Descripción
Biografía
José Luis Hernández-Rebollar nació en Puebla, México, el 14 de julio de 1969. Durante su formación secundaria estaba interesado en ser médico o abogado. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se fue inclinando por una carrera de ingeniería.
En 1993 logró una licenciatura en Ingeniería Electrónica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Luego, en 1997, consiguió un master en Ingeniería Electrónica en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
Hernández-Rebollar trabajó en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), un centro de investigación público, perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), ubicado en el estado de Puebla. Allí participó en la construcción de los sistemas de control de antenas del telescopio que se convertiría en el más grande del mundo.
En 1998 se le concedió una beca Fullbright para realizar un doctorado en la Universidad George Washington (GWU), en Washington D.C. En el año 2000, como doctorando, presentó a su tutor, el profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática, Nicholas Kyriakopoulos, su idea preliminar para ayudar a las personas sordas a comunicarse más fácilmente con el resto del mundo.
En el año 2003, Hernández-Rebollar se doctoró en Ingeniería Eléctrica, especializándose en Señales y Sistemas, en concreto en Sistemas Microelectromecánicos (MEMS) y Bioelectrónica. Fue nombrado profesor ayudante visitante de Ingeniería Eléctrica en la Universidad George Washington y dedicó más de tres años a estudiar un dispositivo que, aplicando la tecnología a la comunicación gestual, pudiese resolver un problema social de la incomunicación.
Mientras el profesor Kyriakopoulos disfrutaba de un año sabático, Hernández-Rebollar desarrolló un método de traducción electrónica de la Lengua de Señas Estadounidense (ASL), diseñando un diminuto circuito electrónico para su guante electrónico cubierto de sensores generadores de señales siguiendo los movimientos realizados por la mano. A continuación, formuló el primer algoritmo de reconocimiento basado en árboles de decisión, para identificar los gestos de ASL. Cuando Kyriakopoulos regresó y vio el trabajo realizado por Hernández-Rebollar, le animó para que siguiese adelante.
Hernández-Rebollar denominó a su invento AcceleGlove. El guante electrónico se coloca en la mano y se sujeta al brazo, lo que permite que, mediante acelerómetros, los sensores del guante generen señales del rápido movimiento, la orientación y el posicionamiento de la mano y los dedos en relación con el cuerpo. Estas señales son analizadas por un microcontrolador, instalado en el brazo, que transforma la información en función de la posición de los dedos y la trayectoria de la mano, para procesarla a continuación en un ordenador que las convierte en palabras que se emiten a través de un altavoz y/o se escriben en su pantalla. AcceleGlove traduce el alfabeto y más de 300 palabras a la Lengua de Señas Estadounidense (ASL), el cuarto lenguaje más empleado en los EE.UU.
Se estima que entre 500.000 y 2.000.000 de personas en los Estados Unidos usan la lengua de señas estadounidense, pero el interés en AcceleGlove va más allá de la comunidad de sordos. El dispositivo es factible de ser adaptado para otras aplicaciones como entornos militares, entornos de realidad virtual, etc.
"La idea no es curar la sordera, dice José Luis Hernandez-Rebollar, sino proporcionar un instrumento que pueda traducir la lengua de sordos ASL a otros idiomas".
El invento AcceleGlove fue reconocido y conservado en su museo virtual online por la Smithsonian Institution, el centro de educación, investigación y museístico más grande del mundo. Este reconocimiento proporcionó a Hernández-Rebollar una importante atención mediática a los seminarios explicativos sobre el funcionamiento y posibilidades del AcceleGlove.
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