Biografía

José María Clara Corellano nació en Zaragoza el 29 de Diciembre de 1892. Siendo estudiante se incorporó al Cuerpo de Telégrafos en 1908. En 1914, se licenció en ciencias Químicas. En 1916, se licenció en ciencias Físicas.

Como telegrafista estuvo trabajando en Zaragoza y posteriormente en Sallent de Gállego, en la frontera francesa. Allí conoció que en la Escuela General de Telegrafía, creada en 1913, había una sección de estudios superiores, a la que tenían acceso únicamente Oficiales del Cuerpo de Telégrafos. En la Escuela se impartían los conocimientos necesarios para desempeñar todos los servicios de telecomunicación dependientes del Estado, en ese momento, Telegrafía, Telefonía y Radio. Tras unos cursos de dos o tres años, el certificado que se obtenía permitía desempeñar cargos técnicos dentro del Cuerpo de Telégrafos, aunque no se obtenía título alguno.

Al inicio de la Escuela General de Telegrafía, los estudios superiores los podían cursar todos los telegrafistas simultaneándolos con el trabajo. Esta dificultad hizo que al segundo curso pasasen sólo diecisiete, que constituyeron los que llamaron primera promoción y que terminaron sus estudios en marzo de 1917. La segunda convocatoria ya requirió acceder por oposición y esta promoción terminó sus estudios en 1920.

A finales de 1916, Clara Corellano había concurrido a las oposiciones de ingreso en la Escuela, convocadas para diez plazas, y, tras presentar un trabajo preliminar y pasar los exámenes durante dos días, fue admitido en la misma. Fue la tercera convocatoria correspondiente al curso de 1917, que terminó sus estudios en 1921.

La necesidad de cubrir vacantes en la Central de Telégrafos produjo una desmoralización en las tres convocatorias y se produjeron bajas de alumnos. La crisis en la Escuela afectó también a la dirección y profesores y a futuras convocatorias. Clara Corellano tuvo una marcada influencia en la gestión de la crisis de la Escuela de la que resultó la redacción de un nuevo reglamento y un plan de estudios por el que los alumnos obtendrían el título de Ingenieros de Telecomunicación.

El 20 de mayo de 1920 se creó el Título de Ingeniero de Telecomunicación y, al mismo tiempo, la Escuela General de Telegrafía pasó a denominarse Escuela de Ingenieros de Telecomunicación.

En 1921 y dentro de los actos conmemorativos del aniversario de la creación del Cuerpo de Telégrafos, tuvo lugar la entrega de los primeros títulos de Ingenieros de Telecomunicación en un acto solemne, celebrado el 14 de mayo, en el Salón de Actos del recién inaugurado Palacio de Comunicaciones. Recibieron el título de Ingeniero de Telecomunicación 26 ingenieros de tres promociones, que habían ido completando los estudios superiores de la Escuela: quince de la Primera Promoción (1917), cinco de la Segunda Promoción (1920) y seis de la Tercera Promoción (1921). José Maria Clara y Corellano, como ya se ha señalado, formó parte de esta última promoción.

En 1921 Clara Corellano fue destinado a Zaragoza, pero todavía no como ingeniero. A mediados de 1922 se presentó a la oposición para la cátedra de Radiocomunicación de la Escuela. Su concesión llevó aparejada una beca para, en el curso 1922 -1923, seguir en París los estudios de posgraduado. En la Escuela Superior de Electricidad de París obtuvo el título de Ingeniero Radiotelegrafista en 1923. En esta Escuela, Clara Corellano fue posteriormente profesor.

Al regresar a España, se incorporó a la Escuela impartiendo clases para radiotelegrafistas y, provisionalmente impartió también las de Electricidad Teórica y Teoría de cables.

En 1924 se incorporó a CTNE, el año en que se firmaba el contrato entre el Estado y la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), por el que se le concedía a la flamante nueva empresa creada unos meses antes y controlada por la estadounidense International Telephone & Telegraph (ITT), el monopolio del servicio telefónico en España, inicialmente durante 20 años. Clara Corellano solicitó y obtuvo la excedencia en el Cuerpo de Telégrafos. Sus encargos iniciales en la CTNE se centraron en las necesidades de canalizaciones para la red subterránea automática y asumió la responsabilidad de ingeniero de la red de Madrid.

Luego se encargó de la gestión del cable telegráfico entre Algeciras y Ceuta, para establecer un enlace telefónico entre España y África. El éxito del proyecto se tradujo en que el Rey Alfonso XIII pudo hablar con Primo de Rivera que estaba en Tetuán. Clara Corellano desempeñó diversas responsabilidades: ingeniero de materiales y métodos; la realización actividades entonces totalmente desconocidas en el departamento de transmisión; demostraciones de comunicación de larga distancia (1926)…

En 1925 se había creado el Comité Consultivo Internacional en la Unión Internacional de Telecomunicaciones, para permitir acuerdos rápidos en relación al desarrollo del servicio telefónico. Clara Corellano fue uno de los representantes de la CTNE en dicho Comité y, pronto asumió la dirección del servicio internacional.

Clara Corellano trabajó en estrecha colaboración, siendo de hecho su asistente, con el ingeniero jefe designado por la ITT, Roy A. Walker (director de Construcciones y Conservación) y, posteriormente, con P. Wendell.

Al estallar la Guerra Civil española, siguió trabajando en la zona republicana, hasta que tuvo que exiliarse en 1937. Tras la nacionalización de CTNE, en 1945, Clara Corellano ocupó los cargos de ingeniero jefe y director general técnico, así como consejero de otra filial de ITT en España, SESA (Standard Eléctrica, S.A.). Clara Corellano elaboró el plan de obras puesto en marcha en 1950, donde se recogía ya la renovación tecnológica, coincidiendo con mejoras en la filial de ITT, SESA, lideradas por ingenieros de ITT y con menores restricciones a la importación de material desde otras filiales de la multinacional. Clara Corellano visitó frecuentemente las filiales de ITT en otros países y asistió a conferencias nacionales e internacionales relacionadas con el servicio telefónico.

La influencia de los directivos americanos en la gestión de CTNE comenzó paulatinamente a diluirse tras los primeros cambios inmediatos a la nacionalización. En el nuevo plan de obras y reorganización de 1955, por ejemplo, ya no se contó con el asesoramiento de la multinacional, aunque los contratos con SESA estuvieron vigentes hasta los años sesenta. La dirección técnica y administrativa de CTNE continuó recayendo principalmente sobre expertos españoles formados por la multinacional en sus primeros años en España, entre ellos José María Clara.

En 1955, Clara Corellano fue nombrado Secretario General de CTNE, siendo el máximo responsable de los programas realizados. Posteriormente ascendió a Consejero Delegado, hasta que, en 1965, fue designado Presidente de CTNE el tecnócrata Antonio Barrera de Irimo, quien tomó las riendas directivas y ejecutivas de la Compañía, para lo que fue preciso separar de éstas, en aras de la renovación, a Clara Corellano, quien como Consejero Delegado se había ocupado de ello hasta entonces.

Clara Corellano fue Vicepresidente del Consejo de Administración de la Sociedad Española de Acumuladores Tudor S. A. y Presidente Honorario de Pilas Secas TUDOR, S.A.

José María Clara Corellano estuvo casado con Rosa María Juarrero Moreno de Monroy y se retiró en 1965. Falleció en Madrid el 5 de agosto de 1986.

Más información

• ÁLVARO MOYA, Adoración (2011b): “International Business, Diplomacy and Local Networking: ITT in Spain (1924-1952)”
• CALVO, Ángel (2010): Historia de Telefónica: 1924-1975. Primeras décadas: tecnología, economía y política, Barcelona – Madrid: Ariel - Fundación Telefónica
• CTNE, Compañía Telefónica Nacional de España (1928): La nueva red telefónica de España, Madrid, Espasa Calpe
• PÉREZ YUSTE, Antonio (2004): La Compañía Telefónica Nacional de España en la dictadura de Primo de Rivera, tesis doctoral inédita, Madrid, Universidad Politécnica de Madrid
• Telegrafistas.com. Los primeros ingenieros de Telecomunicación
• Telegrafistas.com. CENTENARIO ESCUELA TELEGRAFÍA
• FUNDAMENTOS Y FUNCIÓN DE LA INGENIERÍA. ENTREVISTA A UN INGENIERO. Inmaculada Dutrús Echeverría y María Jesús Molleda Clara