SALVÁ y CAMPILLO, Francisco
Descripción
Francisco Salvá y Campillo (Barcelona, 12 de julio de 1751-Barcelona, 13 de febrero de 1828). Médico, meteorólogo, físico e inventor de un telégrafo eléctrico. Salvá fue el primer científico que consideró útil aplicar la pila de Volta a la telegrafía.
Biografía
Francisco Salvá y Campillo nació en Barcelona el 12 de julio de 1751. Su padre fue Jerónimo Salvá Pontich, médico en el Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Tridentino Episcopal de la ciudad. Tras cursar y superar los tres primeros cursos de Medicina en la Universidad de Valencia se presentó a las pruebas de grado en la Universidad de Huesca en 1771 logrando el título de bachiller en Medicina. Tiempo después logró el título de doctor en medicina en la Université de Toulouse que volvió a confirmar en la Universidad de Huesca. En 1773 ingresó en la Real Academia Médico-Práctica de Barcelona. Apoyó los ensayos de inoculación contra la viruela en España. Su biblioteca médica llegó a superar los mil quinientos volúmenes.
A pesar de que la medicina fue su principal ocupación Francisco Salvá se implicó en otras disciplinas en las que igualmente obtuvo un reconocimiento de calidad. La física experimental fue otra de sus grandes pasiones. La Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona fue su lugar de trabajo, allí desempeñó los cargos de revisor de la Dirección de Electricidad en el periodo 1786-1803. Fue director del centro entre 1804 y 1812. Durante su estancia en la Academia en los distintos puestos ocupados Francisco Salvá defendió diversas Memorias científicas sobre sus investigaciones en la electricidad.
El invento que le daría fama internacional fue su telégrafo eléctrico, uno de los primeros en funcionar en la práctica, basado en las descargas producidas por la electricidad estática almacenada en botellas de Leiden. Desarrollado en la década de 1790, consistía en una estructura compuesta de diecisiete pares de hilos de alambre recubiertos de papel común, con un circuito independiente para cada letra del alfabeto. En su primera Memoria presentada en 1795 a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, titulada "Sobre la electricidad aplicada a la telegrafía", presentó su invento. Teniendo noticias el gobierno español de estas experiencias, llamó a Salvá a Madrid para que efectuase una demostración ante la familia real, cosa que hizo en Aranjuez. Esta demostración fue descrita en la Gaceta de Madrid del 29 de noviembre de 1796.
A comienzos de 1800 Francisco Salvá defendió la segunda Memoria. En ésta su preocupación se centró en el galvanismo, concretamente en describir los trabajos de Luigi Galvani y la electricidad animal. En un anexo a esta Memoria, Francisco Salvá incluyó una aplicación del galvanismo en la telegrafía. También realizó un estudio presentado en 1804 en la Academia de las Artes sobre el uso de la pila de Volta como generador de la energía eléctrica para transmitir señales. Francisco Salvá fue el primer científico que consideró útil aplicar la pila de Volta a la telegrafía. Este sistema sería posteriormente perfeccionado por el alemán Samuel T. Sömmerring.
Entre las múltiples ideas expuestas por Salvá sobre el telégrafo hay que destacar como visionaria su propuesta sobre la confección de cables, consistente en la unión a manera de cuerda de varios hilos conductores metálicos, previamente cubiertos de papel y posteriormente barnizados y unidos por una sustancia aislante. Según Salvá sería posible establecer de esta forma una línea telegráfica entre Barcelona y Madrid que iría colgada de postes.
La inquietud de Salvá no se vio satisfecha con estos hallazgos, por ello continuó con sus invenciones. Así, fue obra suya, en colaboración con Francisco Sanponts Roca, una máquina agramadora para extraer la fibra textil del tallo del cáñamo y el lino. Otra de sus invenciones en solitario fue un barco-pez destinado a la navegación submarina que no tuvo excesivo éxito, ya que tras realizar diferentes pruebas se comprobaron las dificultades para poder respirar correctamente.
La meteorología fue otra de sus pasiones. En este campo construyó barómetros e higrómetros, tras realizar observaciones de forma sistemática durante aproximadamente cuarenta años.
Francisco Salvá y Campillo fue miembro de un buen número de asociaciones académicas, científicas y culturales españolas y francesas. Entre ellas las que señalan a continuación:
Francia:
-Sociedad de Agricultura, Comercio y Artes de Narbona.
-Sociedad Linneana de París.
-Sociedad de Medicina de Marsella.
-Sociedad de Medicina de París.
España:
-Academia de Medicina de Murcia.
-Academia Medicopráctica de Cartagena.
-Academia y Real Colegio de Medicina de Madrid.
-Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona.
-Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona.
-Real Sociedad Económica de Amigos del País de Zaragoza.
-Sociedad Medico Quirúrgica de Cádiz.
Francisco Salvá y Campillo falleció en Barcelona el 13 de febrero de 1828.
Más información
- Generás, Francisco (1812): Carta del doctor en medicina Francisco Salvá a un amigo sobre el éxtasis de la decantada Muger del lugar de Llerena
- Sanponts, Francisco (1812): Pensamientos del Dr. Don Francisco Salvá y Campillo sobre el arreglo de la enseñanza del arte de curar, Oficina de Antonio Brusi.
- Pérez Yuste, Antonio (2008): Salva's electric telegraph based on Volta's battery, HISTELCON.
- Polanco Masa, Alejandro (2014): Francisco Salvá y Campillo, inventor del telégrafo eléctrico en MADE IN SPAIN. Cuando inventábamos nosotros, Glyphos publicaciones, pp.243-251.
- http://www.alpoma.net/tecob/?p=9992