Descripción
Biografía
Edward Charles Dixon Molina nació el 13 de diciembre de 1877. Tras completar la escuela secundaria, se dedicó a estudiar matemáticas de forma autodidacta.
En 1898, a los 21 años, se incorporó a la Western Electric Company, donde comenzó a aplicar sus conocimientos matemáticos al tráfico telefónico. En 1901, pasó al departamento de investigación de AT&T (más tarde Bell Labs), donde conoció los primeros estudios sobre tráfico telefónico iniciados por Bell en 1903, lo que avivó su interés por aplicar la teoría de probabilidades al tráfico.
Edward Molina formuló las ecuaciones que mostraban la relación entre el tráfico cursado y las pérdidas de tráfico en función del número de enlaces. En 1905, comprendió que desvincular del número decimal marcado, el encaminamiento de las llamadas permitiría un proceso de selección mucho más eficiente. Molina había demostrado matemáticamente que distribuyendo las llamadas sobre grupos con mayor número de líneas permitía que un selector soportara un volumen mayor de llamadas manteniendo la misma probabilidad de que la línea estuviese ocupada.
A tal fin, Molina diseñó un dispositivo de registro y traducción, llamado registrador, que convertía los dígitos decimales en códigos aptos para controlar selectores de mayor capacidad, base de los sistemas de marcado de panel y rotatorio. La solicitud de patente para un ‘Translating and Selecting System’ se presentó el 20 de abril de 1920, sentando un hito en la conmutación automática.
En 1908, las tablas y métodos de Molina eran utilizadas por los ingenieros de tráfico de Bell. La conocida como ‘Fórmula de Molina’ se convirtió en la norma del sistema Bell. Tuvieron que transcurrir varios años para que Edward Molina descubriese que su fórmula se derivaba de la distribución de Siméon-Denis Poisson, quien la había dado a conocer en 1838.
En torno a 1920, Molina se apoyó en la técnica de simulaciones de Monte Carlo, empleando dados para generar números aleatorios y simular tráfico telefónico, con el fin de optimizar asignaciones de capacidad en los enlaces troncales hacia las centrales.
En julio de 1922, publicó en el primer número del Bell System Technical Journal (BSTJ) el artículo ‘The Theory of Probabilities Applied to Telephone Trunking Problems’ (“La teoría de probabilidades aplicada a problemas de enlaces troncales telefónicos”), de gran impacto en el diseño de los equipos de conmutación telefónica. Cinco años más tarde, en el número 6 del BSTJ apareció otro artículo suyo titulado "Application of the Theory of Probability to Telephone Trunking” (“Aplicación de la teoría de la probabilidad a la interconexión telefónica”), consolidando sus métodos en la práctica diaria de los ingenieros de tráfico.
Molina fue conferenciante invitado en los Congresos Internacionales de Matemáticos de Toronto en 1924, Bolonia en 1928, Zúrich en 1932 y Oslo en 1936, donde presentó trabajos sobre teoría de probabilidad aplicada al tráfico telefónico.
Durante la década de 1930, Edward Molina continuó perfeccionando la teoría de colas que el ingeniero danés Agner Karup Erlang había formulado años antes para el cálculo de congestión y tiempos de espera y la optimización de circuitos de relé. Y en 1937, hizo uso del álgebra booleana para síntesis de circuitos, aunque su dedicación principal siguió siendo el análisis estadístico del tráfico.
En febrero de 1940, pronunció una conferencia en el Club de Profesores de Matemáticas de Chicago, bajo el título ‘MATHEMATICS IN THE TELEPHONE INDUSTRY, que por el interés despertado se publicaría meses más tarde en el School Science and Mathematics Journal.
En 1944, tras 41 años de servicio en Bell System, Edward Molina se jubiló. Desde entonces, impartió clases de matemáticas en el Newark College of Engineering, influyendo en generaciones de ingenieros hasta poco antes de su fallecimiento. Además, siguió publicando notas y artículos, reflexiones históricas sobre control de calidad y debates científicos, mostrando su inquietud intelectual.
En 1952, recibió la Medalla Elliott Cresson del Instituto Franklin y el Doctorado Honoris Causa en Ciencias del Newark College of Engineering en reconocimiento a su labor trascendente en teletráfico y a su ejemplo de autoaprendizaje, que le permitió dominar obras de Laplace, Poisson y Erlang, y poder formular tablas y métodos que permanecieron vigentes hasta la era de las computadoras.
Edward Charles Dixon Molina falleció el 19 de abril de 1964 en su domicilio en el número 141 de la calle Dodd en Nueva Jersey, a los 87 años.
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