares por la extensa galaxia de la producción de efectos digitales. El catálogo promocional se cerró en el Episodio II y en este Episodio III, además de mostrar cómo el ejército clon (esperanza de la república para contrarestar los turbios manejos del latente tirano) se vuelve contra los Jedi y acaba bajo las órdenes del Emperador (los estudios de efectos digitales acabarán girando en la órbita de los estudios y distribuidoras), la trama de inicio del Episodio IV se encaja en una película dónde los personajes, los actores y la historia engranan aderezados con una ambientación que no repara en efectos especiales.

Tras este segundo ataque rebelde en tres episodios, el Imperio se encuentra ante la tentadora perspectiva de realizar producciones perceptiblemente costosas pero económicamente rentables gracias a las nuevas técnicas digitales. Así estará entretenido durante una temporada, realizando sus inversiones y desviviéndose por recuperarlas incrementadas.

Estamos en 2005, la segunda travesía de Lucas ha llegado a puerto y cabe plantearse si tras un período de descanso, el rebelde Lucas Skywalker empuñará nuevamente la espada láser y arremeterá contra la fuente de poder del Imperio. El tiempo lo dirá.

Los Angeles, 31 de octubre de 2012. Disney compra Lucasfilm y anuncia una nueva entrega de 'La Guerra de las Galaxias'. El ratón Mickey se ha convertido en el último y más poderoso de los caballeros Jedi con la compra de Lucasfilm, la fábrica de sueños de uno de los grandes Midas de la historia del cine, George Lucas. La multinacional Disney ha hecho temblar los cimientos de la industria al anunciar la adquisición por el módico precio de 3.125 millones de euros. Una transacción comercial que, además de la inmortal saga de La Guerra de las Galaxias (la más taquillera de la Historia), incluye el resto de las franquicias y negocios de los estudios que creó George Lucas en 1971.

Infografía de El País (15-diciembre-2017)


Hologramas.

Stephen Hawking en el Festival Starmus (Festival de Astronomía y Música), Tenerife, septiembre 2014: "Quiero hablar del Universo como si fuera un holograma. Como probablemente sabrán, un holograma es la representación de un objeto tridimensional en una superficie bidimensional, como una placa fotográfica. Supuestamente yo estaba representado por un holograma en uno de los primeros episodios de Star Trek, la Siguiente Generación. Digo supuestamente porque, a pesar de aparecer tridimensional en la nave espacial Enterprise, las pantallas de la televisión de aquella época no podían, y todavía no pueden, mostrar imágenes holográficas tridimensionales. Eso será la próxima revolución tecnológica. En aquel episodio jugaba al póker con Isaac Newton, Albert Einstein y el comandante Data".

La holografía es la técnica fotográfica basada en el empleo de la luz coherente producida por el láser. En la placa fotográfica se impresionan las interferencias causadas por la luz reflejada de un objeto con la luz indirecta. Iluminada, después de revelada, la placa fotográfica con la luz del láser, se forma la imagen tridimensional del objeto original.

La fotografía ordinaria es capaz de reproducir una imagen bidimensional, obtenida enfocando la luz reflejada por un objeto sobre una placa fotográfica que registra la intensidad de luz que recibe. De esta forma, el mapa bidimensional, una vez revelado, reconstruye la imagen correspondiente al plano enfocado. El holograma está, en cambio, formado por un confuso esquema de puntos brillantes y oscuros donde está "plegada" (enfolded) toda la información óptica del objeto, con la particularidad fundamental de que cada porción del holograma contiene a su vez toda la información plasmada en el holograma completo. Al iluminar la placa con luz láser, aparece la imagen holográfica que reproduce tridimensionalmente el objeto, la cual mostrará la información óptica desplegada (unfolded).

El húngaro Dennis Gabor es el inventor del holograma y explica de forma sencilla en un artículo publicado en 1948 su descubrimiento: "El objeto de este trabajo es un nuevo método de formación de imágenes ópticas en dos etapas. En una primera etapa, el objeto se ilumina con una onda monocromática coherente, y el patrón de difracción resultante de la interferencia de la onda secundaria coherente proveniente del objeto con el fondo coherente se registra en una placa fotográfica. Si la placa fotográfica, procesada adecuadamente, se sitúa después en su posición original y se ilumina sólo con el fondo coherente, aparecerá una imagen del objeto detrás de ella, en la posición original".

La holografía comienza a dar sus primeros pasos en 1947 en un laboratorio de una empresa de ingeniería eléctrica en el que Gabor trabajaba en la mejora del microscopio electrónico. Con este instrumento se había aumentado en cien veces el poder de resolución de los mejores microscopios ópticos y se estaba muy cerca de resolver las estructuras atómicas, pero los sistemas no eran lo bastante perfectos. Su limitación estaba relacionada con la aberración esférica de las lentes magnéticas del microscopio. Para resolver este problema Gabor se preguntó: "¿Por qué no tomar una mala imagen electrónica, pero que contenga la información ‘total’ de la misma, reconstruirla y corregirla mediante métodos ópticos?".

La contestación a esta pregunta se le ocurrió mientras esperaba para jugar un partido de tenis en 1947 y consistió en considerar un proceso en dos etapas. En la primera etapa, el registro, produciría el diagrama interferencial entre el haz de electrones objeto (onda objeto) y un "fondo coherente" (onda de referencia) que registraría en una placa fotográfica. A este interferograma Gabor lo llamó holograma, del griego‘holos’, que significa ‘la totalidad’, pues contiene la información total (la amplitud y la fase) de la onda objeto. En la segunda etapa, la reconstrucción, iluminaría el holograma con luz visible, reconstruiría el frente de onda original y podría corregirlo por métodos ópticos para obtener una buena imagen. Así pues, los principios físicos de la holografía están basados en la naturaleza ondulatoria de la luz y son la interferencia (en la etapa de registro) y la difracción (en la etapa de reconstrucción). Gabor dedicó el resto del año trabajando en su ‘nuevo principio de microscopía’ (new microscopic principle).

En los años 50 se publicaron unos cincuenta artículos sobre la técnica de Gabor. Sin embargo, sólo se consiguieron imágenes pequeñas y borrosas. Los investigadores perdieron el interés por dos razones. La primera, la imposibilidad de obtener resultados óptimos cuando aplicaban el método al microscopio electrónico y la segunda, la etapa de reconstrucción del holograma que era imperfecta. El método de Gabor genera un holograma en eje cuya calidad es pobre debido al solapamiento de la imagen virtual y la imagen real o conjugada. Al contemplar la imagen virtual o la real siempre aparece la otra imagen desenfocada como fondo. En 1955, y tras investigar varios montajes ópticos para minimizar el efecto de la imagen conjugada, Gabor abandonó sus investigaciones sobre holografía.

Pero todo cambió en la década de 1960. La explosión holográfica, originada en los Estados Unidos tras la invención de láser en 1960 y gracias sobre todo a las contribuciones de Emmett Leith -que registró el primer holograma de un objeto tridimensional en 1964- y a las de otros investigadores de los laboratorio de Willow Run -Ann Arbor, en la Universidad de Michigan- rehabilitaron la figura de Gabor que pasó de ser prácticamente un desconocido en 1962 a recibir en 1971 el Premio Nobel de Física "por su invención y desarrollo del método holográfico". En 1972, también recibió el homenaje de Salvador Dalí- apasionado por la óptica- en el genial holograma Holos! Holos! Velázquez! Gabor! que fue presentado en la galería Knoedler de Nueva York.

El láser, uno de los más importantes y versátiles instrumentos científicos de todos los tiempos, junto con la técnica de la holografía fuera de eje desarrollada por Leith y Upatnieks en Willow Run, no solo abrió el mundo de la holografía al mundo real de los objetos tridimensionales, sino que dio lugar a un gran número de aplicaciones científicas y tecnológicas en áreas muy diversas.

1977, láser y holograma: una nueva esperanza.

Vídeos

Star Wars no es ciencia ficción. La pista de su falta de ciencia ficción nos la da la mítica frase con la que empiezan todos los episodios: "Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana". Luego está la Fuerza, ese concepto de una energía mística que rodea a todo lo vivo y une a la galaxia pero con un reverso tenebroso que puede arrastrar quien caiga en él a salir sin atisbo de rubor todo vestido de negro, casco integral y capa larga incluidos. Star Wars es una saga de fantasía; épica, rayana en la fantasía épica. Y, desde su inicio en 1977, se alineó con el movimiento feminista: la princesa Leia Organa era fuerte, tenía carácter y era capaz de defenderse por sí misma.

La grabación del holograma

Y como lo valiente no quita lo cortés, la princesa Leia no duda en pedir ayuda por mediación de R2-D2.

La reproducción del holograma

La Estrella de la Muerte va equipada con un mezclador de vídeo Grass Valley Group (en concreto, el modelo GVG 1600 3G) desde el que se gestiona la descarga del rayo. En realidad, el mezclador de vídeo estaba en una estación de televisión y George Lucas filmó allí una serie de planos para intercalarlos en la película. El plano del mezclador dura un segundo y aparece dos veces, cuando la Estrella de la Muerte destruye el planeta Alderaan y, este es el caso de la imagen y vídeo que siguen, cuando es destruida.
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Mezclador GVG 1600 3G en la Estrella de la Muerte

Fragmento de la obra de Dalí, Holos! Holos! Velázquez! Gabor!, 1972, durante la exhibición en el Pompidou (25 marzo 2013).

Dalí: Holos! Holos! Velázquez! Gabor!, 1972

28 de febrero de 2015. Arte y ciencia se unen para conseguir un holograma casi perfecto. Asistimos a una rueda de prensa historica, la primera hecha por holograma en Madrid. El actor Hugh Jackman y el director Neill Blomkamp han presentado su película Chappie desde Berlín.

Rueda de prensa holográfica de Chappie en Madrid

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