Descripción
Biografía
Joan Curran (de soltera Strothers) nació el 26 de febrero de 1916 en Swansea, Gales. Fue hija de Charles William Strothers, un óptico, y de Margaret Beatrice (de soltera Millington). Desde muy temprana edad, Joan demostró un gran interés y aptitud por las ciencias, lo que la llevó a estudiar en el Swansea Girls’ High School.
En 1934, gracias a una beca completa, ingresó en el Newnham College de la Universidad de Cambridge, donde cursó estudios de Física, con honores. Aunque completó todos los estudios requeridos para obtener su licenciatura, el título formal se le denegó debido a las políticas restrictivas de la época que impedían a las mujeres recibir títulos en Cambridge.
Joan Curran, finalizados sus estudios y animada por A.C. Davies, su tutor en el Newnham College, obtuvo una beca del gobierno e ingresó en el prestigioso Laboratorio Cavendish de Cambridge, iniciándose en trabajos experimentales, que tuvieron que ser sustituidos por aplicaciones para la guerra. Fue incorporada a un equipo dirigido por Philip Dee, donde coincidió con el joven físico Samuel Curran. Durante esta época, desarrollaron espoletas de proximidad, utilizadas para destruir ingenios enemigos, como las bombas V2, antes de que alcanzasen su objetivo.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, a finales de 1939, el equipo del Laboratorio Cavendish fue trasladado a instalaciones militares, inicialmente en Exeter y luego en el Royal Aircraft Establishment, en el aeródromo de Farnborough, donde la investigación se orientó hacia el desarrollo de tecnologías disruptivas para el conflicto.
R.V. Jones, en su libro "Most Secret War" (1978), identifica dos posibilidades principales de contramedidas contra la Luftwaffe: "interferencias y reflectores espurios". Las interferencias pondrían en peligro cualquier avión que llevara un inhibidor, sin embargo, los reflectores espurios serían más simples y conllevarían un elemento de engaño.
Joan investigó el uso de los reflectores espurios, basados en la resonancia. Un reflector hecho de un simple alambre o tira de metal con una longitud igual a la mitad de la longitud de onda utilizada por la estación de radar, resuena con las ondas de radio entrantes y las irradia. Unos pocos cientos de tiras o alambres crearían una onda electromagnética reflejada similar a la de un objeto grande como un bombardero británico. Contramedidas similares se siguen utilizando en la actualidad y se conocen como “chaff”.
El 7 de noviembre de 1940, Joan contrajo matrimonio con Sam Curran, consolidando una unión tanto personal como profesional que perduró durante 58 años. Poco después, los Curran fueron transferidos al Telecommunications Research Establishment (TRE) cerca de Swanage. Trabajando en proyectos de radar y contramedidas, Joan se unió al Counter Measures Group, experimentando soluciones para contrarrestar la detección enemiga por radar.
Joan Curran ideó varios reflectores y, en 1942, probó el método de camuflaje de radar conocido en clave como “Operation Window”, por los británicos y conocida como ‘Düppel’ en la Luftwaffe. Esta técnica consistía en dispersar paquetes de fibras de vidrio recubiertas de aluminio de aproximadamente 25 centímetros de largo y entre 1 y 2 centímetros de ancho que se liberaban desde aeronaves, barcos y vehículos militares para ocultar los bombarderos al radar enemigo. Estas tiras actuaban como reflectores de radar, generando una “cortina” de señales que confundía los sistemas de detección del enemigo y reducía las pérdidas de las formaciones de los bombarderos aliados. En 1943, se utilizó con éxito la contramedida ‘Window’ en operaciones como la de Hamburgo (Operación Gomorra). Posteriormente, en la Operación Taxable, durante la noche del 5 al 6 de junio de 1944, efectuaron un preciso despliegue de estas contramedidas que contribuyó a simular la presencia de una fuerza naval ficticia en el Estrecho de Dover. El prestigioso físico británico Reginald Victor Jones, experto en inteligencia militar, elogió públicamente el alcance de ‘Windows’, calificándolo de fundamental para el éxito de las operaciones aliadas.
En 1944, cuando el conflicto alcanzaba una dimensión global sin precedentes, Joan Curran y su esposo formaron parte del grupo británico enviado a Estados Unidos para colaborar en el Proyecto Manhattan. Durante su estancia en el Laboratorio de Radiación de Berkeley, bajo la dirección del científico Mark Oliphant, se centraron en el desarrollo del proceso de separación electromagnética de isótopos, esencial para la construcción de la bomba atómica.
Durante esta etapa en Berkeley, Joan se enfrentó a un reto personal adicional al dar a luz a su primera hija, Sheena, quien nació con una discapacidad mental grave. Esta experiencia, lejos de detenerla, despertó en ella un profundo compromiso hacia las futuras generaciones y la inclusión social.
Al final de la guerra, Joan retornó a Glasgow, que se encontraba en proceso de reconstrucción y transformación. En 1954, Junto con su marido y un grupo de amigos, fundaron la Sociedad Escocesa para Padres de Niños con Discapacidad Mental, conocida como ‘Enable’, una organización que con el tiempo alcanzó más de 100 sucursales y benefició a miles de familias.
Su compromiso social impulsó la relación entre la Universidad de Strathclyde y la Universidad Técnica de Lodz, en Polonia. Mediante estos vínculos y con la creación del Fondo de Dotación Lady Curran, apoyó la formación de estudiantes extranjeros, especialmente de origen polaco, en una época en la que la integración y la diversidad eran tan necesarias como innovadoras.
En 1987, la Universidad de Strathclyde concedió a Joan Curran el título honorario de Doctora en Derecho. Este galardón representó no solo un tributo a sus logros en el ámbito de la investigación militar, sino también un reconocimiento a su incansable labor humanitaria en pro de las personas con discapacidad.
A pesar de haber realizado contribuciones que transformaron el curso de la guerra y la tecnología militar, la figura de Joan Curran, como la de muchas científicas de su época, quedó eclipsada por las tradiciones que relegaban a las mujeres a un segundo plano.
Joan Curran falleció el 10 de febrero de 1999 en Glasgow y fue incinerada en el Crematorio de Daldowie.
Más información:
- Artículo “La mujer cuyo invento ayudó a ganar una guerra y aún desconcierta a los meteorólogos” publicado en Smithsonian Magazine.
- Artículo “Dos mujeres cuyos inventos cambiaron el curso de la Segunda Guerra Mundial” publicado en Aspects of History.
- Biografía publicada en The Herald.
- Biografía publicada en HHHistory.
- Biografía publicada en Mujeres Magníficas.
- Obituario publicado en Independent.
- Remarkable women of WW2 to be celebrated.
- Fuente de imagen: Newnham College.