Matías Balsera Rodríguez nació el 23 de febrero de 1883 en la localidad de Gibraleón (Huelva). Su padre y hermanos eran telegrafistas, por lo que el destino de Matías Balsera parecía claro desde el momento de su nacimiento. Tras realizar algunos estudios y dar muestras de su enorme potencial en un campo en el que quedaban muchos caminos aún por descubrir, ingresó en el Cuerpo de Telégrafos en 1903. Antes de asentarse en la capital de España había realizado algunas pruebas entre el Puerto de Santa María y Cádiz, separadas por 20,4 kilómetros. Siendo un joven de poco más de 20 años Matías Balsera fue capaz de construir la primera estación de radio aficionados y comunicar con éxito a los abonados de las dos primeras estaciones radiotelegráficas instaladas por la Compañía Trasatlántica.

 

Ya instalado en Madrid, Matías Balsera y su ayudante, Antonio Castilla López, solucionaron el problema de sintonización que presentaba un aparato de radio en la que habían estado trabajando. Un sistema sintonizador y director de torpedos utilizando las ondas Hertz. La transmisión se realizaba mediante las chispas que entre unas bolas de metal de diez centímetros de diámetro y una antena hecha a base de unas cometas recubiertas con papel de estaño alimentadas con un ligero cable de aluminio. La efectividad del proyecto se había comprobado en los torpedos del Arsenal de la Carraca situados en la isla gaditana de San Fernando.

 

Matías Balsera siguió demostrando con el paso de los años su enorme valía en un campo que en España daba sus primeros pasos. En 1908, los ensayos de telemecánica en el estanque de la Casa de Campo y en la del Retiro proporcionaron a Balsera su primera decepción a causa de la respuesta que le proporcionaron desde las instituciones a las que recurrió solicitando ayuda para poner en funcionamiento el proyecto. El Ministerio de la Marina informó que no era interesante para el Ejército. Seis años después de esta negativa, en 1914, el ejército alemán compró a Matías Balsera el proyecto.

 

En 1909, en España, Matías Balsera había inventado un aparato telegráfico rápido que, a pesar de ser aprobado por la Dirección General de Telégrafos, no pudo ser construido por el elevado costo y la escasez del presupuesto ministerial. En Londres logró construir el aparato telegráfico ideado en 1909 y probar su eficacia. Años después, en 1922 Matías Balsera era ya propietario de su propia empresa "Balsera's Patents Limited".

 

El interés y el trabajo de Matías Balsera continuaron con el paso de los años. En 1910 fue un aparato telegráfico portátil sin pilas que fue adquirido por unos militares. Un año después, la invención fue una construcción de una estación Morse automática con la que todas estaciones telegráficas existentes de servicio limitado podrían ofertar servicio permanente sin la necesidad de aumentar el personal. Sus invenciones eran válidas para todos los campos. Uno de ellas fue el "Radio esteroscopio", un instrumento médico de enorme utilidad creado por Balsera que fue adquirido por el Saint Mary Hospital de Inglaterra funcionando con normalidad durante muchos años. En la capital de Inglaterra logró realizar sus estudios superiores en ingeniería, en el prestigio King College durante los años finales de la primera década del siglo XX. Al regresar a España, Matías Balsea ofreció la construcción al gobierno, pero éste señaló su negativa por haber sido fabricado en el exterior. A pesar de esa nueva decepción Balsera siguió inventando.

 

A pesar de las decepciones y los triunfos Matías Balsera continuó trabajando y mejorando su técnica con el paso de los años. Otro experimento marcó la exitosa carrera en 1922, realizado desde la Estación radiotelefónica del Palacio de Comunicaciones de Madrid. Las personas presentes pudieron escuchar con total nitidez y claridad el concierto que la Banda de Música Municipal estaba ofreciendo en el Parque del Retiro de Madrid.

 

El último éxito de la carrera de Matías Balsera fue la adopción por la BBC (British Broadcasting Corporation), en 1923, de un sistema de radiodifusión con estaciones radiotransmisoras que posibilitó el funcionamiento de las estaciones radiotelegráficas inglesas en los primeros años del siglo XX.

 

Durante los últimos años de su vida Matías Balsera se dedicó a la docencia de español y otras materias que impartió a los refugiados españoles. Durante todo su exilio, vivió en la localidad de Perpignan, en la que falleció a los 70 años de edad en febrero de 1953. En un primer momento sus restos fueron enterrados en esta localidad, aunque tiempo después fueron trasladados a Limoges. Allí descansa junto a las cenizas de su segunda esposa, María de los Ángeles Robles Vecino. La pareja se casó en 1928 y tuvieron dos hijas, Angelina y María José, ya fallecida.

 

 

- Balsera Rodríguez, Matías (1925): Radiotelefonía, Sucesores de Ribadeneyra.

- Faus Belau, Ángel (2007): La radio en España (1896-1977). Una historia documental, Editorial Taurus, pp.112-127.

- Fernández Fernández, Cesar (2013): Comunicando la cultura y ciencia recientes, Visión Libros.

- García Tenorio, Ruiz Ramos, Isidoro (2011): El servicio de radioaficionados en España, Foro Histórico de las Telecomunicaciones, pp.83-107,

- Langa Nuño, Concha y Reig, Ramón (2011): La comunicación en Andalucía: Historia, estructura y nuevas tecnologías, Centro de Estudios Andaluces, Fundación Pública Andaluza, pp.25-40.