Descripción
Biografía
Christian (de nacimiento Johann Christel) Hülsmeyer nació en Eydelstedt (Baja Sajonia), el 25 de diciembre de 1881. Era el menor de los cinco hijos que tuvieron Johann Heinrich Ernst Meyer, carpintero, y Elisabeth Wilhelmine Brenning. Asistió a la escuela local y continuó su enseñanza en la escuela primaria de la población vecina de Donstorf, donde un maestro reconoció sus capacidades en Ciencias aplicadas y Matemáticas y, en 1896, ante la escasez de recursos de sus padres, le apoyó en la preparación del acceso a la Escuela Normal o de Formación de Profesores en Bremen.
En la escuela, su mayor interés se entraba en la Física y, después de las horas de clase, se le permitió usar el laboratorio para su propia experimentación, practicando con ondas electromagnéticas. Su interés estaba más en las posibles aplicaciones que en su conocimiento teórico.
En junio de 1900, tras completar su formación en la Escuela Normal, pero convencido de que la enseñanza no era su vocación, trabajó un par de años en la compañía Siemens-Schuckert en Bremen como aprendiz en el taller de equipos eléctricos para embarcaciones.
Cuando falleció un amigo por la colisión entre dos barcos, decidió dar un giro en su vida, sin dinero pero con la idea de construir un aparato que detectase por medio de ondas eléctricas obstáculos en el agua. Se marchó a Renania donde se respiraba un ambiente de cambios tecnológicos. En Düsseldorf encontró un socio, Herrn Mannheim, que le aportó 5000 marcos para el proyecto. Fundaron la Telemobiloscop-Gesellschaft Hülsmeyer & Mannheim en Colonia. Hülsmeyer avanzó en su proyecto en solitario.
El 18 de mayo de 1904, ante los representantes de las compañías navieras y de periodistas de la prensa local y forastera, Christian Hülsmeyer se presentó en el puente de Hohenzollern en Colonia, con una enigmática caja de madera de la que salían unos hilos metálicos, que denominó Telemobiloskop. Anunció que su aparato podía detectar cualquier objeto metálico como una embarcación, incluso en la oscuridad, con niebla o lluvia, evitando así las colisiones de los barcos. Cuando una barcaza se acercó al puente empezó a sonar una campana hasta que se alejó suficientemente. Repitió esta demostración en distintos puntos como en la orilla del Domhotel.
A pesar de los resultados positivos de las pruebas realizadas y de las opiniones favorables del público y de la prensa, ni las autoridades navales ni las compañías navieras mostraron interés porque argumentaban que el ruido de los motores haría poco perceptible la campana y con tráfico intenso no cesarían los ecos de las señales. En el New York Times del día siguiente se publicó un reportaje sobre la demostración.
Christian Hülsmeyer no desistió y el 10 de junio de 1904 Hülsmeyer solicitó una patente para su Telemobiloskop, definido como un emisor de arco eléctrico que emite una onda de radio orientada en una determinada dirección por una antena multipolar. Cuando la onda choca con un obstáculo metálico, a una distancia inferior a 3 km, rebota hacia la fuente emisora, equipada con dos antenas bipolares que actúan como receptor, provocando el sonido de una campana. El 22 de septiembre de 1904 a Hülsmeyer le fue concedida la patente alemana nº 165546 para su Telemobiloskop.
A finales de junio de 1904, Hülsmeyer mostró el Telemobiloskop al director de una compañía naviera holandesa, quien le dio la oportunidad de poder exhibir su dispositivo, instalado en el barco “Columbus”, durante el Congreso Marítimo de Scheveningen, en el barrio costero de La Haya. Ante delegaciones de las principales navieras de la época, consiguió detectar barcos a distancias de hasta 3.000 metros.
El 11 de noviembre de 1904 consiguió una patente para el Telemobiloskop en el Reino Unido.
Hülsmeyer siguió mejorando su dispositivo que lograría detectar barcos a distancias de hasta 10.000 metros. Y le dotó de un equipo adicional para medir también la distancia entre los dos barcos o el objetivo metálico enfocado por la onda electromagnética del Telemobiloskop. Para este nuevo modelo, que permitía filtrar los ecos parásitos, obtuvo una segunda patente de la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos el 16 de enero de 1906.
A pesar de que su invento recibía el reconocimiento general y estaba patentado en muchos países, nadie quiso comprar los derechos de explotación. El Telemobiloskop competía con los transmisores de chispa de Marconi y la Marconi Wireless Company controlaba la industria de comunicaciones navales y no podía tolerar un competidor.
En 1905 Hülsmeyer abandonó sus actividades de radar, dedicándose a otros proyectos y alcanzando la cifra de 180 patentes registradas. En 1907 fundó la compañía Kessel-und Apparatebau Christian Hülsmeyer en Düsseldorf, que estuvo operativa hasta 1953.
En 1910, Christian Hülsmeyer se casó con Luise Petersen y tuvieron seis hijos. Su hija Annelise mantuvo una colección de documentos y artículos relacionados con su padre.
En 1955 la figura de Christian Hülsmeyer fue honrada en el Flug-Wetter-und Astro Funkortungs-Tagung (“Congreso de Meteorología y Astronáutica”) por el invento del Telemobiloskop. El Canciller Konrad Adenauer y otras personalidades rindieron también homenaje a Hülsmeyer.
Después de una vida llena de ideas y proyectos, Christian Hülsmeyer murió el 31 de enero de 1957 en Ahrweiler, a los 75 años, y fue enterrado en el Cementerio Norte de Düsseldorf.
Christian Hülsmeyer fue el primero en demostrar y patentar el principio básico del radar, esto es, detectar objetos distantes por medio del reflejo de ondas electromagnéticas.
En octubre de 2019 se inauguró una IEEE Historic Milestone en reconocimiento al invento y demostración de un radar por Christian Hülsmeyer.
El Deutsches Museum de Munich conserva los componentes del Telemobiloskop.
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