Dom GAUTHEY planteó la posibilidad de transmitir la palabra a distancia mediante un sistema de transmisión por medio de tubos. El 1º de junio de 1782 acudió a una reunión de la Academia de Ciencias de Francia, que se celebró en el Louvre. Los participantes se sorprendieron al presenciar la entrada de un monje ataviado con su túnica benedictina y acompañado por el ilustre secretario de la Academia, Nicolas de Condorcet. Se trataba de Dom Gauthey, un religioso perteneciente a la abadía de Citeaux. Su ponencia en la Academia versó sobre la concepción de un sistema de correspondencia entre lugares distantes mediante tubos.

 

El sistema consistió en colocar entre postes consecutivos unos tubos metálicos de gran longitud, a través de los cuales se propagaba la voz sin pérdidas sensibles de intensidad. Gauthey proclamaba que con su sistema se podía transmitir un mensaje a 13 leguas de distancia. El rey Luis XVI encargó al Marqués de Condorecet que probase el sistema del monje Gauthey. El experimento se efectuó en una longitud de 800 metros a través de las tuberías encargadas de conducir el agua hasta el punto de bombeo en Chaillot. Tras un resultado satisfactorio, el inventor solicitó se probase su sistema a una mayor escala, de modo que hizo un pedido de 300 tubos que, incrustados entre sí, permitieran transmitir un mensaje a unas 150 leguas en menos de una hora. Sin embargo, el alcance y los costes económicos del experimento generaron en el rey una actitud de rechazo. Dom Gauthey abrió una suscripción que resultó insuficiente para cubrir los gastos probables. Y entretanto el interés del público fue decayendo. Al cabo de seis meses Gauthey no podía encontrar un solo editor que publicase su invento.

 

Decepcionado se embarca para América al año siguiente. Finalmente encuentra allí una imprenta que publicó su 'Prospectus' en 1783 en Filadelfia. Los físicos Biot y Hassenfratz, estudiosos de la propagación del sonido, experimentaron el invento de Gauthey con resultados espectaculares, lo que animó al Dr. Arnoldt a crear un sistema telegráfico basado en estos principios.

 

En Bélgica un grupo de ingenieros diseñaron un proyecto de tendido de tubos acústicos a lo largo de las carreteras, que fue aprobado por su gobierno para enlazar los pueblos. El sabio Babbage presumía de hablar con una persona en Liverpool desde Londres a la distancia de 70 leguas. Sin embargo, pronto Claude Chappe no tardó en crear el telégrafo óptico, que desbancó todos los experimentos precedentes como el del monje Gauthey.

Les merveilles de la science ou description populaire des inventions modernes. Louis Figuier 01.01.1868. Ed. Furne, Jouvet et Cie.