Descripción
Biografía
Ricardo Urgoiti Somovilla nació el 26 de julio de 1900 en Zalla, Vizcaya. Hijo de Nicolás María de Urgoiti y Achúcarro, ingeniero de caminos y empresario creador de La Papelera Española e impulsor de los periódicos El Sol y La Voz, la agencia de noticias Febus (1900), la Sociedad de Prensa Gráfica (que editaba La Esfera, Mundo Gráfico y Nuevo Mundo) y la editorial CALPE.
Ricardo Urgoiti Somavilla estudió en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y, posteriormente, siguió la carrera paterna, completando, en 1921, la carrera de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en Madrid, que nunca llegó a ejercer.
Entre 1922 y 1924, gracias a la intermediación de su antiguo profesor Luis Sánchez Cuervo, realizó una estancia formativa en la General Electric, en sus instalaciones Schenectady (Nueva York) y Pittsfield (Massachusetts), especializándose en el campo radioeléctrico y comprendiendo que la comunicación radiofónica era una magnífica invención técnica, capaz de generar progresos culturales y educativos para la sociedad. Descubrió asimismo ideas empresariales que luego desarrollará en España, e hizo contactos con empresas y socios que más tarde colaborarían en la creación de Unión Radio.
En 1924, regresó a España y fundó la revista técnica ‘Radio Ciencia Popular’ y, al objeto de crear en España una cadena radiofónica comercial con el respaldo de empresas como Telefunken, Philips e ITT, se posicionó como el principal promotor de la constitución de Unión Radio S.A. (URSA), que durante varios años tuvo el monopolio de la radio, dando lugar a la Sociedad Española de Radiodifusión (SER). Urgoiti, igualmente impulsó y dirigió la revista Ondas, órgano oficial de Unión Radio.
El 17 de junio de 1925, se inauguró bajo su dirección la primera emisora de Unión Radio, Radio Madrid (EAJ-7), día en que las emisiones regulares comienzan después de la inauguración realizada por el rey Alfonso XIII.
Su padre, Nicolás Urgoiti, favorecería el desarrollo de Unión Radio en sus inicios apoyándole desde la prensa de su propiedad y colaborando con la Agencia Febus, también de su propiedad, en la redacción de los programas informativos.
Entre 1925 y 1930, Nicolás Urgoiti acometió una rápida expansión empresarial: compra, fusiona y absorbe emisoras por toda España (Radio Bilbao, Radio Sevilla, Radio Salamanca, Radio Barcelona, etc.), centralizando la programación y creando emisiones en cadena. Su estrategia comercial era profesionalizar la radio, crear programación dirigida a audiencias (venta de programas y publicidad al estilo estadounidense) y remunerar a profesionales y artistas. Gracias a esta política, Unión Radio configuró durante finales de los años veinte la mayor red radiofónica privada del país.
Los contenidos en Unión Radio en los primeros años de sus emisiones estaban centrados en la música, los programas infantiles, las charlas divulgativas, tertulias, espacios de humor y algunos pequeños espacios informativos. Intelectuales amigos como José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna, Luis Buñuel, Federico García Lorca, el doctor Gregorio Marañón, … desfilaron ante los micrófonos de Unión Radio.
La estrecha amistad con Luis Buñuel, facilitó que, en 1929, Urgoiti desarrollase el Filmófono, un sistema para sincronizar música, y posteriormente sonido, con películas mudas mediante discos y mecanismos de transición que permitían reproducir piezas largas sin interrupciones. Pese a que nunca registró la patente de ese invento, ese mismo año creó la empresa de sonorización y, más tarde, de producción y distribución cinematográfica con el mismo nombre, Filmófono. A partir de 1931, especialmente entre 1935 y 1936, la empresa produjo y distribuyó filmes y títulos que alcanzaron gran público. Filmófono también impulsó la exhibición y la importación-distribución de películas internacionales, incentivadas además con el cargo de director que Urgoiti ocupó en la empresa Sagarra de exhibición cinematográfica, propietaria de diversas salas de cine en Madrid.
En julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil, Unión Radio pasó por una situación convulsa. La emisora de Madrid fue convertida en órgano de propaganda del Gobierno republicano en los primeros días del conflicto y su sede cambió de localización por seguridad. Urgoiti recibió amenazas de muerte por lo que decidió abandonar Madrid el 1 de febrero de 1937. Tras pasar por Barcelona, se exilió a Francia y finalmente se instaló en Argentina a mediados de febrero de 1937, ejerciendo como director de cine. Durante su ausencia, la dirección de Unión Radio recayó en Virgilio Oñate Sánchez, quien gestionaría la empresa y el proceso de transformación en la cadena SER.
Durante su exilio en Argentina, se desvinculó de la radio y fundó Filmófono-Argentina, dedicándose al cine como productor y director hasta 1942. Regresó a España en 1943.
A su regreso, se rencontró con antiguos colaboradores y reanudó su relación con la empresa radiofónica. En 1951, volvió a entrar en el Consejo de Administración de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER), pero sin el poder ejecutivo de antaño.
Paralelamente, orientó su actividad hacia la industria farmacéutica y la promoción científica. Participó y lideró proyectos industriales y científicos vinculados al Instituto de Biología y Sueroterapia (IBYS) y a la producción de antibióticos en España, fundando la empresa Antibióticos S.A. Introdujo la fabricación de penicilina en el país y desempeñó cargos técnicos y de gestión, llegando a ocupar cargos directivos. Además, desarrolló una intensa labor de divulgación científica y cultural colaborando desde 1957 en el diario ABC y en Revista de Occidente con artículos sobre la era espacial y la ciencia, recopilados en su libro ‘Nuevos Poderes de la Era Científica’ (1963).
A lo largo de su vida, combinó actividad profesional con intensa práctica deportiva. Fue campeón de España en saltos de esquí en 1928, 1930 y 1932; practicó motonáutica, alpinismo, automovilismo y náutica, e incluso con más de sesenta años realizó travesías marítimas. También estuvo conectado con la generación del 27 a través de la revista ‘La Gaceta Literaria’, de la que era responsable de los temas de ingeniería, realizando colaboraciones en el ámbito cinematográfico y cultural con artistas vanguardistas de la literatura, el cine y la música.
Participó en la directiva de sociedades científicas, deportivas y culturales, como la Sociedad Española de Filosofía e Historia de la Ciencia, la Asociación Española de Astrofísica y la Federación Española de Clubs Náuticos.
Se casó con Aurora Gutiérrez Goseascoechea.
Sus últimos años estuvieron marcados por la muerte violenta de su hijo Ricardo (asesinado en 1972 en su despacho) y la posterior pérdida de otro hijo, Fernando. Una ceguera progresiva erosionó los últimos años de su vida, aun así mantuvo una cierta actividad empresarial, como vicepresidente de Antibióticos y presidente del IBYS, desde 1976.
Ricardo Urgoiti falleció el 14 de septiembre de 1979 por un ataque al corazón a los 79 años, mientras salía del agua tras bañarse en la playa de Fuenterrabía.
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