Dirigida por
Jens Schanze, Judith Malek-MadaviAño
2010Fichas
IMDBRelación con las Telecomunicaciones
Situación: Exploración de las perspectivas y los debates éticos que acompañan el desarrollo, que no parece tener límites, de la inteligencia artificial.Plug & Pray: Se necesita paciencia, el minuto estipulado puede acabar siendo media hora
El documental explora tanto las promesas como los peligros que rodean a la robótica a través del diálogo con los expertos en la materia que expanden los límites de lo posible.Para realizar el documental, los directores recorrieron varios países con el fin de observar 'in situ' la tarea de los investigadores en robótica. Por ejemplo, el trabajo del profesor Minoru Asada que fabrica robots de apariencia casi humana o el del italiano Giorgio Metta, que ve fundamentos de la biología en la creación de humanoides, un proyecto al que atribuye "posibilidades ilimitadas".
El científico futurista Raymond Kurzweil y el profesor del MIT Joseph Weizenbaum son los maestros de ceremonias.
Ray Kurzweil sueña con robots a imagen y semejanza de las personas y muestra una fe ciega en las ventajas de un mundo en el cual humanos y máquinas se fundan en un nuevo ser.
Joseph Weizenbaum es uno de los científicos que más sensible se muestra a la problemática ética que despiertan los avances en robótica y nanotecnología. Para él, la revolución científica e industrial que estos han generado es potencialmente peligrosa.
Weizenbaum, creador del programa informático Eliza en los años 60, fue el responsable del primer avance notable en el campo de la inteligencia artificial pero pronto sintió que la robótica podía engendrar potenciales monstruos; no sólo por la recurrente pesadilla de Hollywood de ordenadores fuera de control sino, por ejemplo, en sus usos militares.
Una visita del director de Plug & Pray a una exposición europea de armamento en la cual se exhiben armas robóticas muestra que los temores de Weizenbaum podrían estar ampliamente justificados.
El documental también explora otros interrogantes de índole no sólo ética, sino metafísica: ¿El hombre se tomará por Dios?
El inicio, con Weizenbaum ante un portátil Vaio mientras intenta ponerlo en modo hibernación -todo un poema multimedia con los sonidos del ordenador, los comentarios del profesor y sus miradas a cámara para dar paso a los créditos intercalados-, ya indica que los desafíos, las cuestiones éticas y los problemas no están reñidos con el sentido del humor y, de paso, da sentido al título y a las intenciones del documental.
Plug and Play.
Plug-and-play o PnP (en español, 'enchufar y usar') es la tecnología que permite a un dispositivo informático ser conectado a un ordenador sin tener que configurarlo mediante puentes o software de configuración (no confundir con el controlador de dispositivo) suministrado por el fabricante, ni proporcionar parámetros a su controlador. Para que sea posible, el sistema operativo con el que funciona el ordenador debe tener soporte para dicho dispositivo. No se debe confundir con hot plug, que es la capacidad de un periférico para ser conectado o desconectado cuando el ordenador está encendido.
El sistema operativo utiliza el gestor PnP para reconocer los cambios en el hardware y adaptarse a los mismos. Para que funcione el mecanismo de PnP, el dispositivo y el controlador deben soportar el estándar PnP. El gestor PnP reconoce de forma automática los dispositivos instalados y detecta los cambios mientras el sistema sigue funcionando.
Este gestor también controla los recursos utlizados por cada dispositivo y se hace responsable de cargar los controladores apropiados. Esta gestión de los distintos recursos hardware (principalmente las interrupciones y las zonas de memoria de E/S) tiene como finalidad poder determinar una configuración de hardware en la que la mayoría de los dispositivos sean capaces de funcionar correctamente.
Uno de los primeros buses de expansión que incorporaron los ordenadores personales fue el bus ISA (1980). Sin embargo, la incorporación de un dispositivo a dicho bus requería conocimientos de arquitectura de ordenadores que no estaban al alcance de la mayoría de los usuarios. Estos conocimientos, excepto dispositivos concretos, generalmente se basaban en la asignación manual de las direcciones IRQ (líneas de petición de interrupción), direcciones de entrada/salida o el canal DMA (canal de acceso directo a memoria) que deben ser únicas para cada dispositivo del sistema. El usuario tenía que indicarle al ordenador estos valores mediante puentes (jumpers), pequeños interruptores (switches) o mediante un software específico del fabricante; incluso algunos dispositivos creados para el ordenador Apple II requerían que se realizaran cortes, empalmes en cables o puntos de soldadura, suponiendo que no habría necesidad de cambiar la configuración jamás.
IBM intentó solucionar este problema, y de paso intentar reconquistar el terreno perdido en el mercado de ordenadores personales, diseñando el bus MCA (1987) que no requería ningún tipo de configuración. Sin embargo, aún siendo tecnológicamente más avanzado, MCA perdió empuje comercial ante la mayoría dominante de ISA y su precio más asequible.
Distintos fabricantes de la industria decidieron formar un consorcio con el objetivo de promover un estándar que simplificara el uso de los periféricos dando lugar a la tecnología PnP. Esto requería innovaciones tanto en el hardware como en el sistema operativo. Ambos debían estar diseñados para esta tecnología. Se incorporó en las últimas revisiones de ISA, aunque no fue hasta la llegada del bus PCI (1993) cuando el estándar comenzó a funcionar correctamente.
El primer sistema operativo de Microsoft en incorporar PnP fue Windows 95 (1995). No obstante, la realidad de este sistema operativo respecto a las prometidas bondades, sumado a los fracasos de PnP en el bus ISA, le hizo valerse entre los sufridos usuarios el apelativo de Plug-and-Pray ('enchufar y rezar').
Vídeos
Desde la antigüedad, la humanidad ha soñado con crear máquinas inteligentes. La invención del ordenador y el impresionante ritmo del progreso tecnológico parecen estar haciendo posible la realización de este sueño. Científicos e ingenieros de todo el mundo están trabajando en el desarrollo de robots inteligentes capaces de integrarse en todas las áreas de la vida humana. Son robots capaces de hacer faenas domésticas, cuidar de los niños, cuidar a los ancianos... Sin embargo, el objetivo último aún va más allá e imagina una fusión del hombre y la máquina de la que se desprenderán de los grilletes biológicos de la evolución para, finalmente, alcanzar la vida eterna. Sin embargo, un pionero del desarrollo informático y la inteligencia artificial, el exprofesor del MIT Joseph Weizenbaum, se ha convertido en uno de los críticos más duros de estas visiones de omnipotencia tecnológica. Desconfiado de la devoción al progreso, no deja de preguntarse: ¿Necesitamos todo esto? ¿Qué significará ser humano en un mundo dirigido por máquinas?
La película es un documental crítico e informativo que, sin perder el buen humor, trata sobre la construcción de máquinas inteligentes pero haciendo hincapié en las implicaciones éticas, incluso religiosas, que conlleva el desarrollo de inteligencias artificiales. No es de extrañar que arranque con Joseph Weizenbaum, pionero en este campo de investigación y aladid de la vertiente crítica, solo ante el teclado.